Convoca Menem a su Consejo de Seguridad ante el rebrote subversivo
Afp y Ap, Buenos Aires, 20 de abril Ť El gobierno del presidente argentino Carlos Menem convocó para este lunes una reunión del Consejo de Seguridad, luego de que la prensa local publicó informes elaborados por la Gendarmería que advirtieron sobre un posible ``rebrote subversivo'' y de la supuesta colaboración entre grupos radicales locales con organizaciones similares de América Latina y Europa .
La semana pasada, Menem atribuyó a una ``gimnasia pre-subversiva'' violentos enfrentamientos ocurridos días antes en la provincia de Neuquén entre maestros en huelga y elementos de la Gendarmería enviados por el gobierno federal que resultaron en la muerte de una mujer.
Los sindicatos de maestros y grupos opositores exigieron entonces la renuncia del ministro del Interior Carlos Corach, quien a su vez responsabilizó de la violencia a los partidos de la oposición a los que relacionó con el grupo radical Quebracho.
El pasado día 14 se efectuó en Buenos Aires una manifestación en repudio a la represión en Neuquén, al final de la cual jóvenes encapuchados perpetraron destrozos en edificios de gobierno y comercios. Sectores gubernamentales y de seguridad los compararon con los miembros del movimiento zapatista mexicano y con otros grupos que se caracterizan por cubrirse el rostro.
La oposición argentina acusó hoy al gobierno de aludir a una supuesta amenaza subversiva con el único fin de disimular, de cara a las elecciones de octubre próximo, el descontento social existente contra los programas económicos y sociales de Menem.
Fuentes gubernamentales indicaron que el Consejo de Seguridad se reunirá para analizar la situación nacional y elaborar una estrategia común entre autoridades federales y gobiernos provinciales para enfrentar eventuales actos subversivos.
Según los documentos secretos de la Gendarmería, sin firma y fechados el 14 y 18 de este mes y que fueron publicados hoy en el diario Clarín, en varios puntos del país se han detectado ``pintas y un importante volumen panfletario'' que indica que existe un ``embrionario desarrollo de una situación conflictiva de magnitud creciente que puede afectar considerablemente la Seguridad Interior''.
En otro informe se hace referencia a una supuesta ``coordinación de estrategias'' entre grupos de izquierda argentinos con organizaciones similares de otros países, y destaca la supuesta cooperación entre la coalición vasca Herri Batasuna y agrupaciones locales.
Se agrega que existen vínculos entre dirigentes del grupo Quebracho, la Corriente Nacional Patria Libre y el Movimiento Socialista de los Trabajadores, con el chileno Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR). Según el informe, para el MIR ``están dadas la condiciones objetivas para comenzar la primera fase de un plan insurgente que permita transitar el camino al socialismo'', sin especificar en qué país podría ocurrir esto.
La senadora del centroizquierdista Frente del País Solidario, Graciela Fernández Meijide, desestimó la preocupación gubernamental ante un brote subversivo y aseguró que los jóvenes encapuchados que apedrearon edificios el pasado día 14 no son izquierdistas pues no están en un proyecto político, sino que simplemente ``no tienen trabajo''.
El ex presidente Raúl Alfonsín, de la Unión Cívica Radical, aseguró que lo supuestamente detectado en los informes de la Gendarmería son únicamente indicios de que en el país hay un ``conflicto social'' que puede ser aprovechado para ejercer la violencia, pero eso no significa que haya un ``clima subversivo''.
En otro orden de hechos fue baleada la casa de la hermana del asesinado reportero José Luis Cabezas, Gladys, informó el abogado de la familia, Alejandro Vecchi, quien atribuyó el atentado a una ``intimidación mafiosa'', posiblemente relacionada con el asesinato.
Pero más tarde, fuentes policiales indicaron que el responsable del ataque a la casa de Gladys Cabezas fue detenido, y que ``según los vecinos, es un hombre que acostumbraba efectuar disparos al aire desde su departamento''.
El cuerpo de Cabezas apareció calcinado el 25 de enero pasado, en un crimen ordenado presuntamente por un comandante policial de la provincia de Buenos Aires.