La Jornada 29 de mayo de 1997

Soldados de élite, tanquetas y naves artilladas, en la zona; sigue el cerco en comunidades

Maribel Gutiérrez, corresponsal, El Guanábano, sierra de Atoyac, 28 de mayo Ť Las operaciones del Ejército Mexicano por aire y tierra para perseguir a un grupo del Ejército Popular Revolucionario en esta parte de la sierra de Atoyac,

siguieron hoy, como continuación del combate de ayer, que se prolongó desde el medio día hasta las 19:30 horas, al principio con una intensa balacera y después con fuego intermitente.

En el área, el Ejército desplegó hoy un grupo aerotransportado de fuerzas especiales, integrado por unos 150 efectivos militares de élite, además de helicópteros artillados, unas 14 tanquetas y tropas a pie que se distribuyeron en los caminos de terracería, en el monte, en los alrededores de las comunidades y en las huertas para la persecución del grupo armado.


Convoy militar en actividades de vigilancia en Rincón de las
Parotas.
Foto: Francisco

Los integrantes de la columna del EPR (que en la información de la Secretaría de la Defensa Nacional no ha sido identificado y se les menciona como ``los agresores''), se replegaron al monte, en un terreno accidentado y pedregoso, con barrancas de vegetación escasa. La lluvia de mediana intensidad que cayó anoche borró sus huellas.

En el lugar del enfrentamiento, a las 13 horas de hoy, fue levantado por el agente del Ministerio Público de Tecpan de Galeana el cuerpo de uno de los integrantes del grupo armado que cayó ayer a las 19:30 horas, según las estimaciones. El otro fue levantado anoche y ambos trasladados al Servicio Médico Forense de Atoyac.

Los dos combatientes portaban fusiles AK-47 y vestían pantalón y camisola verde olivo tipo militar, botas negras y mochila, uno tenía un paliacate rojo en el cuello, de 28 años aproximadamente, y el otro un paño de franela azul con orificios para los ojos, de unos 35 años de edad. No han sido identificados.

En el área de operación de las tropas no hubo este día enfrentamientos, pero siguen los retenes y el despliegue militar. Por la tarde otras siete tanquetas subieron por la ruta que va de Cacalutla a El Quemado, en donde se localizan las comunidades Poza Honda, Poza Verde, La Neblina y El Guanábano.

Las cinco comunidades estuvieron hoy sitiadas por las tropas, que impidieron el paso de vehículos particulares y de pasajeros a la región. En retenes establecidos a un kilómetro de la carretera federal, y cerca de El Guanábano, los militares revisaron a las pocos campesinos que solicitaron el paso para ir a sus parcelas por algún motivo impostergable.

En general, los habitantes de cinco poblados de esta entrada a la sierra no salieron de sus hogares. Las familias que ayer al medio día, y después de manera intermitente durante la tarde, escucharon el tiroteo de los combates, se encerraron en sus casas, atemorizadas. Sólo se asomaban desde los patios, observaban el paso de los vehículos militares por el camino y el sobrevuelo de los helicópteros.

Habitantes de Poza Honda, Poza Verde, La Neblina y El Guanábano coinciden en que no tienen conocimiento del grupo armado que ayer se enfrentó con las tropas.

Pero a la orilla del camino, a unos dos kilómetros del punto del enfrentamiento, se observaron en grandes piedras pintas recientes, hechas con carbón, que dicen: ``Viva el EPR''.

En esta región, lo que se recuerda es que el pasado 5 de enero un grupo de eperristas realizó una asamblea en Poza Honda, donde los encapuchados se reunieron con más de cien personas y les hablaron de los objetivos de su movimiento armado. También recuerdan que explicaron que luchaban para ayudar a los pobres. Después de esa fecha sólo han circulado rumores sobre la presencia de los eperristas en otros pueblos de la región, como El Quemado.

Militares que se encontraban entre Las Neblinas y El Guanábano comentaron que ayer fueron emboscados por el grupo agresor cuando transitaban por la carretera en dos vehículos. Una de esas unidades, Hummer, que fue retirada esta tarde, tenía destruido el parabrisas por impactos de bala AK-47. ``Fue una emboscada, nos estaban esperando para atacar'', dijo uno de ellos.

A pesar de su hermetismo, algunos militares que estuvieron ayer en el enfrentamiento aseguraron que no fueron dos, sino uno solo, que se prolongó duranete más de siete horas, durante las cuales el intercambio de fuego se dio en intervalos.

La columna del grupo armado permaneció en el mismo lugar desde las 12:15 horas de ayer hasta que se dio el último tiroteo, a las 19:30 horas, y no fue localizada por los militares a pesar de que acordonaron el área y utilizaron helicópteros y avionetas para disparar desde el aire.

De acuerdo con las investigaciones del Ministerio Público, uno de los integrantes del grupo armado murió a las 19:30 horas, en el último cruce de fuego. Según la Sedena, en ese momento efectivos del Ejército que se acercaron a recoger al primer soldado caído, Abad Noyola Calderón, fueron atacados por segunda vez y cayeron el teniente de infantería Angel Ríos Reyes y el sargento segundo Javier Alvarez Rojas.

Otra hipótesis es que los eperristas habían bajado para abastecerse de alimentos, y de manera casual chocaron con los militares.

En el lugar del enfrentamiento se encontraron restos de alimentos regados a la orilla del camino, como una caja de pan, huevos, pedazos de carne seca, bolsas con harina y arroz, al lado de casquillos de bala de AK-47.

El agente del Ministerio Público que realizó el levantamiento esta tarde en el lugar de los hechos, Efrén Mendoza Ortiz, dijo que por los objetos encontrados en el lugar se puede pensar que el enfrentamiento de ayer se dio de manera casual, cuando el grupo que se enfrentó con los militares bajó a abastecerse de comida.

Ni en el lugar, ni en los uniformes de los muertos se encontró alguna insignia del EPR, pero el funcionario no descartó que se trate de esa organización, por la forma como ocurrieron los combates, el lugar y por las características de los dos combatientes muertos del lado del grupo armado. Aseguró que esta no es zona de narcotraficantes y otros grupos de delincuentes armados no atacan a las tropas del Ejército.

Encerradas en sus casas, familias de Poza Verde, Poza Honda, La Neblina y El Guanábano señalaron que ayer escucharon la balacera al medio día. Después vieron que llegaban helicópteros y avionetas, que dispararon desde el aire hacia el cerro de Poza Honda, y muchos vehículos con soldados. La familia Pano Zárate, de El Guanábano, afirmó que en la tarde escucharon balaceras en diferentes momentos y vieron que los helicópteros sobrevolaron el área hasta que oscureció y regresaron hoy al amanecer.