La Jornada 24 de abril de 1997

Nexo distorsionado; se obedece más al secretario de Defensa que al regente

Alberto Nájar Ť Cuauhtémoc Cárdenas dio a conocer que existe una relación política ``totalmente inadecuada y distorsionada'' entre la Secretaría de la Defensa Nacional y la policía capitalina, la cual deberá romperse en el próximo gobierno pues provoca que los mandos militares obedezcan más al titular de la Sedena que al jefe del Departamento del Distrito Federal.

Ante estudiantes de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el candidato perredista criticó la participación de soldados en la vigilancia de la ciudad. ``No creo que la militarización de la policía sea una medida conveniente. Se expone al Ejército, como institución, a cumplir tareas que no le corresponden y, además, el contacto con la delincuencia le va a resultar nocivo, porque no existe voluntad entre los jefes policiacos para moralizar a la corporación'', opinó.

``Siempre ha habido militares al frente de la policía'', indicó. El problema ahora es que se estableció ``una relación política totalmente inadecuada'' entre la Sedena y la policía, ``y aunque no se diga abiertamente, al final estos policías y el jefe actual dependen del secretario más que del titular del DDF. Esta es una relación distorsionada''.

Posteriormente, ante preguntas de empresarios del ramo inmobiliario por las invasiones de predios y edificios que realizan organizaciones afines al PRD, Cárdenas Solórzano advirtió que un gobierno perredista no dudará en aplicar la ley a todos, incluso a utilizar la fuerza pública en caso necesario.

El perredista tuvo ayer una jornada intensa, temprano desayunó con la Asociación de Industriales de Vallejo, cuyos integrantes se mostraron preocupados por las trabas burocráticas del actual gobierno, así como por el alto número de marchas que entorpecen la vialidad en la ciudad.

Cárdenas recordó que es compromiso del PRD impulsar todo tipo de inversiones productivas, lo cual implica facilitar los trámites administrativos y combatir la corrupción. Sobre las marchas, puntualizó que la solución no es reglamentarlas, sino que la autoridad salga al paso de los problemas y cuando no correspondan a la capital apoyar en las gestiones con las dependencias correspondientes.

Más tarde, en Ciudad Universitaria, el abanderado del PRD participó en un sencillo homenaje que rindieron los alumnos de ingeniería a Heberto Castillo, posteriormente en su exposición, explicó las razones por las cuales decidió participar en la contienda interna de su partido.

A petición de algunos estudiantes, Cárdenas reiteró su propuesta para descentralizar la tarea educativa al gobierno capitalino; asimismo, rechazó el examen único de ingreso al bachillerato. ``Las autoridades debieran estar preocupadas por garantizar el mayor ingreso a las escuelas que por rechazar a los más que puedan'', indicó.

Empresarios contra Superbarrio

Al mediodía, Cárdenas compartió el pan y la sal con los miembros de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios, a quienes al parecer no les simpatiza mucho el enmascarado Superbarrio Gómez.

En efecto, a lo largo de la reunión hubo constantes quejas contra la actividad de la Asamblea de Barrios y en particular por su oposición a que se ejecuten desalojos o a las invasiones de inmuebles que llevan a cabo. Algunos empresarios pidieron al candidato que definiera su posición frente a la organización, así como la actitud que asumiría en caso de ganar las elecciones.

Si existe una orden judicial en un caso cualquiera, dijo Cárdenas, la autoridad tiene la obligación de acatarla, ``y si no lo ha hecho es porque no quiere. Pero también hay que atender la necesidades, dialogar y cumplir las demandas''. Los empresarios, sin embargo, no quedaron satisfechos y preguntaron si utilizaría la fuerza pública en caso necesario.

Esta vez la respuesta fue directa. ``El gobierno tiene la obligación de hacer valer el estado de derecho'', dijo, y si es necesario recurrir a la fuerza pública para hacer valer la ley ``yo lo haría''.

Luego, uno de los asistentes recordó que durante su mandato en Michoacán promovió una ley inquilinaria que obligaba a cobrar rentas similares al 0.5 por ciento del valor del inmueble.

--¿Aplicaría aquí una legislación similar?

--No. Lo que hace falta es estimular todas las posibilidades de vivienda para arrendamiento y no pensaríamos en hacer un planteamiento como ese. Además, las condiciones de Michoacán en ese momento y el DF, ahora, son muy distintas.