La Jornada 7 de junio de 1997

El aumento de recursos no alcanzó a mejorar el ingreso familiar, señala el grupo

Roberto González Amador Ť El incremento del gasto público efectuado durante el primer trimestre de este año no fue suficiente para mejorar la capacidad adquisitiva de la población; en cambio, los recursos del presupuesto federal se destinaron a atender ``a grupos que podrían ser determinantes'' para el oficialismo en las próximas elecciones, afirma un estudio del Grupo Expansión.

Elaborado por sus especialistas con base en información oficial de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el análisis de Expansión sobre la política de gasto del gobierno destaca que en el primer trimestre de este año no se cumplieron las expectativas de crecimiento de los gastos programable y no programable.

En el análisis, los economistas del Grupo Expansión demuestran que el tipo de gasto aplicado por el gobierno entre enero y marzo pasados no contribuyó a un crecimiento sostenido del mercado interno ni a mejorar la eficiencia productiva del país.

``En la víspera de elecciones es muy probable que los efectos del marginal incremento del gasto público se pierdan en los recovecos de la economía informal'', sostiene.

Titulado ¿Y el gasto público?, el análisis señala que uno de los factores que influyen en el comportamiento del mercado interno es la evolución del gasto público.

Recuerda que al inicio de este año se habían generado expectativas favorables debido a que en los Criterios Generales de Política Económica para 1997, elaborados por la SHCP, se especificaba que el gasto público programable crecerá durante este año 5.1 por ciento y el no programable 7.7 por ciento.

Expectativas no cumplidas

Los economistas de Grupo Expansión aseguran en su estudio: ``Los resultados correspondientes al primer trimestre del año muestran una gran diferencia respecto de esa meta anual''.

Aunque el gobierno puede afirmar que la desviación responde a decisiones relacionadas con el calendario de los gastos, ``en realidad las diferencias parecen difíciles de justificar'', apunta el análisis.

Expansión añade que, según la SHCP, entre enero y marzo el gasto programable fue de 93 mil 216 millones de pesos, 0.8 por ciento mayor al del mismo periodo de 1996 en términos reales.

En cambio, el gasto no programable --que incluye las participaciones a estados, el Distrito Federal y municipios-- se disparó 16.5 por ciento en términos reales, hasta alcanzar 27 mil 404.5 millones, en un contexto de tasas de interés a la baja.

Expansión señala que el incremento del gasto no programable obedeció a un aumento de 15.7 por ciento a las entidades federativas (hacia las que se canalizaron en el trimestre 22 mil 656.3 millones de pesos) y pagos de adeudos fiscales anteriores por cuatro mil 748.2 millones de pesos.

Debido a estas variaciones al alza, el gasto no programable significó 26.6 por ciento del gasto total ejercido por la Federación en el primer trimestre del año, que fue de 102 mil 728.50 millones de pesos, según cifras de la SHCP.

En suma, el gasto primario --que incluye el programable y el no programable, pero excluye el costo financiero de la deuda-- creció durante el trimestre a una tasa anual de 4.8 por ciento en términos reales, para alcanzar un total de 80 mil 731.7 millones de pesos, añade el análisis de Expansión, apoyado en datos de la SHCP.

Sin embargo, apunta, a juzgar por los resultados de las ventas en el mercado interno, que siguen deprimidas, el incremento del gasto no fue suficiente para repercutir en la capacidad adquisitiva de la población.

Al respecto, la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) reportó en abril una baja de cuatro por ciento de las ventas de sus agremiados. En enero, esta organización informó de una caída de 5.5 por ciento en las ventas, mientras que en febrero el descenso fue de dos por ciento y en marzo habían repuntado ligeramente (1.1 por ciento) para volver a caer un mes después.

Beneficios mínimos

En otro punto de su análisis, Expansión llama la atención sobre las diferencias en el comportamiento de los renglones que componen el gasto programable.

El grupo especializado en la difusión de publicaciones económicas, que elabora la más completa guía sobre las 500 empresas públicas y privadas más importantes del país, destaca que el gasto corriente del gobierno apenas aumentó 0.9 por ciento y el gasto de capital 0.7 por ciento.

Cita que, como parte del gasto corriente, los pagos por servicios personales --que representan 45 por ciento del gasto programable e incluyen las aportaciones para educación básica en los estados-- se contrajeron 16.8 por ciento, para alcanzar en el trimestre 9 mil 603 millones de pesos.

En cambio, las compras de materiales y suministros crecieron 25 por ciento, para ubicarse en 783.8 millones de pesos, mientras que el gasto en servicios generales se elevó a una tasa real de 21.6 por ciento y representó una erogación de 2 mil 738.1 millones de pesos.

Aparte de los incrementos en esos gastos, Expansión destaca ``el fuerte repunte'' de 16 por ciento en el renglón de ayudas, subsidios y transferencias, que sumaron 37 mil 856.4 millones de pesos.

``Más allá de los ahorros en algunos gastos institucionales, que podrían ser la causa de conflictos sociales como los del magisterio, en el primer trimestre el gobierno puso especial interés en destinar recursos a los grupos más afectados por la crisis, que a su vez podrían ser determinantes en los próximos procesos electorales'', considera Expansión.

Desafortunadamente, dice, este tipo de gasto no implica un crecimiento sostenido del mercado interno; tampoco mejora la eficiencia productiva del país y, en víspera de elecciones, es muy probable que sus efectos se pierdan en los recovecos de la economía informal. ``Aunque creció el gasto público, la forma en que se distribuyó redujo la magnitud de sus beneficios'', concluye.