La Jornada 30 de abril de 1997

Ningún ultimátum de EU en la lucha antidroga: Zedillo

Elena Gallegos, enviada, Atlanta, Georgia, 29 de abril Ť El gobierno de México no ha recibido ningún ultimátum de Estados Unidos para que ``reforme'' su lucha contra el narcotráfico, pero si ello llegara a suceder se rechazará ``de manera enfática y contundente'', dijo el presidente Ernesto Zedillo.

Después externó su confianza en que durante la visita del presidente estadunidense Bill Clinton éste refrende su respeto por México, en el marco del ``nuevo entendimiento'' que ambos países han construido, que ha sido puesto a prueba, pero ha salido airoso de la misma.

Entrevistado por los participantes en la Conferencia Global de la cadena de noticias CNN, Zedillo descalificó a quienes hacen generalizaciones sobre la corrupción de las policías en México y comentó: ``Mi consejo a otros países es que hagan frente a ese hecho, reconociendo que no es posible tener narcotráfico si no existe en esa sociedad y en sus instituciones cierto grado de corrupción. De modo que lo mejor que se puede hacer es reconocerlo. México lo hace y esa es la diferencia''.

El tema de Chiapas llegó a Atlanta

El Presidente de la República abordó a lo largo de su participación en el foro distintos temas de la situación mexicana, entre los que no faltó Chiapas. Descartó cualquier posibilidad de que haya una salida violenta, porque ``no creo en ella para ningún asunto''. Aseguró además que su compromiso sigue siendo el de alcanzar la paz a través de la negociación, pero aclaró que ésta ``no puede ser cualquier negociación, debe corresponder a los intereses nacionales y soberanos de la mayoría de los mexicanos''.

Explicó que por distintas circunstancias la otra parte en la mesa de negociaciones --el EZLN-- ha decidido interrumpir las pláticas, por lo que mostró su deseo de que en algún momento ``haya una reconsideración y podamos seguir adelante'' el proceso de diálogo. Según Zedillo, el gobierno ha estado en todo momento dispuesto a escuchar.

La entrevista fue conducida por la periodista colombiana Patricia Juniot y difundida en las emisiones noticiosas de la cadena CNN, que se transmiten a cerca de 200 países. Durante la plática Zedillo respondió también preguntas relacionadas con la actual coyuntura política que vive México.

Sobre ésta, señaló: ``Puedo decir hoy, con plena confianza, que el aspecto de legalidad no es una cuestión de importancia en los comicios que vivirá México. Lo fundamental es quién habrá de ganar y ese es el significado de la democracia''.

El primer mandatario volvió a referirse a la reforma política, que hace que la contienda electoral cuente con reglas definitivas, mejores instituciones y nuevas prácticas con las que los mexicanos forjan una nueva cultura política de auténtico pluralismo, de debate e intensa competencia, ``incluso algunos que no hace mucho tiempo tenían desconfianza en nuestras elecciones, hoy están en campaña con la confianza de que las pueden ganar''.

Estableció que su objetivo es lograr que México llegue a la normalidad democrática, pues ``abrigo mucha confianza y tengo un enfoque muy positivo respecto a la democracia en mi país''.

Antes de la sesión de preguntas y respuestas, el presidente Zedillo leyó un texto de 17 cuartillas en el que resumió la situación económica, política y social de México, y en el que hizo una férrea defensa del Tratado de Libre Comercio (TLC) apoyándose en los resultados que éste ha arrojado en América del Norte.

Dijo que, desde su firma, el comercio entre México y Estados Unidos se ha incrementado en 68 por ciento. ``Como lo ha señalado el profesor Paul Samuelson, premio Nobel de Economía, a la vista de la sólida evidencia: la libreta de calificaciones del TLC debe llevar puros nueves y dieces''.

El Presidente llegó muy temprano al conjunto que alberga las impresionantes instalaciones de CNN y del hotel Omni en esta ciudad. Ahí desayunó con los ejecutivos de Time Warner y Turner Broadcasting. Entre ellos, los magnates Ted Turner --con él Jane Fonda, que motivó suspiros y nostalgias-- y Jerry Levin. Estuvieron además el gobernador de Georgia, Zell Miller, y el alcalde de Atlanta, Bill Campbell, entre otros. Después, el primer mandatario se trasladó al estudio donde se efectuó la entrevista.

Patricia Juniot presentó a Ernesto Zedillo como ``un líder al que la historia pone permanentemente a prueba; asumió el poder cuando las repercusiones del crimen de Luis Donaldo Colosio aún se sentían; tuvo que aplicar una medicina amarga para remediar la crisis que se conoció como efecto tequila y que con las elecciones está a punto de destapar una olla de grillos''.

También señaló que su talante sereno ``no nos da la impresión de que Ernesto Zedillo está sentado sobre un volcán político'' o que tomó duras medidas para que el país no se desmorone.

Varias de las preguntas hechas al presidente Zedillo giraron sobre el problema de las drogas, uno de los temas espinosos en la agenda México-Estados Unidos, e incluso le pidieron que aclarara si efectivamente el gobierno de Bill Clinton había puesto un ultimátum para reformar la lucha contra el narcotráfico:

--Quiero dejar claramente asentado que el gobierno de Estados Unidos nunca ha dado al gobierno de México un ultimátum en ninguna materia, por lo menos no ha sido el caso durante mi mandato.

Aquí precisó que la reorganización y limpia en la Procuraduría General de la República (PGR) se hizo por decisión propia desde que asumió la Presidencia. ``Cuando nombré a mi primer procurador general las instrucciones principales y fundamentales que recibió fueron las de efectuar un barrido en toda la institución; lamentablemente esto no se efectuó en los términos en los que originalmente emití esas instrucciones y cuando tomé la decisión de cambiarlo, nuevamente la instrucción al señor (Jorge) Madrazo Cuéllar fue la de rehabilitar a la mencionada institución y eso no lo ha sugerido el gobierno de Estados Unidos''.

Recordó que el procurador habló de que se van a aplicar medidas realmente ``draconianas, de modo que ustedes tendrán la oportunidad de ver esto en los próximos días, porque el trabajo básico se ha completado y esto vamos a anunciarlo''.

Más adelante, uno de los reporteros punzó: ¿Qué pasa si en ninguna de las instituciones policiacas se puede tener confianza? Zedillo refutó: ``En toda fuerza policial se puede encontrar algún elemento que traiciona sus responsabilidades, pero eso no le permite a usted efectuar generalizaciones. Muchos policías mexicanos han dado su vida en esta lucha. Desde luego hay corruptos, estamos haciendo todo lo posible para acabar con esa situación, pero es un hecho que hay policías muy valientes''.

Momentos antes, durante la lectura de su texto, el Presidente había insistido en que democracia y economía abierta sólo pueden florecer en un estado de derecho, por lo que refrendó que continuará trabajando para que, más pronto que tarde, nadie en México pueda sentirse por encima de la ley, sin importar su riqueza, jerarquía o poder. ``El procesamiento judicial de notorias personalidades es ya una característica sin precedentes de mi gobierno y yo estoy decidido a seguir adoptando toda medida, dentro de mis facultades constitucionales, para fortalecer el estado de derecho y combatir la impunidad. Se trata de una batalla por la seguridad y los valores morales de nuestras familias y se libra en muchos frentes, pero ninguno es más urgente que el de la lucha contra las drogas y la impunidad''.

Otro de los temas que acaparó preguntas fue el referente a la visita del presidente Bill Clinton a México. Antes de las interrogantes sobre el asunto, Zedillo lo había definido como un ``estadista de gran visión y carácter. Valoramos mucho su extraordinario y valioso esfuerzo por conciliar los intereses legítimos y genuinos de su país, con una política basada en el respeto hacia México como nación soberana. Apreciamos aún más su respeto y su solidaridad, porque ha sabido mantenerlos en momentos de prueba. Incluso ante la ruidosa crítica de notorias voces de su país. Una y otra vez su confianza en México ha probado ser correcta''.

Por eso señaló que durante su encuentro en México, espera se reafirmen los principios de respeto mutuo. ``Quiero mostrar al mundo que entre México y Estados Unidos, a pesar de algunos incidentes, periodos y episodios que lamentablemente se producen de vez en cuando, de críticas a México, en lo fundamental hay cooperación, respeto y amistad''.

¿Qué acuerdo en concreto se dará?, le insistieron: ``Espere a la semana que viene para que no adelantemos las noticias''.

Antes de regresar a México, el Presidente se reunió con miembros de la Reserva Federal de Atlanta, encabezados por el director ejecutivo Jack Guynn. Ahí hizo un recuento de las medidas tomadas para superar la crisis, no sin antes señalar que ésta se produjo porque en el 94 ``perdimos de vista ciertos aspectos de nuestra economía. Nos enfrentamos a un problema de solvencia. Cometimos errores''.

Finalmente abundó sobre la situación política y dijo que las circunstancias en México han cambiado a tal grado que ``anteriormente se decía que el Presidente no podía ser tocado... actualmente todo es distinto''.