Romperá la Secofi el dominio de Maseca y Minsa: diputado Solórzano Fraga
Humberto Ortiz Moreno Ť El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) exigió ayer la liquidación de la Compañía Nacional de Subsistencias Populares (Conasupo), porque ``es un aparato burocrático'' cuyo mantenimiento cuesta a la sociedad mil millones de pesos anuales, y otros 6 mil millones en subsidios a la tortilla.
La paraestatal, aseveró, es ``un pesado lastre que fomenta la corrupción y el desvío de recursos económicos y productivos'', incluso hacia economías extranjeras.
Miguel Castro Sánchez, presidente del organismo, denunció el caso de un cuantioso contrabando hormiga de tortilla subsidiada hacia Estados Unidos, cuyo monto ``tranquilamente anda en alrededor de 100 toneladas diarias'' y reditúa ``ganancias fáciles inmoderadas'', pues se expende a dos dólares el kilogramo.
Cada pedido es de 100 a 400 kilos y los envíos salen desde todas las entidades fronterizas mexicanas, llegan a varios estados al otro lado de la frontera y se entregan a domicilio, en grandes paquetes.
Como punto de referencia, explicó que cada familia de la zona centro de la República consume un kilo de tortilla al día, en promedio, mientras que en las zonas fronterizas se consume el doble. Señaló que el problema no es responsabilidad de los fabricantes y será difícil fincar responsabilidades a los contrabandistas --que son ``gente común y corriente que busca completar su ingreso''--, en virtud de la dispersión del subsidio. Ni los restaurantes ni las taquerías lo necesitan, pero disfrutan del ahorro de un peso por cada kilogramo de tortilla, criticó.
Luego de exigir una investigación por parte de la Secretaría de Comercio y de la Procuraduría Federal del Consumidor, pues el fenómeno no es nuevo, se pronunció por otorgar las subvenciones gubernamentales directamente a las clases necesitadas, porque sólo así se evitarán distorsiones y el tráfico ilegal de productos hacia otros mercados.
``Creo que si se hace una encuesta las personas preferirían recibir un bono de compra, un cheque para cambiarlo en cualquier lugar, o hasta una tarjeta de acceso a los cajeros automático'', ironizó Castro Sánchez.
En entrevista posterior a una reunión del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), el dirigente del CNA criticó a la Conasupo:
``Es un aparato burocrático sumamente pesado. Cuesta mil millones de pesos al año mantenerlo y creo que ya es tiempo de que esa distorsión también se corrija con su liquidación''.
La empresa, abundó, ya no tiene razón de ser porque distorsiona los mercados de granos, implica un costo administrativo que el país no puede darse el lujo de sostener y ha concluido la etapa en que la política agraria estaba basada en precios de garantía.
Remarcó: ``No podemos mantener aparatos burocráticos que no tengan sentido eficiente ni un uso de recursos adecuado''.
Sostuvo que las distorsiones provocan desvío de subsidios, por ejemplo, en contrabando de tortilla hacia las fronteras norte y sur, porque ese alimento es mucho más barato en México que en Guatemala o Estados Unidos.
No obstante, reconoció que el precio real del producto debe ser de alrededor de tres pesos.
Castro Sánchez precisó que la solución a este problema sería buscar la aplicación de precios únicos, pero sin dejar de subsidiar a las familias que lo necesiten. Urge, concluyó, aplicar una subvención directa, transparente y efectiva.
Citó el ejemplo del apoyo a la tortilla, que cuesta 6 mil millones de pesos anuales. Si se entregara directamente, aseguró, en lugar de 25 pesos mensuales por cada una de los 30 millones de familias que requieren subsidios, podrían otorgarse 100 o 150 y con un costo administrativo de distribución mucho menor, aseguró.