El instituto puede exhortar, no recibir denuncias: Carrancá y Rivas
Claudia Herrera Beltrán y Elizabeth Velasco C. Ť La determinación del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife) pone en peligro la correcta marcha de los procesos electorales al generar contradicción entre aquél y el Instituto Federal Electoral (IFE), aseguró el jurista Emilio Krieger.
En tanto, su colega Raúl Carrancá y Rivas dijo que constitucionalmente el IFE carece de facultades para crear una comisión que conozca y procese denuncias relacionadas con la coerción del voto, aunque puede realizar exhortos.
Krieger, abogado especialista en derecho constitucional, señaló que el fallo del Trife, que invalida el exhorto a las autoridades gubernamentales para que suspendan la publicidad de programas sociales 30 días antes de las elecciones, y la creación de una comisión que reciba denuncias sobre actos de coerción sobre los votantes, va a generar ``inequidad'' en los comicios federales.
Explicó en entrevista vía telefónica que la decisión del tribunal es inapelable, pero aseguró que la ciudadanía tiene la oportunidad de tomar en sus manos los comicios acudiendo a las urnas a emitir su voto.
El jurista consideró que en la etapa de preparación de los comicios federales de este año ``están pasando cosas raras: primero el presidente Ernesto Zedillo elogia abiertamente al PRI y después el Trife da un fallo favorable a los priístas''.
Para Krieger, la resolución del Trife no sólo genera contradicción entre los órganos decisivos en los procesos electorales, también pone en entredicho la imparcialidad de los magistrados electorales.
Del presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial, José Luis de la Peza Muñoz Cano --quien emitió el voto decisivo para invalidar las determinaciones del IFE--, dijo que se ha distinguido por pertenecer a una corriente ``conservadora'' de la práctica jurídica en México.
Como director de la Escuela Libre de Derecho, refirió, De la Peza mostró ser de una corriente de derecha ``que no se pondría en duda si esta forma de pensar no se reflejara en resoluciones tan importantes como la del viernes pasado''.
Y advirtió: ``la máquina electoral está fallando. Esto pone en duda lo que dice el presidente Zedillo de que hay una indiscutible independencia de las autoridades electorales y que eso le da derecho de apoyar al partido al que pertenece''.
Por otra parte, Raúl Carrancá y Rivas estimó que el IFE tiene todo el derecho de instar al gobierno y a los partidos y agrupaciones políticas a seguir el camino adecuado para fortalecer la democracia en México. Y el exhorto del IFE a los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal) para suspender la publicidad, es permitido por la ley por tratarse de una invitación, acotó.
Sin embargo, el maestro emérito de la UNAM coincidió con el fallo del Trife en cuanto a la ``forma'' y en el sentido de que el órgano electoral carece de facultades legales para crear una comisión que conozca de la coerción del voto.
El doctor en derecho penal manifestó, no obstante, que la intención del IFE de crear una comisión para no presionar a los electores y garantizar su espacio de libertad parece ``de lo más plausible y de lo más positivo''.
Consideró que otros organismos podrían tener la facultad de establecer esa comisión, pero ``habría que estudiar el caso y proceder con más cautela desde el punto de vista legal''.
Entrevistado en el marco de la asamblea ordinaria y extraordinaria de la agrupación Cruzada Democrática Nacional, opinó que quienes gobiernan o asumen un cargo público o posición política no son los únicos con derecho a hablar del acontecer nacional, también el ciudadano debe ejercer un papel cuestionador y un ejercicio crítico en torno a los grandes problemas del país.
Apreció que causan desequilibrio en la contienda electoral declaraciones como las del presidente Ernesto Zedillo a favor de su partido. ``Desde el punto de vista legal, el Presidente tiene todo el derecho del mundo de apoyar a su partido, pero --con el debido respeto-- a mí no me gustó. Creo que debió abstenerse''.
Principalmente, explicó, porque inclina el enorme prestigio o peso concreto de la figura presidencial hacia un grupo y se pierde el equilibrio. Pese a que legalmente no hay ningún impedimento para que el Presidente exprese el apoyo a su partido, evaluó, ``no todo es la ley, no todo es el derecho. El ejercicio político requiere de sensibilidad, de prudencia...''.