La Jornada 23 de abril de 1997

Japón agradeció el rescate; no tuvimos papel alguno: Casa Blanca

Afp, Dpa, Ap, Efe, Ansa y Reuter, Tokio, 22 de abril Ť El gobierno de Japón expresó su agradecimiento al presidente peruano Alberto Fujimori por la operación de rescate que puso fin a la crisis de los rehenes, aunque dijo lamentar que Lima no le haya informado previamente que se proponía ejecutar el operativo militar.

Al mismo tiempo, Estados Unidos elogió la solución militar materializada por una fuerza peruana de élite que aniquiló a los 14 rebeldes del comando del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (MRTA). Sin embargo, el gobierno estadunidense sostuvo que ``virtualmente no tuvo rol alguno'' en el operativo, y que sólo tuvo ``indicios'' de lo que ocurriría.

El primer ministro japonés, Hashimoto Ryutaro, declaró que expresaba su profundo agradecimiento a Fujimori y su gobierno por su ``puntual y gran operación de rescate'', aunque dijo que ``lamentaba'' que Fujimori no le haya comunicado previamente del operativo militar, pero que lo comprendía y que quizá en su lugar hubiera hecho lo mismo.

``No quiero pronunciarme sobre si él respetó o no la promesa de no recurrir a la fuerza. El es el comandante en jefe que podía tomar una decisión como esa. Felizmente la operación fue un éxito a pesar de que hubo varias víctimas'', agregó el jefe de Estado japonés en conferencia de prensa brindada muy de mañana.

Tras el operativo, Fujimori telefoneó a Hashimoto para ponerlo al tanto del ataque militar a la residencia diplomática y le pidió comprensión en torno a la situación tan repentina. En una charla de 20 minutos, el peruano le dijo que no hubo tiempo de informarle por la rapidez con que sucedieron los hechos.

En ese sentido, Hashimoto agradeció a Fujimori el que se haya rescatado sanos y salvos a los 12 diplomáticos y 12 empresarios japoneses, así como al resto de los rehenes. El mandatario peruano le pidió transmitir su mensaje a los familiares de los japoneses, así como que pese a la tardanza, se alcanzó el objetivo de salvarlos.

El premier japonés comentó que le gustaría viajar a Perú, y que seguramente lo hará en cuanto tenga tiempo, pero añadió que por ahora, esta misma noche envió a Lima a su canciller, Yukihiko Ikeda, para conocer de cerca los detalles que culminaron con la crisis de los rehenes y entrevistarse además con el embajador Morihisa Aoki.

También el portavoz del gobierno, Seiroku Kajiyama, expresó conformidad por el desenlace militar de la crisis al considerar que ``no hubo otro momento más que ese''. El gobierno japonés no se refirió a las negociaciones sostenidas durante el conflicto, aunque Hashimoto dijo lamentar que se haya tenido que llegar a esta situación de ataque.

En Washington, voceros gubernamentales afirmaron que el presidente Bill Clinton ``se sorprendió'' por el asalto militar. No obstante, la Casa Blanca, el Pentágono y el Departamento de Estado elogiaron la acción de la fuerza de élite peruana, que terminó con 126 días de secuestro de 72 rehenes en la residencia del embajador japonés en Lima.

El vocero del Departamento de Estado, Nicholas Burns, dijo que los guerrilleros del MRTA fueron plenamente responsables de que la mansión fuera atacada por efectivos peruanos. A la pregunta de si el gobierno de Fujimori había tomado la decisión correcta, respondió que no iba a cuestionar al gobierno limeño.

Los voceros estadunidenses se abstuvieron de confirmar qué tipo de ayuda brindó Washington a los efectivos peruanos para realizar el operativo relámpago. Incluso Washington, que siempre aconsejó a Perú no ceder ante el ``chantaje terrorista'', sostuvo que no desempeñó papel alguno en el operativo.

La secretaria de Estado, Madeleine Albright, se reunió esta noche con sus más cercanos colaboradores en el área de América Latina para evaluar las repercusiones del asalto militar en Perú.

Similar medida tomó en Lima el presidente Fujimori, quien sesionó con los miembros de la Comisión de Garantes y con sus ministros, mientras que el grueso de los gobiernos de América Latina y el Caribe expresaban su satisfacción ante el fin de la crisis peruana. La mayoría expresó sus felicitaciones a Fujimori por el desenlace contra acciones ``del terrorismo'', y también lamentaron las pérdidas humanas ocurridas.

Otras congratulaciones provinieron de Canadá, China y España, en tanto que Cuba se concretó a seguir atentamente los sucesos. A su vez, el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, adoptó un cauteloso silencio, aunque uno de sus voceros destacó ``la importancia de preservar vidas humanas''.

Fueron pocos los sectores que lamentaron que todo haya terminado por la vía militar debido a los riesgos que esto conllevó, las muertes registradas y los posibles alcances políticos ulteriores. Incluso el embajador ecuatoriano ante la OEA, Julio Prado, deploró el ``método utilizado''.

El filósofo y escritor español Fernando Savater, señaló por su parte que la violencia normalmente tiende a culminar en forma violenta. Apuntó que ``sería muy de-seable que situaciones violentas tuvieran finales pacíficos, pero no siempre ocurre así''.