La Jornada 15 de mayo de 1997

Arresto o despido a los 28 uniformados que se fugaron de la agencia 50 del MP: Salgado

Miriam Posada García Ť Policías que estuvieron detenidos 11 horas en la agencia 50 del Ministerio Público narraron cómo tuvieron que correr al momento de ser ``liberados'' por las autoridades judiciales para no ser aprehendidos por granaderos militares que los esperaban afuera del edificio de Arcos de Belén con el fin de trasladarlos al Torito.

A su vez, el secretario de Seguridad Pública, Enrique Salgado Cordero, afirmó que ya no habrá más detenciones, pero que los 28 agentes que abandonaron el martes por la noche las instalaciones de la agencia 50 serán arrestados en cuanto se presenten en sus sectores; de lo contrario se iniciará el proceso para expulsarlos de la corporación.

La detención en el Campo Militar 1

``Todos estábamos tranquilos en el entrenamiento y de repente nos empezaron a vocear. Cuando llegamos a donde nos llamaban encontramos con varios militares vestidos de policías soldados y otros hombres vestidos de civil. Nos mandaron por un túnel en donde nos identificaron con fotografías que no nos dejaron ver. Luego otros militares que estaban vestidos de zorros nos sacaron por la puerta 8 del Campo Militar en un microbús''.

Al salir, dijeron los policías --quienes solicitaron guardar su identidad por temor a más represalias--, los esperaban agentes del Grupo Especial de Reacción Inmediata, quienes los trasladaron a la agencia 50 a bordo de una camioneta.

Los 28 policías detenidos en ese momento llegaron a la agencia a las 11 horas del martes. Allí fueron repartidos en dos cuartos ``que al parecer estaban en el sótano del edificio. Todo el tiempo nos estuvieron presionando psicológicamente con cosas como `te vas a ir a la cárcel, debes un homicidio'. Pero no sufrimos agresiones físicas y sí nos dejaban ir al baño''.

Los agentes de la delegación Gustavo A. Madero señalaron que inicialmente trataron de obligarlos a que firmaran un papel en el que aceptaban que un solo abogado los representara, pero se negaron y pidieron que les permitieran llamar a un particular --no del Jurídico de la Secretaría de Seguridad Pública, porque ``en vez de ayudarnos siempre nos perjudican más''-- y a alguien de su entera confianza.

Al principio dijeron que sí, ``pero cuando llegaron los abogados y nuestros parientes no dejaron pasar a nadie''; tampoco tuvieron representación de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal sino hasta horas más tarde. ``Según los del Ministerio Público, tenían que tomarnos las declaraciones rápido y querían que uno solo declarara en representación de todos, pero eso no era posible porque cada quien tenía cosas que decir. Por eso nos declararon a uno por uno, había muchos tomando declaraciones hasta en computadoras portátiles''.

Para comunicarse a su casa una secretaria les pedía el número telefónico; ella marcaba y les preguntaba con quién habían hablado. Asimismo, les tomaron sus datos generales, su domicilio y con quién viven, por lo que ahora temen agresiones contra sus familiares.

``Nunca nos mostraron las supuestas fotografías con las que nos identificaron, pero sí nos fotografiaron con un cartón con el número de averiguación. Y nos dijeron que estábamos acusados de motín por la jefa del sector Tepeyac, Esperanza Galicia, ex comandante del Agrupamiento Femenil, y por el jefe del sector Tizoc, Jaime Pablo Mendoza Alvarez, pero no nos leyeron sus declaraciones''.

Alrededor de las 22 horas les informaron que como no había flagrancia ni elementos para mantenerlos detenidos quedarían en libertad bajo las reservas que marca la ley. Luego fueron trasladados a la puerta posterior del edificio de Arcos Belén, en donde tiene su sede la Policía Judicial.

El camino de salida estaba marcado por una valla de policías del GERI y de Fuerza de Tarea zorros. Después de ellos estaban los ``granaderos militares con armas de alto poder, que nos esperaban para subirnos a un microbús y llevarnos al Torito. Nuestras familias ya lo sabían, pero les habían dicho que eso era falso, que nos iban a llevar con el secretario de Seguridad y que ellos podían seguir el microbús para acompañarnos''.

Sin embargo, al momento de salir los familiares rodearon a los recién liberados, se rompió la valla, hubo un jaloneo y entre la confusión los 28 policías tuvieron que echarse a correr. ``Ahora no podemos regresar a nuestra casa porque en cualquier momento nos pueden detener. Dentro de unos días tenemos que regresar al entrenamiento y seguramente nos van a arrestar, por eso tenemos que ir preparados''.

Ningún desaparecido

Salgado dijo que no hay ningún policía desaparecido, pero que en cuanto los agentes se presenten a trabajar serán detenidos, ``porque tienen que cumplir con un arresto de 24 horas''. En relación con la ``fuga'',afirmó que en efecto los granaderos estaban esperando a los policías para trasladarlos al Torito, pero para evitar un enfrentamiento se les indicó que no intervinieran.