La Jornada 30 de abril de 1997

El nombramiento de Joaquín Coldwell no termina con el empantanamiento en Chiapas: Episcopado

Salvador Guerrero Chiprés Ť La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) envió a la presidencia de la República, a través de la Secretaría de Gobernación, y al Vaticano, mediante la nunciatura, el reporte de observación de los siete obispos que visitaron Chiapas y escucharon las irregularidades que privan en la región y que pobladores atribuyen al Ejército federal y a grupos paramilitares, y quienes denunciaron el ``apoyo preferente'' de las autoridades a ``grupos afines al poder''.

El secretario general del organismo, Ramón Godínez, informó lo anterior y expresó el ``anhelo de todos los obispos'' a que se retome el diálogo de San Andrés.

Ante esa expectativa de la Iglesia católica mexicana, dijo, ``no todos responden''.

Los obispos, plantea la CEM, ``estamos comprometidos en la construcción de la paz y no podemos permanecer indiferentes ante ningún dolor y sufrimiento humanos'' aunque, aclaró Ramón Godínez, ``no pretendemos olvidar que los protagonistas son los chiapanecos''.

En un llamado a recuperar ``la riqueza de la fe'', a reconocer la diversidad de culturas y minorías que hay en Chiapas, así como la responsabilidad compartida tanto del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) como del gobierno, el también obispo auxiliar de Guadalajara afirmó que el nombramiento del nuevo negociador, Pedro Joaquín Coldwell, no termina con ``el empantanamiento'' del diálogo.

El Ejército federal otorga a la población servicios sociales selectivamente y como cobertura para realizar labores de investigación, según los testimonios recogidos por los obispos que visitaron Chiapas, encabezados por Sergio Obeso, presidente de la CEM, entre el 12 y el 16 de abril como parte de la Comisión para la Paz y Reconciliación en Chiapas.

``Se nos dijo que algunos militares propician la prostitución y hostigan a la población civil, y que ésta no puede desarrollar su vida normal, tener libre tránsito, sembrar y cosechar sus tierras... que no respetan a las mujeres. Por otra parte, se nos dijo que hay comunidades que sienten seguridad con la presencia y los servicios del Ejército'', establece el informe.

En entrevista, Godínez planteó que ante ese panorama es necesario apelar a la fe y a la verdad para comprender que ``la situación de injusticia que se vive en Chiapas es responsabilidad de todos por la parte que tenemos de pecado''.

Destacó que la paz incluye construir más caminos, escuelas y clínicas, pero que no se agota ahí ni tampoco en la necesaria dotación de maestros y médicos. Involucra, dijo, una distribución más equitativa de la tierra específicamente para Chiapas.

Monseñor Godínez reiteró el respaldo de la CEM a las instancias mediadoras Conai y Cocopa, y reiteró la solicitud de la Iglesia católica de que los medios de difusión venzan la tentación de escandalizar y se conviertan ``en voz de los indefensos sin magnificar aquello que destruye la convivencia social'', a modo de que sitúen ``el valor supremo de la verdad como condición para la paz''.