La Jornada 3 de junio de 1997

En la 37 Asamblea General, consenso contra la certificación

Efe, Reuter, Dpa, Ap, Ansa y Afp, Lima, 2 de junio Ť Las críticas al proceso de certificación que unilateralmente aplica Estados Unidos, el sorpresivo planteamiento mexicano sobre el reingreso de Cuba al sistema interamericano y el bloqueo estadunidense contra ese país, así como la globalización, fueron temas que predominaron este lunes en la Asamblea General de la OEA, efectuada en Lima.

La mayoría de los países latinoamericanos se pronunciaron contra la certificación empleada por Washington en la lucha contra el narcotráfico, durante la primera sesión de la 27 asamblea de la OEA. Por lo menos 28 países firmarán un documento que ha hecho circular Belice en rechazo a ese mecanismo, cuestionado por los gobiernos latinoamericanos y del Caribe por considerarlo una intromisión en los asuntos internos de los Estados, además de que Washington no ha logrado frenar el consumo interno de drogas, por lo cual, aseguran, no tiene autoridad para calificar.

Los cancilleres de México, Belice, Colombia, Brasil y Honduras criticaron duramente a Estados Unidos y reflejaron su malestar en torno a las leyes que la Casa Blanca pretende imponer con efecto extraterritorial, como la ley Helms-Burton.

En contrapartida, Tomas McLarty, jefe de la delegación estadunidense, dijo que la certificación es una comprensible y soberana reacción de funcionarios oficiales electos que procuran que los dólares del contribuyente estadunidense vayan a países que cooperan plenamente en la lucha antidrogas.

McLarty añadió que a través de un profundo diálogo con los vecinos del hemisferio, Estados Unidos será capaz de conseguir una mejor coordinación y el éxito de los esfuerzos colectivos.

Tras la elección del canciller peruano, Francisco Tudela, como presidente de la Asamblea General, el primero en tomar la palabra fue el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el uruguayo Enrique Iglesias, quien afirmó que la modernización económica de los países del hemisferio debe ir acompañada del desarrollo social y de la consolidación de la democracia.

En ese contexto, sostuvo que América Latina no puede mantenerse al margen del proceso de globalización ni de la revolución tecnológica que se vive en los modos de producción y la estructura de las empresas.

Esa globalización tiene oportunidades y riesgos, pero lo importante es desarrollar condiciones de competitividad y de solidaridad dentro de las naciones y entre las naciones, para una inserción en las mejores condiciones, afirmó.

Tras afirmar que las relaciones hemisféricas atraviesan por un ``momento excepcional'', señaló que son cinco los factores que han determinado esa situación: el predominio de la democracia, la coyuntura económica, la apertura comercial, el nuevo diálogo entre las naciones y el potencial del hemisferio.

En cuanto al futuro de América Latina, Iglesias afirmó que la región debe profundizar las reformas y entender que éstas tiene sentido en la medida en que haya también un profundo cambio social.

Tudela, por su parte, propuso perfeccionar la gestión de los mecanismos de consulta, concertación y cooperación política, e indicó que las experiencias demuestran que esos mecanismos contribuyen a promover nuevas y mejores pautas para el comportamiento internacional.

Tudela reflexionó sobre el rol que debe desempeñar el nuevo orden mundial en marcha, y dijo que las Américas deben perfilar su identidad no únicamente porque preexista un ideal compartido, sino por un compromiso de formalizar obligaciones recíprocas en temas de capital importancia dentro de un clima estimulante de cambio y renovación que respete la diversidad cultural y el bien común.

Haciendo eco de las declaraciones del presidente Alberto Fujimori vertidas durante la inauguración de la asamblea, Tudela consideró al terrorismo y la corrupción como verdaderos ataques directos contra la estabilidad democrática y los derechos humanos en el hemisferio. Sobre la situación de los derechos humanos, Tudela dijo que la defensa y promoción de éstos deben acompañarse de un enfoque jurídico que permita trabajar como organización internacional y como estados nacionales particulares.

Cuba, punto omitido en la agenda

Sobre Cuba, tema ausente en la agenda de la asamblea, el canciller mexicano José Angel Gurría dijo que los trabajos de ese país dentro de la OEA no deben posponerse, y Brasil señaló que la situación cubana en la comunidad continental debe ser una permanente preocupación para los países miembros del organismo, posición compartida por los cancilleres de Perú y Guatemala y por la misma OEA.

Los cancilleres de México, Venezuela, Ecuador y Haití depositaron ante la OEA documentos que ratifican convenciones sobre Ejecución de Sentencias Penales en el Extranjero y contra la Corrupción.

En tanto, 180 organizaciones pro derechos humanos denunciaron que algunos gobiernos intentan debilitar el sistema interamericano de protección de esas garantías dificultando y limitando presentación de quejas, en tanto que Amnistia Internacional pidió abolir la pena de muerte, que aún se sigue aplicando, en los países miembros de la OEA.