97 AÑOS
Antonio Vázquez S. Ť A pesar de los augurios de sus detractores y de los rumores que lo llevaron a la tumba en seis ocasiones durante su prolongada ausencia de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Fidel Velázquez llegó a los 97 años de edad. Resguardado por todos los integrantes de su familia, sin actos espectaculares y sin la visita de las grandes figuras de la vida política nacional, el líder cetemista ``la libró una vez más'', según comentaron sus más cercanos colaboradores.
En esta ocasión no llegaron a la residencia del jerarca obrero los más delicados platillos de la cocina mexicana y árabe, que ex profeso enviaban dirigentes sindicales y amigos de la familia para el convivio.
Dieta blanda, agua fresca y un pastel mil hojas --que personalmente entregó en el portón de Sierra Paracaima, Rubén Mayen, líder de los trabajadores de la industria del pan--, integraron el menú con el que se conmemoró el festejo.
Acompañado de su esposa, Nora Quintana de Velázquez, de sus tres hijos Fidel, Guillermo y Nora; de sus nietos Fidel, Daniel, Nora, Ariadna, Iliana y Mariana, el dirigente, oriundo de Villa Nicolás Romero, festejó sus 97 años de edad.
Durante la mañana lo visitó Abelardo Carrillo Zavala. Luego llegó Manuel Cadena Morales. Más tarde su sobrino Luis. Su hermano Gregorio. Su consuegro, el general Alger León Moreno. Sólo los muy íntimos.
Ajenas a la familia Velázquez sólo fueron invitadas dos personas: las esposas de Leonardo Rodríguez Alcaine --Margarita-- y la de Netzahualcóyotl de la Vega --Lolita--.
Aprovechando su asistencia a la comida, la conductora del programa de televisión Hablemos Claro pretendió entrevistar a los nietos del líder cetemista y los jóvenes aceptaron de buen humor. ``Aquí en el jardín. No, no. Mejor en el garage. Permítanme, mejor en el estudio privado''. Y así, poco a poco, Lolita de la Vega casi llega al comedor.
Carlos Castro, esposo de Nora Velázquez Quintana, invitó a los medios que hacían guardia frente a la casa del líder cetemista a pasar. ``Esperen a que termine la señora, y luego siguen ustedes.''
Mientras la esposa del diputado De la Vega buscaba la forma de adentrarse con sus cámaras al domicilio del líder cetemista, sus nietos Fidel, Daniel y Ariadna accedieron a hablar sobre la forma en que habían festejado el cumpleaños de su abuelo.
Con el consentimiento de Carlos Castro --yerno de Fidel Velázquez-- y apenas iniciada la charla, una rolliza y amenazante figura, muy similar a la del líder obrero en sus juventudes, irrumpió. Era su hija Nora. ``Me perdonan ustedes pero los muchachos son menores de edad y no están obligados a declarar. Si ustedes publican algo, los demando. Hagan favor de retirarse''.
Ya de salida, un reportero exigió que se diera a la enviada de Televisión Azteca el mismo trato que se dio a la prensa. Minutos más tarde, iracunda y a bordo de su Grand Marquis, la conductora salió del domicilio del dirigente obrero. Sin más contratiempos, Fidel Velázquez pasó el resto del día en su domicilio.