La Jornada 15 de mayo de 1997

Defiende Gurría la estrategia antidroga de EU

David Aponte y Andrea Becerril Ť El canciller José Angel Gurría defendió ante senadores y diputados la política antidrogas estadunidense: ``La verdad es que si vemos con cuidado las noticias, constantemente recibimos información respecto de que se atrapa a miembros de bandas de narcotraficantes en Estados Unidos, algunas con vínculos del lado nuestro o en Colombia o el Caribe, en Centroamérica y, obviamente, con un componente norteamericano importante en cuanto a la distribución''.

A nivel nacional, aseguró, México continuará con su labor contra los capos de la droga y la corrupción gubernamental. ``Los escándalos lamentablemente son el resultado de limpiar la casa; pero si ese es el precio, vamos a tener que seguir'' con ellos.

De tal manera que la batalla contra el narcotráfico continúa, advirtió.

En una reunión de trabajo con las comisiones de Relaciones Exteriores, de Defensa y Educación de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, aseguró también que México no aceptó condicionamientos en los acuerdos antinarcóticos bilaterales ni autorizó el ingreso de embarcaciones de la Armada de Estados Unidos en aguas territoriales mexicanas, para la intercepción de grandes cargamentos de estupefacientes.

El jefe de la diplomacia mexicana dijo que es muy positivo que los gobiernos de ambos países hayan elevado a nivel político el tratamiento del combate a las drogas, porque antes estaba en manos de policías. Sin embargo, hoy el manejo lo tienen los políticos y el general retirado Barry McCaffrey, jefe de la oficina de control de drogas de la Casa Blanca, ``persona de más influencia, de más peso y además un estadista''.

Antes, aseguró, las autoridades de México y Estados Unidos afrontaban un gran riesgo: ``teníamos en manos de policías el tema más explosivo, más delicado de la relación bilateral, lo teníamos en el fondo en manos del director de la DEA (Thomas Constantine) y de su contraparte en México''.

Durante el encuentro de poco más de tres horas, los representantes del PRD centraron sus preguntas en los acuerdos en materia de drogas, y pusieron en duda la capacidad de Estados Unidos para la detención de los capos que operan en el vecino país. Los del PAN criticaron que el presidente Bill Clinton no acudió al Senado, como lo han hecho otros jefes de Estado y de gobierno. Los del PRI manifestaron su rechazo al proceso de certificación y a ``las medidas unilaterales con pretensiones extraterritoriales''.

Gurría habló cerca de dos horas. Hizo una defensa de la política antinarcóticos de Estados Unidos, y justificó la inasistencia de Clinton ante el Poder Legislativo mexicano, debido a su lesión en la rodilla.

Sobre el primer tema, aseguró que las autoridades estadunidenses sí han capturado a los jefes de las bandas de distribución de drogas. Ese es uno de los temas más importantes de la cooperación bilateral. Los gobiernos tienen que trabajar juntos, ``de otra manera el fenómeno nos va a ir comiendo uno por uno, incluyendo a Estados Unidos'', continuó.

Por otra parte, agregó, el gobierno estadunidense ha logrado una reducción en el número de personas que consumen estupefacientes. No obstante, el fenómeno entró a una fase delicada porque ha alcanzado a los menores de edad de esa nación.

En relación con las labores de intercepción, comentó a los legisladores que las partes han logrado significativos avances en la parte aérea. En la práctica, han eliminado los grandes vuelos. Ante esa situación, los cárteles han trasladado sus operaciones a la vía marítima, que es mucho más compleja.

Los barcos pueden trasladar grandes cantidades de droga. En esa parte, aprovechó para hablarles en inglés: ``... Un barco lleva cientos y los más grandes algunas veces hasta miles de containers (contenedores) y, obviamente, en cualquiera de ellos puede estar ubicada la carga. Eso presenta retos hacia delante muy importantes''.

No obstante, dijo que México no autorizó, ni siquiera discutió con Estados Unidos, la posibilidad de que embarcaciones de su Armada puedan entrar a aguas mexicanas en operativos antinarcóticos.

La solución contra el fenómeno de las drogas no está en los condicionamientos, las recriminaciones o las certificaciones. La única respuesta es la cooperación, añadió.

El canciller reiteró que el gobierno mexicano no está de acuerdo con la creación de fuerzas multilaterales o multinacionales en el combate al narcotráfico, derechos humanos u otros temas de la agenda internacional. México cree en la cooperación internacional, pero una fuerza de esta naturaleza, argumentó, constituiría una violación a los principios de soberanía y jurisdicción territorial.

Los legisladores panistas pidieron a Gurría aclarar los reportes sobre el aumento de agentes de la DEA en la zona fronteriza. El funcionario confirmó la acreditación consular de 21 o 23 oficiales antinarcóticos estadunidenses, quienes tendrán su residencia en Estados Unidos y podrán cruzar a territorio mexicano para labores de intercambio de información e inteligencia.

Sobre las acusaciones de corrupción mexicana, aceptó que el asunto del general Jesús Gutiérrez Rebollo representó un ``accidente mayúsculo''. Pero las autoridades mexicanas van a continuar ``limpiando la casa'' a pesar de los escándalos locales e internacionales.