Conpaz: ``desgastar y provocar'' al EZLN, plan oficial en zonas zapatistas
Elio Henríquez, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 23 de abril Ť Con los continuos desalojos, enfrentamientos, encarcelamientos y órdenes de aprehensión contra pobladores de comunidades zapatistas, el gobierno federal pretende ``desgastar y provocar'' al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) para justificar la intervención del Ejército Mexicano, afirmó la Coordinadora de Organismos no Gubernamentales por la Paz (Conpaz).
Advirtió que día con día, a través de la guerra de baja intensidad, la estrategia gubernamental ``va destruyendo más los frágiles intentos de reconstruir el tejido comunitario y de condiciones de vida para la población chiapaneca''.
En el norte de Chiapas. Foto: Frida Hartz
En el Informe y análisis de la respuesta del gobierno a los acuerdos de San Andrés, la Conpaz aseveró que la estrategia politico-militar que en el marco de la guerra de baja intensidad desarrolla actualmente el gobierno federal, ``pareciera intensificar sus esfuerzos para desvincular a las bases y a la sociedad civil de la insurgencia zapatista''.
En los primeros tres meses de este año -en los cuales se agudizó la crisis del diálogo- ``ha sido notorio el avance del gobierno y el Ejército Mexicano en su campaña de penetración sicológica, provocando en algunas zonas temor y cooptación de campesinos a su proyecto'', manifestó el organismo fundado a principios de 1994.
Explicó que esto ha sido posible a través de la ``supuesta y selectiva labor social del Ejército para recuperar su imagen y legitimar su presencia `pacificadora' con la colusión estratégica de las instituciones; la infiltración y creación de organizaciones políticas del Estado para dividir a las organizaciones democráticas y acusarlas de vinculación con el EPR (Ejército Popular Revolucionario) a fin de justificar que el Estado ejerza toda su fuerza''.
La Conpaz dijo que en muchos casos el Ejército Mexicano ``es factor de división en las comunidades'', debido a que hay acercamiento y colaboración con quienes aprueban su presencia, ``polarizando aún más las diferencias entre los grupos''.
En el informe de 13 cuartillas, el organismo señaló que con los hechos violentos ocurridos en Chiapas durante estos tres meses de 1997, se ha evidenciado que la respuesta del gobierno federal al movimiento zapatista no ha sido la de la vía del diálogo para llegar a acuerdos.
Mencionó que en el primer trimestre del año se ha reportado el asesinato de 22 personas, 768 detenciones, 2 mil 419 desplazados por la persecución política y un número indeterminado de heridos y lesionados.
La falta de voluntad para resolver las causas que dieron origen al conflicto de 1994 ha provocado el incremento en la violencia política, sobre todo, contra dirigentes y miembros de organizaciones sociales, trato de delincuentes a quienes expresan demandas e inconformidades de carácter social, militarización y polarización de conflictos intracomunitarios, concluyó.