La Jornada 18 de mayo de 1997

Ante trabajadores capitalinos, demanda acabar con ``las complicidades del charrismo sindical''

Alonso Urrutia Ť En el patio del Teatro del Pueblo y ante cerca de 500 trabajadores de los tres poderes de gobierno de la ciudad, Cuauhtémoc Cárdenas sostuvo que la ciudad reclama terminar con las complicidades del charrismo sindical. ``Requerimos un sindicalismo independiente, sin injerencia gubernamental, pero también responsable para enfrentar los problemas de la ciudad''.

Largo día de campaña que lo llevó del Centro Histórico a Polanco, hasta donde fue a encontrarse con una amplia diversidad de vecinos. En el centro de la gran carpa que albergó a la multitud, un convidado inesperado en los mítines perredistas: el otrora abad de la Basílica, Guillermo Schulemburg, que recibe uno de los primeros saludos del candidato.

Prolongado encuentro con el perredista entre ácidas críticas al PRI del Auditorio y los reclamos de la discrecionalidad del gobierno que autoriza proyectos como el tren elevado. En respuesta, Cárdenas calificó de absurda la pretención de un transporte elevado en avenidas centrales de la ciudad, ``como si en los Campos Eliseos de París o la Quinta Avenida de Nueva York se pretendiera semejante proyecto''.

El nuevo gobierno de la ciudad --ofertó el perredista-- no puede avalar proyectos que sólo sean negocios de empresas y no están planeados en función del impacto social y urbano que pueden traer. Por ello, dijo, es más conveniente impulsar el Metro.

Al término del acto, Cárdenas fue entrevistado sobre las críticas que le hiciera su contendiente priísta, Alfredo del Mazo, así como las alusiones a la violencia perredista:

--¿Cuál es su opinión respecto de lo que dijo sobre que el PRD y usted representan la violencia y la intolerancia?

--Quien tiene esa calidad moral no me merece ninguna respuesta. Es lo único que puedo decir --respondió Cárdenas.

--¿Aun así va a debatir?

--Quien tiene el cinismo de expresarse así no merece más que el desprecio de cualquier gente decente. Eso es todo.

A propósito del debate, su representante en las negociaciones preparatorias, Armando López Fernández, dijo que se están afinando detalles sobre los temas. Se estima que la duración podría ser de una hora si hay un moderador u hora y media si son más de uno.

Por la mañana, Cárdenas escuchó las críticas y las exigencias de los trabajadores de gobierno. Cuestionaron el charrismo del sindicato del DDF y el cacicazgo de Fernando Espino Arévalo, en el sindicato del Metro.

--¿Dicen que es muy su amigo, por lo que Espino Arévalo conservaría su poder en el sindicato del Metro.

Cárdenas dijo que ninguna persona que pretenda perpetuarse en las direcciones sindicales y utilice métodos clientelares podrá tener acercamientos con el gobierno democrático.

Posteriormente fue a Polanco a reunirse con cerca de 800 vecinos. Casi dos horas de intercambio de posturas; demandas al nuevo gobierno perredista de poner fin a la discrecionalidad oficial y acabar con el influyentismo, entreverados por música popular y la conducción de Germán Dehesa.

De Polanco, fue a encontrarse con vecinos de otra zona residencial, Paseos de Taxqueña. Casi un centenar de comensales que le exigen más seguridad, combate a la contaminación ambiental y gobierno democrático.

La tarde fue dedicada a las zonas populares de Coyoacán. En la Unidad Fovissste de Miramontes. Casi mil 500 colonos que entre huapangos y fuerte viento aguantan media decena de discursos que conjugan sus quejas sobre el abandono de la responsabilidad de las autoridades delegaciones a la unidad so pretexto de que es juricción del organismo de vivienda.

Por otra parte, el regente Oscar Espinosa accedió a dialogar con el presidente del PRD capitalino, Armando Quintero, para analizar los seis asaltos cometidos contra instalaciones del partido a lo largo de la campaña.

El perredista informó que durante la plática exigirán al funcionario que, sin aplicar ningún operativo especial de vigilancia, se garantice la seguridad en las oficinas del PRD.