La Jornada 23 de mayo de 1997

Vaticano: la seguridad nacional de EU ``orienta'' la política demográfica en AL

Salvador Guerrero Chiprés, enviado, Monterrey, NL, 22 de mayo Ť El Pontificio Consejo para la Familia consideró indispensable que en todo el continente americano ``se luche a nivel político para defender la justicia de la Iglesia'' y se coloque a la familia como centro del amor. Convocó a demostrar que ``son exagerados'' los datos demográficos empleados por los gobiernos de la región para justificar la planificación familiar y el uso de anticonceptivos, y a mostrar que ``el amor y la sexualidad en el matrimonio y la familia'' son el ``único modelo verdadero''.

Durante el segundo día de trabajos del Congreso Latinoamericano con el tema Sexualidad humana: verdad y significado, participantes de Polonia, Australia, Venezuela y Honduras subrayaron que mientras la transición democrática abre nuevas posibilidades ``en los medios y en la política'' para la defensa de valores como la ``castidad, la fidelidad, el matrimonio y la responsabilidad``, se acumulan evidencias de que las preocupaciones de seguridad nacional de Estados Unidos y los intereses de compañías transnacionales determinan la orientación de la política poblacional en América Latina.

El obispo Peter Elliot, teólogo del Pontificio Consejo para la Familia, fundado en 1981, criticó ``el nuevo maniqueísmo de los paganos'' para quienes --dijo-- el control de la natalidad y la lucha contra el sida son ``pretexto'' para imponer un modelo de crecimiento demográfico impuesto por las potencias y para que los individuos banalicen la sexualidad.

Los enviados del Vaticano, encabezados por el cardenal Alfonso López Trujillo, presidente del consejo mencionado, promovieron el documento emitido por la Santa Sede que con el mismo nombre del congreso plantea, también, que ``los homosexuales deben ser acogidos con respeto, dignidad y delicadezas'', además de que ``también están llamados a la castidad''.

Elliot, teólogo oficial, planteó abiertamente que es necesario participar en ``la lucha política'' y la ideológica en medios de difusión que actualmente desalientan los valores de la sexualidad integrada al compromiso espiritual y matrimonial promovido por el papa Juan Pablo II.

El funcionario del Estado Vaticano criticó que en las reuniones de El Cairo y Pekín sobre población se defendiera ``la curiosa cuestión de género'' en la cual las feministas, dijo, ``buscan presentarse como escuela de liberación del peso de la fertilidad y separarse de la que consideran la esclavitud de la maternidad''

Las feministas ``se aliaron con los neomalthusianos --para quienes debe imponerse un límite desde los estados al crecimiento de la natalidad en correspondencia con la escasez de recursos-- y junto con otros sectores, agregó, ``defienden un hombre y una mujer sin Dios''.

Propuso a los presentes, directivos de escuelas, organismos sociales, algunos con enlaces internacionales, prepararse para disolver la demagogia que atribuyó a quienes defienden el control de la natalidad ``con datos de fuentes seguras'', sugirió acrecentar la presencia de los padres en la definición del ámbito educativo y desarrollar cuadros expertos que difundan la información y las ideas de la familiaù

En contraposición a las posturas asumidas por el gobierno mexicano a través del Consejo Nacional de Población (Conapo), Elliot expresó: ``la familia clásica es el modelo, a partir de una alianza matrimonial; lo demás no puede ser considerado familia''.

En un hotel donde las habitaciones sencillas tienen un costo de mil 350 pesos por noche, en los límites de esta ciudad con el municipio de San Pedro Garza García, 250 personas pertenecientes a diversos organismos antiabortistas y cercanos a la jerarquía católica nacional y vaticana escucharon al director general de la Asociación Mundial para la Familia y la Educación (AMFE), Carlos Sánchez Ilundaran, decir que la Fundación Mexicana para la Planeación Familiar (Mexfam) ``es el principal centro de corrupción sexual'' en este país.

Sugirió que tras la visita de Hillary Clinton a las instalaciones de ese instituto se concedieron, por medio de la ONU, 75 millones de dólares como muestra de la subordinación de la política de planificación a los lineamientos del gobierno de Estados Unidos.

Miembros de congregaciones religiosas, clérigos y mujeres que dirigen hogares de los sectores más pudientes de la entidad que genera el mayor producto interno en el norte del país, fueron informados de que en 1993 casi 55 por ciento de las parejas en edad fértil acudió a algún mecanismo de control de la natalidad.

Gregorio Kaszak, moralista oficial del Pontificio Consejo para la Familia; Alberto Castellanos, director del Instituto Juan Pablo II; Jacques Soudeau, médico oficial de la misma instancia vaticana, entre otros, replantearon un escenario antiabortista y opuesto a expresiones de sexualidad distintas a las que son validadas por la alianza matrimonial: aminoraron la descalificación de los homosexuales, asumieron que la sexualidad y sus intensidades son válidas, pero solamente en el matrimonio y como parte del desarrollo espiritual, llamaron a generar un amplio activismo en favor de la difusión de información e ideas que contengan ``la conspiración sistemática'' contra la familia y sus valores.

Por otra parte, Jorge Serrano Limón, presidente del Comité Nacional Pro Vida, organismo corresponsable de la organización del congreso, reiteró las mismas distancias y exclusiones de otros años, sin dejar de ser uno de los individuos más aplaudidos: ``el GIRE, el Frente de Maternidad Voluntaria y el grupo de las Católicas por el Derecho a Decidir son instituciones proabortistas, sacaron un librito donde dicen que hasta la Virgen María fue consultada si quería ser madre'', se quejó.

Criticó la publicidad que se hace de conceptos que intentan suavizar la realidad del aborto llamándole ``interrupción del embarazo''. Reconoció que esos conceptos y los relativos a la sexualidad ``hedonista'' han avanzado en el ámbito católico.

Aseguró haber estado presente en la reunión en que el presidente del Banco Mundial, J.T. Preston, en El Cairo, afirmó que si los gobiernos que predominantemente acuden al financiamiento internacional no disminuían su tasa de natalidad serían marginados de aquél.