La Jornada 6 de mayo de 1997

México dependerá más de EU si no explota su gas natural: Gershenson

Gustavo Castillo García Ť Si Petróleos Mexicanos (Pemex) no desarrolla y explota nuevos yacimientos de gas natural, como el del Golfo de California, México podría establecer una excesiva dependencia de Estados Unidos debido a las importaciones que se realizan de ese energético, sobre todo para abastecer el noroeste del país, afirmó el asesor de la Comisión de Energéticos de la Cámara de Diputados, Antonio Gershenson.

El también catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México explicó que lo anterior se debe a que no existen gasoductos que transporten el producto desde el interior del país y que el abasto se lleva a cabo desde Estados Unidos.

Antonio Gershenson indicó además que la dependencia con Estados Unidos podría darse en los próximos años, debido a tres causas que permiten prever un aumento sustancial en la demanda de gas natural.

Sostuvo que pese al aumento en la inversión para extracción de gas natural que ha realizado Pemex, conforme a los planes actuales la producción no alcanzaría a cubrir la demanda de los próximos años.

``Las causas se localizan en la conversión a gas de las plantas generadoras de electricidad en las llamadas zonas críticas en materia ambiental como Guadalajara, Monterrey y todas las ciudades fronterizas con Estados Unidos; en la conversión a gas de numerosas industrias que deberán cumplir con normas ambientales más rigurosas que entrarán en vigor el próximo primero de enero, como consecuencia de los acuerdos ecológicos relacionados con el Tratado de Libre Comercio (TLC), y la construcción de redes de gasoductos en unas 20 ciudades que ha estado concursando la Comisión Reguladora de Energía y que surtirán del producto a industrias y zonas habitacionales que actualmente no cuentan con ninguno de los dos servicios'', dijo.

Las previsiones anteriores llevan a un aumento explosivo en la demanda de gas natural, porque para la industria es menos contaminante, más eficiente, menos peligroso y más fácil de adquirir que los combustibles a los que normalmente sustituye como el gas LP, combustóleo en calderas y otros.

El catedrático mencionó que en los próximos años el gas natural se convertirá en un combustible estratégico, no por la salida de divisas que representará su importación, sino porque su distribución hacia México implicaría presiones para el gobierno federal.

Indicó que el monto de la importación de gas no superará lo obtenido por la venta de petróleo crudo, por lo que no es de temerse una presión de esa naturaleza, sino porque con ello mucha de la industria instalada en la zona noroeste podría quedar varada.

``El mayor problema lo enfrentará el noroeste, porque allí no existen hidroeléctricas ni gasoductos de abasto nacional que atenúen la carencia.

``En esa zona el grueso de la industria y de la economía dependerá en el futuro del abasto de gas, porque sin él, lo que no se detenga de manera directa por falta del combustible se parará por la carencia de electricidad que se generará con gas natural, una vez que todas las plantas termoeléctricas se hayan convertido'', señaló.

El fuerte incremento en las importaciones, que necesariamente deberán provenir de Estados Unidos, implican el riesgo de una dependencia estratégica, pues si se interrumpe el abasto desde ese país por causas políticas o económicas ajenas al gobierno mexicano, se paraliza la economía, dijo.

Sin embargo, destacó, Pemex puede contribuir a enfrentar el problema desarrollando y explotando los yacimientos de gas que existen en el Golfo de California, y aumentando su eficiencia en el uso del gas, ya que la empresa es el primer consumidor de gas en el país.

Lo anterior queda demostrado con los datos contenidos en la Memoria de Labores 1996, en la cual se menciona que la paraestatal produce 2.7 millones de barriles de gas seco al día y consume para procesos internos más de un millón de barriles, mientras sus ventas a nivel nacional alcanzan 1.63 millones.

Indicó que ``el aumento previsto por Pemex para los próximos cuatro años sólo cubriría la demanda de las plantas eléctricas convertidas a gas y de las nuevas plantas en proceso de concurso o construcción''.