Declaró el IFE válido y definitivo el padrón para el 6 de julio
Mireya Cuéllar Ť Con acotaciones, porque en zonas ``muy localizadas'' del país grupos organizados podrían introducir distorsiones al padrón electoral y el ``imprudente manejo de las claves de acceso a la base de datos'' lo hace un instrumento ``vulnerable'', el Consejo General del IFE declaró ayer ``válido y definitivo'' el listado nominal --52 millones 209 mil 156 ciudadanos-- que se usará el próximo 6 de julio, con lo cual le otorgó su aval.
Durante la sesión, el representante suplente del PRD, José Barberán, impugnó el listado argumentando que la ``desactualización'' del padrón es tal que en una de cada cuatro secciones del país el número de nombres es mayor que el número de ciudadanos residentes y que el abultamiento hace suponer que hay más de 60 millones de ciudadanos, cosa ``absurda'' que echa por tierra ``los demás resultados sobre la calidad del padrón''.
Barberán acusó también a los funcionarios del Registro Federal de Electores de ser de un partido, ``y están tomando partido explícitamente en este proceso electoral''. Dijo que hay ``fallas en la metodología de la verificación que introducen errores importantes en las estimaciones sobre la calidad del padrón''.
Uno a uno, los consejeros electorales fueron explicando las razones por las que avalaban el padrón y puntualizando las inconsistencias que encontraron al instrumento y el manejo de la información.
Juan Molinar, básicamente, defendió la calidad del padrón y dijo que los problemas de desactualización --que afectan a 20 por ciento del listado-- son producto de conductas sociales típicas y que no hay evidencia de que se origien en un sesgo doloso introducido por el propio registro.
El consejero no quiso polemizar con el perredista sobre la metodología usada por el registro y los partidos para verificar el padrón --que arrojo 4.7 por ciento de inconsistencias y 20 por ciento de desactualización--, y dijo que la propuesta perredista de hacer un censo electoral cada tres, seis o nueve años para tener un padrón actualizado no es una panacea, además que deberá ser la sociedad la que decida si quiere que se aplique dicho método, dado lo elevado de su costo.
Alonso Lujambio no quiso dejar pasar la acusación contra los funcionarios del registro de que son priístas y dio su aval al trabajo ``imparcial'' que realizaron.
Al consejero Jesús Cantú correspondió hablar de los problemas ``focalizados'' que se encontraron en el padrón. Si bien el porcentaje de inconsistencias a nivel nacional es ``tolerable'' (4.72 por ciento, un punto más que en 1994) y la vigencia es inferior a la de hace tres años (71.8 por ciento), cuando se abordan casos específicos la situación del padrón ``se debilita''.
Y presentó tres casos representativos: en Tijuana, Baja California, las inconsistencias del padrón suben al 12.6 por ciento; en el municipio de Emiliano Zapata, en Tabasco, donde hay una gran cantidad de ``domicilios conocidos'' y gran cantidad de secciones rurales con un alto número de empadronados, los errores llegan al 12.9 por ciento, y en Tlacoachistlahuaca, Guerrero --que en 1995 ya tenía 114 por ciento de sobreempadronamiento--, resulta que entre 1995 y 1997 el padrón creció 24 por ciento, mientras la población decreció 2 por ciento.
``Ciertamente no es posible generalizar estas irregularidades'', apuntó, pero su estudio demuestra la posibilidad de que en ``zonas muy localizadas (imposible de cuantificar o ubicar en éstos momentos) grupos organizados introduzcan distorsiones al padrón electoral''.
No sólo eso, agregó que ``hay un evidente deterioro progresivo del instrumento y una deficiente implementación de las recomendaciones hechas en 1994''.
Ante la ``evidencia de que el padrón es vulnerable, sea por individuos o por grupos que de buena o mala fe se registran más de una vez'', hizo varias sugerencias: que se precise con toda claridad si se trata de fallas en los trabajos previos o bien revelan la existencia de manipulaciones organizadas e intencionadas, y que se fortalezcan todas las actividades previas a la jornada electoral que garanticen una alta calidad del mismo.
El consejero Jaime Cárdenas se sumó a las propuestas de Cantú, quien también presentó un plan de trabajo concreto que deberán llevar adelante conjuntamente funcionarios del registro y consejeros. Cárdenas dijo que en materia de padrón electoral ``todavía no podemos cantar victoria'', pero es perfectible.
Del lado del PRD, José Barberán insistió en sus críticas al padrón, pero en una segunda ronda de oradores precisó que no estaba afirmando que se hará fraude con el padrón, sino que se está llegando ``al extremo de no optimidad'' que abre un espacio al fraude. ``Hay un divorcio'' entre la realidad y el padrón (el 20 por ciento de desactualización) que puede ser usado para el fraude, dijo.
Barberán propuso que al término de la elección del 6 de julio el IFE realice un ejercicio muestral ``de verificación del uso legítimo de las listas nominales, basándose en los paquetes electorales de las casillas''.
El consejero Mauricio Merino dijo que si la preocupación del PRD era que las inconsistencias pudieran ser utilizadas ``para propositos fraudulentos'', lo mejor era apoyar su propuesta a fin de tomar todas las medidas que fueran necesarias para transparentar la elección. El acuerdo del Consejo General fue que la próxima sesión se tomará un acuerdo en el sentido planteado por el PRD.
El presidente del consejo, José Woldenberg, cerró el tema afirmando que la sociedad puede estar segura de que ``no sufragarán fantasmas''.
Ahora el PRI irá contra el PRD
El representante del PRI ante el IFE, Enrique Ibarra, rechazó durante la sesión del Consejo General ``las declaraciones irresponsables y falsarias'' de Cuauhtémoc Cárdenas, en el sentido de que en el PRI se practica lavado de dinero e informó que en los próximos días presentarán una querella ante el órgano electoral.
Las expresiones ``ligeras, sin fundamento, son un elemento más de la ausencia de una práctica constructiva y positiva del candidato perredista'', señaló Ibarra.