Bánzer, adelante en Bolivia; irá a una segunda vuelta
Ansa, Reuter, Afp, Dpa, Efe y Ap, La Paz, 1o. de junio Ť El general Hugo Bánzer, quien gobernó Bolivia con mano dura durante la década de setenta, ganó este domingo las elecciones generales de acuerdo con las proyecciones provisionales, pero deberá pasar por una segunda ronda en el Congreso junto con el otro candidato que más votos haya obtenido para que sean los legisladores quienes elijan a la persona que gobernará al país durante los próximos cinco años.
Bánzer, de la derechista Acción Democrática Nacionalista (ADN), ganó los comicios con 25 por ciento de los votos, insuficientes, sin embargo para llegar direc- tamente a la presidencia de la república, informó la red privada Bolivisión con base en una encuesta a pie de urna.
El informe ubicaba en segundo lugar al ex presidente Jaime Paz Zamora, del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), con el 17.5 por ciento de los votos, seguido muy de cerca por el populista Ivo Kuljis, de la Unión Cívica Solidaridad, con 16.7. El candidato del oficialista Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), Juan Carlos Durán, se ubicaba en cuarto lugar, con 15.9, según la misma encuesta, que otorgó el quinto lugar a la candidata Remedios Loza, del populista Conciencia de Patria, con el 11.8 por ciento.
Al no haberse un ganador por mayoría absoluta, el próximo presidente será elegido en agosto entre los dos más votados.
En la primera entrevista concedida a la televisión tras conocer los resultados de las encuestadoras, Bánzer anunció un gobierno de respeto a las leyes y los derechos humanos, y ratificó su promesa de atender las necesidades de los pobres.
Hablando como virtual presidente electo, el militar retirado anunció que su gobierno buscará pacificar al país mediante el diálogo y la concertación, pues los últimos años se caracterizaron por constantes tensiones sociales y conflictos ente gobierno y sindicatos, regiones y gobierno.
No obstante, admitió que un gobierno constitucional implica responsabilidades que no son las mismas que cuando no se gobierna en democracia.
Sobre su gobierno de facto, Bánzer dijo que el pueblo ha olvidado que en esa época gran parte del mundo vivió enfrentado, y puso como ejemplo Argentina, Uruguay y Chile, y añadió que Bolivia no fue la excepción. ``Actuamos con autoritarismo, lo reconozco, pero no había otra forma''.
Recordó que en su último acto de gobierno, el 21 de julio de 1979, pidió perdón a los bolivianos cuando fue derrocado por el general Juan Pereira.
El ganador de las elecciones criticó también al presidente saliente Gonzalo Sánchez de Lozada, quien anunció que no aceptará una cátedra en Harvard, sino que se quedará en Bolivia para ``fregar al próximo gobierno''. Bánzer dijo que ahora espera los resultados oficiales para decidir con qué partidos buscará conformar una coalición que le permita gobernar en los próximos cinco años, a partir de la transmisión del mando, el 6 de agosto. El Congreso que designará al nuevo presidente se instalará dos días antes.
Gobierno de facto
Bánzer llegó al poder en 1971 mediante un golpe militar con el apoyo de las fuerzas armadas y de los partidos MNR y Falange Socialista Boliviana, luego de derrocar a otro presidente de facto, Juan José Torres, asesinado en esa década en la capital argentina.
Durante su régimen, 14 mil 750 personas fueron arrestadas por sus ideas políticas, otras 19 mil 140 salieron al exilio y más de 200 murieron, entre ellas casi un centenar de campesinos que se resistieron en 1974 a un duro paquete de medidas económicas antipopulares, según datos de la oficina de derechos humanos.
Presionado por los militares, abandonó el gobierno en 1978 para fundar ADN dos años más tarde con el apoyo de empresarios y dirigentes conservadores. El ex dictador intentó durante 18 años de democracia --interrumpida dos años por sucesivos golpes militares entre 1980 y 1982-- inscribirse en la lista de los demócratas y participó como tal en cinco elecciones, de las que ganó una en 1985, aunque no pudo alcanzar el poder porque el Congreso decidió otorgar la cinta presidencial a Víctor Paz Estenssoro.
Los comicios se efectuaron en un ambiente de relativa tranquilidad, al registrarse la explosión de una carga de dinamita en el recinto electoral de una zona popular de la afueras de La Paz sin que se registraran víctimas, pero sí daños menores a una escuela cercana.
El ataque fue atribuido por la policía al magisterio, que el viernes anunció marchas en la capital y había exhortado a votar en blanco y romper la papeleta. A consecuencia del atentado fue detenida la máxima dirigente de los maestros de La Paz, Vilma Plata. Otras cinco personas fueron arrestadas por la presunta sustracción de nueve papeletas de sufragio que pretendían vender a un partido político. Igualmente, militantes de dos partidos se enfrentaron con armas de fuego luego de que integrantes del MNR destrozaron propaganda del MIR.
El saliente mandatario aseguró que no teme un eventual juicio de responsabilidades ante el Congreso por su gestión, como anunciaron sectores opositores al acusarlo de ejecutar una política de apertura neoliberal que habría afectado a la soberanía nacional. Sin embargo, reconoció que durante su gestión no logró derrotar la pobreza, la corrupción ni el narcotráfico, pero dijo que hubo avances en el combate contra estos problemas.
Dijo haber ganado muchas batallas pero no la guerra, al afirmar que la privatización de empresas estatales, la asignación de recursos a las regiones y el pago de un bono anual de 248 dólares a las personas que cumplieron 65 años de edad, son algunas de las medidas aplicadas para combatir muchos de los males que aquejan al país andino.
Los observadores de la OEA sugirieron una reforma a la ley electoral boliviana al término de las elecciones, a fin de evitar algunas deficiencias observadas, y en los próximos días formularán a las autoridades algunas propuestas.