El proyecto de ley forestal, aprobado con el voto de PRI y AN
Jesusa Cervantes, Georgina Saldierna y Oscar Camacho Ť Con 317 votos en favor del PRI y del PAN, la Cámara de Diputados aprobó ayer la iniciativa de reformas a la Ley Forestal. PRD, PT y diputados ciudadanos se manifestaron en contra argumentando que se afecta la propiedad de las comunidades indígenas y se abre la puerta para que sean despojados de sus tierras.
En un largo debate, el diputado priísta José Roberto Arreola justificó el dictamen señalando que las modificaciones permiten comercializar áreas forestales de la comunidad indígena mediante consenso de su asamblea.
Los perredistas Carlota Botey y Francisco Antonio Bolaños mostraron un documento enviado el 27 de junio de 1995 por International Paper, donde sugiere un nuevo marco legal que estimule el establecimiento de plantaciones para reforzar la industria forestal, por lo cual, dijeron, sólo se pretende beneficiar a las trasnacionales papeleras.
Destacó Carlota Botey que la iniciativa no establece claramente si las comunidades indígenas son propietarias de las zonas y beneficiarias de sus explotaciones o comercialización. Propuso un cambio que indique que son el ejido, la comunidad y los pueblos indígenas quienes ostentan la titularidad.
Los recursos forestales, agregó, son estratégicos para la nación, por lo que los extranjeros no deben tener una participación mayor al 40 por ciento en ellos.
Antes, el petista Ezequiel Flores Rodríguez dijo que la Secretaría del Medio Ambiente debe velar por que el aprovechamiento de esos recursos se haga sin perjuicio de las comunidades indígenas y la ley, añadió, no lo establece así. Demandó también que se reduzca en la iniciativa el privilegio a la comercialización forestal.
Leticia Calzada, del PRD, pidió devolver el dictamen a comisiones, pues ``ataca la propiedad comunal, ya que no establece la tutela a los núcleos de población comunal y ejidal, y va contra los compromisos internacionales de la Cumbre de La Tierra''.
La iniciativa de reformas establece que la propiedad de los recursos forestales corresponde a los ejidos, las comunidades o las personas físicas o morales. No hace referencia a las comunidades indígenas.
Carlota Botey hizo una apasionada defensa para que las comunidades ejidales fueran incluidas en el texto. Les echó en cara a los diputados priístas que el 10 de abril se llamaran defensores del zapatismo, pero con esto, preguntó, ¿dónde queda nuestra revolución, dónde queda Emiliano Zapata y dónde queda nuestra soberanía nacional para defender la tierra?
Recordó que mientras no se apruebe la ley de derechos indígenas seguirán en la indefinición los beneficios de estas comunidades. Y remató: ``malditos, mil veces malditos quienes legislen en contra del pueblo''.
El personaje enmascarado El Ecologista y un grupo de ambientalistas se colocaron con una pancarta en la parte baja de la tribuna. Esto generó un zipizape: los priístas exigían el desalojo del encpuchado; desde la presidencia de la mesa, la perredista Mara Robles negó la petición con el argumento de que no se interrumpía la sesión.
Siguieron las asperezas
El diputado priísta Héctor San Román insistió desde su curul en que se desalojara al enmascarado y sus acompañantes. La perredista le respondió: ``lamento informarle que el reglamento permite que las sesiones sean públicas y que si se abren las tribunas de la parte de arriba, como es reglamentario, con todo gusto les pedimos a quienes no sean diputados que pasen a ese lugar''. De las curules surgió un ¡no! y ¡fuera!, ¡fuera!, ¡fuera! de los priístas, pero Mara Robles, con reglamento en mano, dijo que está permitido abrir las tribunas o galerías, ``lamentablemente, desde hace tres años no se abren''.
La legisladora del PRD pidió al diputado Andrés Bolaños continuar en el uso de la palabra. Nuevamente surgieron gritos de desaprobación, a lo que la presidenta de la mesa dijo: ``entonces vamos a tener que suspender la sesión, porque la intolerancia de los diputados no da para que sea posible una relación ordenada y de respeto entre los legisladores y el pueblo''.
La sesión continuó con la argumentación en contra de Bolaños Bolaños, quien dijo que no existen artículos en la ley que establezcan candados para realizar únicamente plantaciones de monocultivo (eucalipto).
Propuso, en nombre de la fracción del PRD, que se incluyera la posibilidad de realizar plantaciones mixtas y evitar así la erosión de las zonas forestales.
PRD, PT y diputados ciudadanos se manifestaron contra la ley, mas nunca dijeron que incrementa las multas contra sus infractores y que, además, tipifica nuevos delitos.
El artículo 47 de la iniciativa establece 22 infracciones por las cuales se aplicarán multas que van de 50 a 20 mil salarios mínimos, así como amonestaciones, revocación de la autorización, decomiso de las materias primas forestales obtenidas, revocación de la autorización registral y clausura temporal o definitiva de las instalaciones, maquinaria y equipo de los centros de almacenamiento.
El dictamen aprobado permite la creación de plantaciones en superficies de 20 hectáreas, 250 y mayores. Todas deberán contar con un análisis de impacto ambiental.
Autoriza a extranjeros, con el carácter ``terceros'', para establecer plantaciones, si cuentan con la autorización de la asamblea del ejido o de la comunidad. Se requerirá además la opinión del Consejo Técnico Consultivo Regional o Nacional si el proyecto incide en más de una entidad federativa.
Los extranjeros sólo podrán hacer uso de los terrenos una vez que la Semarnap emita su dictamen, luego de conocer la recomendación del consejo técnico.
El debate concluyó con el rechazo para que se devolviera a comisiones y su aprobación en lo general y lo particular.