La Jornada 6 de mayo de 1997

5 acuerdos en la binacional

David Aponte Ť Las agencias policiacas del Departamento de Justicia de Estados Unidos participarán en la elaboración de los sistemas de ``escrutinio'' para los nuevos agentes antinarcóticos mexicanos y en la capacitación de los mandos de la nueva Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Salud de México, según un acuerdo alcanzado entre los procuradores Jorge Madrazo Cuéllar y Janet Reno.

La secretaria de Estado, Madeleine Albright, ofreció a las autoridades mexicanas 6 millones de dólares para las tareas de restructuración del nuevo organismo antidrogas mexicano, capacitación y equipamiento. En la breve reunión del Grupo de Contacto de Alto Nivel, el procurador Madrazo no dio una respuesta inmediata, pero asumió el compromiso de estudiar la iniciativa.

El canciller José Angel Gurría informó que la PGR y el Departamento de Justicia establecieron diversos acuerdos para la conformación de la Fiscalía Antidrogas, ``que tienen que ver con el proceso de preparación de los preparadores, es decir, para poder llevar a cabo el sistema o procedimiento de escrutinio, de selección cuidadosa de los hombres y mujeres que van a estar participando en esta lucha contra el narcotráfico''.

Madeleine Albright dijo que el gobierno de Washington daba la bienvenida a la decisión de las autoridades mexicanas de reconstruir esta fuerza nacional para la lucha contra las drogas. ``Y eso va a requerir una selección y análisis muy cuidadoso del personal, utilizando todos los instrumentos pertinentes. En nuestra opinión, el presidente (Ernesto) Zedillo está decidido a aliviar y resolver este problema. Nosotros lo aplaudimos y lo ayudaremos en todo lo que podamos'', señaló.

La DEA, sin pistolas

Antes de la inauguración de la 14 reunión de la Comisión Binacional México-Estados Unidos, los jefes de las diplomacias de ambos países dialogaron en privado sobre las atribuciones de los agentes de la agencia antinarcóticos estadunidense (DEA) adscritos a territorio mexicano.

Sobre el particular, la secretaria Albright insistió en la necesidad de que los oficiales porten armas. El canciller Gurría Treviño rechazó la idea y ofreció ampliar el número de agentes.

Los diplomáticos evidenciaron sus diferencias en una conferencia de prensa conjunta. ``Ellos tienen que mantener el enlace con sus homólogos mexicanos. Ellos no están aquí para realizar operaciones. No obstante, los agentes de la DEA y sus homólogos mexicanos están sujetos al peligro de su función misma, y de esto hablamos el ministro (sic) y yo hace unos minutos. Por ende, debemos trabajar conjuntamente para garantizar su seguridad'', expuso Albright.

La delegación estadunidense tiene más interés en proteger las vidas de los agentes antinarcóticos, que aumentar su número. Es muy importante que ellos estén protegidos en el desempeño de sus funciones, agregó.

En contraparte, Gurría recordó la negativa del presidente Zedillo a que los agentes porten armas, y habló de elevar el número de los oficiales de la DEA, no por simple ``capricho o presión de un país a otro'', sino para mejorar la coordinación y los enlaces con sus contrapartes de México.

La titular del Departamento de Estado dio una salida diplomática frente a los cerca de 200 periodistas acreditados para la Binacional:

``Bueno, a mí me resultaría muy difícil contradecir al Presidente de México... Este es un tema en que tenemos que trabajar de manera conjunta. Todos comprendemos la dificultad del trabajo, de la labor que se desempeña y por ende es importante encontrar la vía que permita proteger a aquéllos que realicen dicha labor''.

Servicio secreto con rifles de asalto

De vestido azul rey, con mascada amarilla, Madeleine Albright llegó a Tlatelolco a las 12:56 horas, escoltada por media docena de camionetas repletas de agentes del servicio secreto y asesores del Departamento de Estado.

A las puertas de la torre, el canciller Gurría recibió a la diplomática estadunidense, quien descendió de un Cadillac plateado. Los miembros de la escolta acomodaron sus camionetas en la calle Flores Magón. En sus vehículos portaban rifles de asalto R-15 y metralletas Uzi, para la protección de los funcionarios estadunidenses.

Después de consultas privadas en la torre de Tlatelolco, Gurría y Albright dieron a conocer a la prensa que ambos gobiernos habían llegado al acuerdo de crear un mecanismo de consulta en materia de tráfico de armas y otros temas de carácter multinacional, así como algunos convenios para la preparación de los nuevos agentes antinarcóticos mexicanos, alcanzados entre la PGR y el Departamento de Justicia.

--¿Quién hará la inspección o análisis detallado del personal que se ocupará a alto nivel en la lucha contra los estupefacientes en México? ¿Estarán participando el FBI, la CIA o la DEA? --preguntó una periodista estadunidense.

Albright expresó que Washington apoya la decisión mexicana de reconstruir la fuerza nacional contra las drogas, y que Estados Unidos dará soporte con lo que sea necesario. Gurría Treviño mencionó que el Departamento de Justicia participará en la preparación de los mandos de la nueva Fiscalía Antidrogas y en el diseño de los sistemas de selección del personal.

``Hemos solicitado a varios países del mundo que nos apoyen con personal y equipo especializados, con objeto de que podamos pasar por la curva de aprendizaje más rápido y que podamos configurar la nueva institución, con todo su personal, lo más pronto posible'', matizó el canciller mexicano.

Durante la conferencia de prensa los diplomáticos también se refirieron a la necesidad de reforzar la intercepción marítima, ahora que los narcotraficantes utilizan las antiguas rutas del Caribe y el Pacífico.

La cooperación tendrá lugar con pleno respeto a la soberanía de ambos países, atajó Gurría.

La droga, la hidra del mal

En la inauguración de la 14 reunión de la Comisión Binacional, la secretaria de Estado pronunció un discurso sobre los logros y avances de la relación bilateral, el tema de la democracia, el narcotráfico y la migración.

``Juntos estamos trabajando con las fuerzas de la democracia y la ley en nuestros países en una batalla contra la hidra malvada de las drogas, la corrupción, el lavado de dinero, el tráfico ilegal de armas y el crimen organizado. Mi gobierno aplaude el compromiso personal del presidente Zedillo y del gobierno de México para cooperar con nosotros en esta lucha'', expresó.

El gobierno de Estados Unidos también apoya los pasos tomados por las autoridades mexicanas para tipificar como crimen el lavado de dinero y facilitar la extradición de delincuentes, agregó Albright.

En la Sala Magna de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Gurría Treviño habló de la necesidad de resolver los problemas de manera conjunta y evitar que las diferencias afecten la buena marcha de la relación bilateral.

Por ejemplo, ``constituiría una tragedia para nuestros países que los narcotraficantes se fortalezcan como resultado de una asignación irritante y estéril de culpas entre nosotros'', citó.

Del tema migratorio, reiteró las preocupaciones mexicanas respecto de la ley antinmigrante conocida como Acta de 1996, sobre todo que la aplicación vaya a provocar actas de discriminación y violación de los derechos laborales y humanos de los migrantes mexicanos.

Gurría concluyó su texto:

``Mexicanos y estadunidenses somos los únicos responsables de nuestra frontera común. En nuestras manos está convertir ese espacio en una área de progreso y bienestar compartido; una frontera que es el punto de encuentro entre dos de las culturas más vigorosas del continente y dos pueblos de carácter bien definido que buscan convivir de manera productiva y amistosa''.

Durante la sesión inaugural, las partes firmaron acuerdos y protocolos de cooperación bilateral, uno de ellos en materia de combate al lavado de dinero. Las conclusiones de la reunión serán entregadas hoy a los presidentes Ernesto Zedillo y Bill Clinton.

En Tlatelolco, al término de los trabajos de la Binacional, se habló con insistencia del traslado del subsecretario Juan Rebolledo Gout a la embajada de México en Washington, en sustitución de Jesús Silva Herzog.