Las ilustraciones de Francisco Toledo para el Nuevo catecismo, publicado por Era, no siguen exactamente los lineamientos requeridos para adherir imágenes, pongamos por caso al Catecismo de Ripalda que hoy día algunos lectores piadosos consideramos outdated. Son 15 láminas las que se reproducen en esta versión corregida y aumentada del Catecismo de 1982, tres de las cuales son de nueva factura y tres más no se incluyeron en la edición princeps, un libro numerado de colección al que poquísimos fieles tuvimos acceso, si bien Siglo XXI publicó los textos en la mencionada versión de 1982. Tengamos en cuenta que en ambos casos se trata de un catecismo novohispano, retrospectivamente ideado para promover la evangelización en el siglo XVI. Dado el número de sectas que inevitablemente surgen siempre que se aproxima ya no el finisiglo, sino en este caso el finimilenio, se hizo necesaria la revisión teológica de los textos fundadores y su ampliación.
El Nuevo catecismo está al alcance de cualesquiera y contiene axiomas y aforismos que nadie en su sano juicio debiera ignorar. Por tal razón transcribo algunos, no sin antes advertir que el teólogo posmoderno encargado de la revisión advierte lo siguiente sobre sus concienzudos estudios: ``noche tras noche copié con malicia las enseñanzas supremas, discurrí y rectifiqué palabras, líneas, giros piadosos, puliendo mi maniobra... Muchos sólo aguardan mi muerte para iniciar mi beatificación''. Yo arguyo que ésta puede iniciarse en vida, es más ya se dieron los primeros pasos mediante una entrevista realizada por el canal 2 y transmitida durante los pasados días santos con los que concluyó la Cuaresma. La entrevistada fui yo. Veamos pues:
``Agazapada en el Catecismo, la Doctrina falsa, tan asombrosamente semejante a la original, siguió infiltrándose en los corazones y originó la ola de impiedad que hoy nos devora''. (El lector avezado puede darse cuenta de que el mismísimo Dostoievski sostuvo tal tesis en el capítulo sobre El gran inquisidor de Sevilla).
``¡Cómo calan las supersticiones en hombres (y mujeres) cuyo único poder es el poder mismo!''
``Fallaron las cosechas, se demoraron los créditos, en la región se aposentó la hambruna y de un momento a otro no hubo qué llevarse a la boca. Y hubo quien fingió agonía con tal de engullir una hostia''. ``A los justos los pierde el elitismo; a los pecadores los manipula El imperio de los sentidos (la conversión a itálicas es mía) y no hay verdad mayor que ésta: santo que no es visto no es adorado'' (itálicas del autor)
``Los demonios que vences con regularidad se llaman pulsiones de la libido, a los dragones que enardecen tu soledad puedes decirles traumas, el amor por tu celda no es sino una vulgar claustrofobia, las alucinaciones que emergen desde lo profundo a la altura de tus ojos empavorecidos no son sino proyecciones. ¿Para qué, Señor, para qué se me explicó que Satán es, si algo, apenas un pozo inexplorado de cualquier espíritu, el inconsciente de siglos venideros? (Tengamos en cuenta que estos pensamientos premonitorios del léxico psicoanalítico provienen de un monje del siglo XVI que tenía presentimientos freudianos. Pero parece que Caín también los tuvo, antes de asesinar a Abel, se dice que con una quijada de burro. Pues Abel era lógicamente una proyección de Adán. Ya antes Abraham había experimentado pulsiones no fratricidas ni parricidas, sino filicidas. En realidad se vio muy frustrado cuando el ángel le detuvo el brazo para impedir el degollamiento de Isaac. Caravaggio y Rembrandt entendieron muy bien la situación en sus respectivas interpretaciones iconográficas sobre el tema).
``Triunfo de la templanza, falla de la concupiscencia. A nadie se le ocurre transgredir la norma si le presuntan de inmediato la cuenta'' (esto se llama ``aritmética de la consciencia'' y se encuentra en el capítulo sobre El Pecado que no conseguía ocultar a su Penitencia, dado lo cual ``Así no se puede'' dijo el Pecado y renunció a su empeño. Satisfecha, la Penitencia presentó un informe y obtuvo el ascenso deseado. Obsérvese que el autor consciente o inconscientemente hace una analogía entre Penitencia y Penitente palabra que en el castellano del siglo XVI equivale a un tonto de capirote.
``El ángel (otro ángel, no el de Abraham) y el demonio citaron a una conferencia de prensa''. Yo entiendo que lo hicieron para dirimir la cuestión de los halos. Porque el halo, ese signo distintivo de la santidad, tomó la costumbre de nunca posarse donde debía.*
* Citas textuales tomadas de Monsiváis, Carlos. Nuevo catecismo para indios remisos, láminas de Francisco Toledo. México, Era, 1996.