Largo aplauso de adiós a Figueroa en Bellas Artes
Raquel Peguero Ť Don Gabriel Figueroa, ``el muralista viajero'' como lo llamaba Diego Rivera, fue despedido ayer entre los colores pintados por su amigo guanajuatense, los de Orozco y Siqueiros, en el Palacio de Bellas Artes.
Un largo aplauso, cálido, doloroso, acompañado por el llanto de sus hijos, de sus amigos, de quienes lo querían, fue el colofón al homenaje de cuerpo presente que se le rindió en la mole de mármol. Rostros adustos, cuerpos vestidos de negro, el incesante brincar de los flashazos ante las guardias de honor al lado del ataúd café que lo acogía, llenaron la media tarde del lunes.
El féretro con los restos de Gabriel Figueroa es trasladado después
de un homenaje que se le rindió en Bellas Artes. Foto: Frida Hartz
Las cenizas del maestro, junto a su madre
Walter Reuter fue el primero en llegar a la cita y puntuales asistieron todos para rendirle tributo a Figueroa. Fue un fluir constante de personajes, aunque no muy nutrido, los que asistieron al encuentro de una hora de duración, exacta, precisa, como lo era el ``maestro de la luz'', antes de ser llevado al crematorio de donde saldrán sus cenizas para ser depositadas, hoy, en el Panteón Francés de esta ciudad, donde descansará al lado de su madre, como fue su última voluntad.
En la ceremonia, Carlos Monsiváis fue el encargado de decir unas palabras de despedida (publicadas íntegras en estas páginas), antes de que el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Rafael Tovar y de Teresa, recordara lo que Figueroa expresó cuando recibió el Premio Nacional de Artes en 1971.
Por la mañana, en la agencia de Félix Cuevas donde fue velado, hubo un desfile de amigos y funcionarios que llegaron a expresar sus condolencias. Ahí estuvieron el secretario de Educación Pública, Miguel Limón Rojas, y el vocero gubernamental, Alejandro Carrillo Castro, quienes expresaron que la muerte de Figueroa significa una pérdida inmensa para el cine nacional.
Elena Poniatowska llegó con una sonrisa triste. Dijo: ``era un enorme artista, un hombre íntegro que nos impresionaba a todos. Siempre dijo la verdad, su verdad. Yo lo veía desde 1953 que lo entrevisté por primera vez y lo quería mucho. Lo voy a recordar como uno de los grandes hombres que tuve la fortuna de querer''; Cristina Pacheco con una mirada dolida, expresó: ``nos enseñó a mirar de otra manera el paisaje mexicano. Su vida estaba marcada por su talento y la luz de la inteligencia. Esa misma luz que era su obsesión y para la que buscó y encontró nuevos caminos para mostrar''.
Cuatro actores que trabajaron al lado del príncipe de los camarógrafos subrayaron el rigor de su trabajo: Columba Domínguez, lo recordó con ``su buen humor, sus sugerencias profesionales. Soy parte de su obra y de la de Emilio Fernández''; Silvia Pinal rememoró algo dicho por Tovar y de Teresa: ``los tres grandes del muralismo, eran cuatro, porque Figueroa logró pintar con su luz todo lo que ellos habían hecho en sus murales''. Se va, dijo la actriz, ``uno de los mejores fotógrafos de este siglo, pero nos deja la honestidad de su persona, la rectitud en su trabajo, la colaboración sindical que dio muchos apoyos que le costaron muchas cosas en su vida''.
José Angel Espinosa Ferrusquilla habló de cómo don Gabriel lo cuidaba, cuando filmaron la vida de Heraclio Bernal, ``porque yo no era muy ducho en el caballo''. Le decía: ``Pónte ahí para que te tome y cuando pases de aquel árbol párate, aunque te vayan persiguiendo, no te vayas a caer, porque al fin, ya estás fuera de cuadro''; Héctor Bonilla comentó: ``era interesante trabajar a su lado, tenía un gran sentido del humor, era humilde y en su trabajo sumamente exigente. Si no le gustaba la toma, la paraba y nos regañaba''.
Prepara homenaje la Cineteca Nacional
Aunque la comunidad cinematográfica en pleno no se volcó a homenajear este día al maestro de la foto, sí llegaron algunos de sus representantes: los directores, Jorge Fons, Carlos Carrera, José Luis Ibáñez, Sergio Olhovich, Ernesto Rimoch; los actores Daniel Giménez Cacho, Beatriz Aguirre, Julieta Egurrola. También estuvieron María Luisa Mendoza, Paulina Lavista, Tomás Pérez Turrent, Leonardo García Tsao, David Antón y Héctor Azar, entre muchos más.
Los homenajes para Figueroa comenzarán a poblar el espacio. Desde la proyección de sus filmes en las televisoras privadas, hasta el que prepara la Cineteca Nacional para junio próximo. Ese mes habrá una retrospectiva, mesas redondas y una muestra de sus fotografías que tan cuidadosamente preserva su hijo, Gabriel Figueroa Flores.