Nuevo dinamismo en puertos, señaló Zedillo en el Día de la Marina
José Gil Olmos, enviado, Ensenada, BC 1o. de junio Ť Durante la celebración del Día de la Marina, el presidente Ernesto Zedillo refrendó el compromiso con la soberanía nacional y ``las causas de prosperidad económica, justicia y democracia del pueblo mexicano''.
Al concluir la gira de este fin de semana por los estados de Chihuahua y Baja California, gobernados por el Partido Acción Nacional, y en los que entregó recursos por más de 350 millones de pesos, el primer mandatario insistió en el cambio estructural de los puertos marítimos iniciado hace tres años.
Desde entonces, dijo a inversionistas de la industria marítima y portuaria, se ha incrementado la eficiencia de dichos puertos con la intervención del sector privado y la decisión gubernamental de descentralilizar la administración.
En la ceremonia donde encabezó el 80 aniversario de la nacionalización de la marina mexicana, Zedillo aseguró que ``gracias a los cambios emprendidos, hoy nuestros puertos son activos centros de inversión y de construcción de obras para mejorar y extender sus servicios''.
Asimismo, aunque sin dar cifras, indicó que la inversión privada permitirá duplicar para 1998 el número de muelles para cruceros.
Nueva época portuaria con los cambios legislativos y administrativos
Según el primer mandatario, los cambios administrativos y legislativos en la materia que él ha promovido han abierto ``sin lugar a dudas, una nueva época en la historia de nuestros puertos; una historia de nuevo dinamismo que es parte y al mismo tiempo impulsa la consolidación de nuestra recuperación y del crecimiento económico que está en marcha''.
Frente a las autoridades marítimas y empresarios reunidos en el Centro Cultural Riviera del Pacífico, el Ejecutivo federal recordó que en 1996 la carga marítima ascendió a más de 206 millones de toneladas y el número de pasajeros transportados rebasó los 6 millones. Cantidades, afirmó, que superan respectivamente en 11 y 6 por ciento las cifras de 1995.
Sostuvo que los cambios en materia portuaria son integrales, y como ejemplo citó la promoción de un sistema de transporte multimodal que integra los puertos con medios terrestres en ciudades como Celaya, San Luis Potosí, Progreso, Huehuetoca y Lagos de Moreno.
En ese sentido, el primer mandatario habló de una ``nueva cultura de seguridad que busca disminuir el número de accidentes y actos ilícitos, aumentar la eficiencia del sistema y brindar confianza a los usuarios''.
De la Armada de México destacó su responsabilidad de preservar la soberanía nacional, vigilando los recursos marítimos, y contribuir al estado de derecho.
Antes, a bordo de la fragata Netzahualcóyotl, el presidente Ernesto Zedillo navegó sobre las aguas de la bahía de Ensenada en compañía de los secretarios de Marina, José Ramón Lorenzo Franco, y de la Defensa Nacional, Enrique Cervantes Aguirre, y pasó revista a miembros de las fuerzas armadas que lo saludaron desde buques cañoneros, helicópteros y aviones de la Marina.
Durante una hora que duró el periplo, por aire y agua, las fuerzas de la Armada de México mostraron su adhesión al primer mandatario de continuar trabajando por la salvaguarda de la soberanía nacional.
La ceremonia que anualmente se realiza en algún puerto de los litorales contiene altos signos de alianza castrense.
Los altos mandos acompañan en todo momento al presidente de la República en su calidad de jefe supremo de las fuerzas armadas y, a bordo de una nave, le ofrecen una demostración del trabajo que realizan diariamente.
Acompañado por miembros de su familia -en esta ocasión tres de sus cinco hijos- el mandatario civil pasa revista a la tropas armadas y, además, les ofrece una corona de flores que lanza desde la cubierta de lazo hacia altamar, en honor a la memoria de los caídos en el deber.
Desde la proa, en un sitio llamado ``magistral'' del buque, el presidente de la República observa la liturgia de adhesión de las fuerzas armadas.
La soberanía, ratificada
En algunas ocasiones se muestran simulacros de tiro desde los aviones, helicópteros y lanchas, en otras sólo se pasa revista a los marinos, como sucedió ahora.
Al concluir la ceremonia, Zedillo ratificó, como todos los presidentes lo han hecho desde que se realiza esta ceremonia hace 55 años, la defensa de la soberanía nacional.
Así lo hizo desde el comienzo del día. En el malecón de Ensenada además ratificó el servicio de la Armada al informar que se invirtieron 130 millones de pesos para el desplazamiento de las instalaciones de la Secretaría de Marina para que se extendiera el malecón de Ensenada, al cual, además, se destinaron directamente 8 millones de pesos.
Antes de partir, Zedillo dijo que con estas inversiones Ensenada dejará de ser la cenicienta del Pacífico para convertirse en la princesa, para que le conozcan los turistas nacionales y extranjeros.