Torturaron soldados a un comunero para que confesara dónde había arsenales
Raúl García, corresponsal, Chilpancingo, Gro., 20 de abril Ť El campesino Avelino Tapia Marcos, de Alpoyacancingo, municipio de Ahuacuotzingo, informó que fue detenido durante más de 20 horas entre el 7 y el 8 de abril por integrantes del Ejército mexicano, quienes -según aseveró- lo torturaron para exigirle informes sobre ``arsenales'' y que confesara ser militante del Ejército Popular Revolucionario.
Dijo que un día antes los soldados de la 35 Zona Militar hicieron cateos y detuvieron a su hijo, Joaquín Tapia Francisco. El lunes 7 lo llevaron a casa de sus padres y aprehendieron a Tapia Marcos, quien relató que le exigían informes de ``un tal Agustín Ojendis'', así como sobre armas y guerrilleros.
``Me dijeron que era mejor que les dijera que sí, porque si no me iban a matar a golpes; luego me llevaron al río de Pochutla y ahí me vendaron los ojos, pero sentí cómo me metían al agua y me gritaban para que les contestara'', relató.
Agregó que fue golpeado y que los soldados le colocaron en repetidas ocasiones una bolsa de plástico en la cabeza para asfixiarlo, además de que lo ataron de pies y manos.
Según su narración, pudo salvarse porque escuchó que alguien al que llamaban comandante se acercó muy molesto al grupo de soldados que lo rodeaban y le dijo a uno de ellos: ``En este momento me lo llevas a donde lo recogiste y ahí lo dejas''.
Lo dejaron cerca del panteón de Alpoyacancingo y llegó a su casa a las dos de la tarde del 8 de abril. ``Para ellos no pasó nada, pero sigo con los dolores'', concluyó el indígena.
Ahuacuotzingo es uno de los municipios más militarizados, pues el EPR ha hecho apariciones y mítines ahí, los más recientes el 14 de abril, en Tecoanapa y Tlalcomulco, y el 17, en Xocoyoltzintla.