Cesados del INCD marchan contra el dominio militar en la lucha antidrogas
Juan Manuel Venegas Ť Los militares ``siguen dominando'' en la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Salud, y todo hace indicar que, ``como ocurrió desde la llegada de Jesús Gutiérrez Rebollo, el que sigue mandando aquí es el secretario de la Defensa Nacional, Enrique Cervantes Aguirre'', advirtieron varios agentes y trabajadores administrativos que ayer realizaron una mani- festación en protesta por la separación de sus puestos a más de mil 100 empleados.
Unas 200 personas, entre agentes policiacos y personal administrativo, llevaron a cabo la protesta frente al edificio de la fiscalía, en la que también dijeron que la Procuraduría General de la República (PGR) pretende obligarlos a firmar una carta de aceptación de su renuncia, antes de realizar los exámenes que preparó el Centro de Control de Confianza.
Entre miércoles y jueves, a más de mil 100 trabajadores de lo que fue el INCD les impidieron ingresar al edificio que alberga a la nueva fiscalía y, según dijeron, durante la movilización, realizada ayer por la mañana, ``lo que pretenden las autoridades es alejarnos y, una vez que se cumpla el plazo de ley, despedirnos por abandono de trabajo''.
No creen en la promesa de que en los próximos dos meses ``todos'' serán llamados a cumplir con las cinco pruebas que se establecieron para ingresar a la fiscalía. ``No podemos creer en ese compromiso, cuando la PGR nos está obligando a firmar una carta en la que, voluntariamente, aceptemos renunciar, en caso de que no aprobemos uno de los cinco exámenes'', subrayó Jorge Acosta, jefe de Operaciones de la Dirección de Erradicación de Cultivos Ilícitos de la fiscalía.
En cuanto a la presencia de los militares en el organismo encargado del combate al narcotráfico, Rosario Blanco, de la Dirección de Apoyo Logístico, dijo que, ``desde que la milicia llegó, acabó con el trabajo que venían desarrollando agentes y comandantes del ex INCD con verdadera experiencia en la lucha contra el crimen organizado''.
Muchos militares, agregó, que llegaron con el general Gutiérrez Rebollo ``siguen ocupando los puestos de dirección, y a ellos se vienen agregando otros militares que ni siquiera cubren con el requisito de presentarse a los exámenes'' (médicos y de aptitud física, toxicológicos, psicológicos, de entorno social y situación patrimonial y de poligrafía).
Otros agentes, que prefirieron omitir sus nombres, opinaron que no sólo los mandos militares en la fiscalía no cumplen con las pruebas, ``sino los mismos soldados rasos que han traído para remplazar a los agentes antinarcóticos. Llegan esos soldados a ocupar nuestras plazas y, sin embargo, de ellos nada dice el procurador Jorge Madrazo Cuéllar, que si de verdad tiene algún interés, debería vigilar la forma en que están llegando los militares a la fiscalía''.
Apuntaron que esta situación ``nos hace pensar que aquí sigue mandando el secretario de la Defensa Nacional, general Enrique Cervantes Aguirre, quien desde el nombramiento de Jesús Gutiérrez Rebollo como comisionado del INCD se encargó de todos los demás nombramientos que recayeron en militares''.
Por otra parte, manifestaron su malestar por que ``todas las acusaciones de corrupción que nos han hecho a los agentes federales y el maltrato de que estamos siendo objeto crecieron a raíz de que un militar, el general Gutiérrez Rebollo, fue descubierto en sus ilícitos''.
No es justo -dijeron- que ``toda la sociedad nos acuse y se olvide de que Gutiérrez Rebollo ya era corrupto antes de llegar al INCD; que su fortuna malhabida la hizo cuando era jefe de la Quinta Región Militar de Jalisco, que cuando llegó al INCD a dirigirnos ya venía con sus contactos con el narcotráfico. Nadie se acuerda de eso y pareciera que quieren concentrar toda la corrupción en una sola institución''.
Asimismo, pidieron a los medios de comunicación que ``publiquen lo que realmente pasa en México. Ustedes siempre remarcan que los agentes somos corruptos, pero no toman en cuenta que la verdadera corrupción, la que hace daño al país se genera en los altos mandos, entre los altos funcionarios a los que nadie toca.