Alonso Urrutia Ť El dirigente del PRD capitalino, Armando Quintero, anunció ayer que su partido cancelará 18 cuentas que mantenía en el Banco Bital porque esa institución financiera violentó el secreto bancario y manipuló la información de manera tendenciosa y con fines políticos.

En rueda de prensa, Quintero indicó que la eventual demanda en contra de la institución bancaria es un asunto que analiza el equipo de campaña del candidato perredista a la jefatura de gobierno del DF, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, con un equipo de abogados.

Sin embargo, Quintero evaluó que en plena campaña electoral el partido no podía involucrarse en procesos penales. En el caso del diario El Universal, el dirigente criticó que un medio serio ``se haya prestado a ese juego sucio; lamentamos que la carta que se envió pidiendo el mismo espacio en el que fue publicada la calumnia, el diario no lo haya hecho''. Quintero aseveró que en los movimientos financieros realizados con los recursos de campaña, el PRD ``no tiene nada que ocultar''. Indicó que en las últimas resoluciones del Instituto Federal Electoral (IFE), las sanciones correspondieron al PRI, al cual multaron con cerca de 5 millones de pesos por no tener en orden su manejo financiero.

Por lo pronto, Quintero anunció que trasladarán sus cuentas bancarias --la del Comité Ejecutivo estatal y los 16 comités delegacionales-- a otra institución que les garantice y ``dé garantías de manejo ético y profesional, así como que respete a sus cuentahabientes''.

El perredista atribuyó al nerviosismo del partido oficial a la campaña de calumnias que ha comenzado a aparecer, puesto que ``no hallan exactamente por dónde trabajar, qué hacer y qué proponer para repuntar en el ámbito electoral''. Al mismo tiempo, anunció que este fin de semana el PRD realizará una jornada nacional de propaganda en memoria de Heberto Castillo y como parte del reforzamiento de las acciones que se efectúan en la recta final de la contienda.

Por su parte, el diputado Eduardo Guzmán, quien recientemente renunciara a su militancia en el Partido del Trabajo, consideró que existe un proceso de descomposición al interior de ese partido que se ha expresado en la línea antidemocrática, autoritaria y alejada a la ``propuesta que dio origen al partido''. Guzmán aseveró que dadas las condiciones en que se encuentra ese partido difícilmente podrán hacer llegar a algunos de sus candidtos plurinominales a la Asamblea Legislativa, pues ello implicaría alcanzar un 2 por ciento de votación como mínimo, lo cual es dudoso que puedan conseguir.