Jaime Mora
Sobre la evaluación científica/II
Carecemos de mecanismos para hacer más efectivo el grupo de científicos que contribuyen, desde modestamente, hasta aquellos que logran hacer aportaciones importantes. Lo que preocupa es el sector formado por aquellos cuyos esfuerzos no van a concretarse en generar ningún tipo de conocimiento.
A riesgo de equivocarme, yo propongo que se ayude a tiempo a este núcleo de científicos. No sólo es posible rescatarlos sino que son además necesarios. Muchos de ellos podrían contribuir, si se incorporan a otros grupos de investigación, donde su participación pueda ser importante, como colaboradores o como asociados.
Afortunadamente ya se otorgan donativos apara que puedan colaborar diferentes investigadores, lo que se requiere ahora es hacer las conexiones entre diferentes grupos de investigadores. Los evaluadores pueden llevar a cabo esta tarea, recomendando a los directores de las instituciones que estimulen entre ellas, la colaboración, el intercambio y la movilización de uus profesores e investigadores. Creo que debería de aprovecharse ``El Verano de la Investigación'' como una oportunidad para que los investigadores visitaran temporalmente otros laboratorios.
A veces pienso que debe de existir una Bola de Trabajo cuyo atractivo fuera el disponer de proyectos que despierten el interés de estudiantes e investigadores de donde fuera. Podría poner como ejemplo algunas instituciones que se han beneficiados, si bien no del intercambio, sí de atraer cientificos. Parece ser, que éste es el inicio de un mercado abierto, en el que todos deberíamos de participar y beneficiarnos.
Un comentario aparte lo merecen los donativos aprobados. Aunque aparentemente un donativo se aprueba por tres años, en la realidad se revisa cada año, donde se decide si debe o no continuar. Generalmente esto es aprovechado para hacer ajustes al presupuesto. Esta política no es sana, ya que da lugar a que se manden reportes de trabajo hechos antes de haber obtenido el donativo. Está bien que se revise, que se hagan sugerencias y comentarios cada año del proyecto, pero debe de respetarse que pasen los tres años para hacer una evaluación final.
Por último, quiero hacer un comentario sobre el número versus la calidad de las publicaciones. Hay que distinguir entre un trabajo que es sólo una variación de otro, de un trabajo que es original y de los trabajos que dan origen a una obra. El número de publicaciones no influencia mayormente la clasificación anterior. Sería más adecuado preguntarle a los investigadores cuáles son las publicaciones que ellos seleccionan para que se les evalúe.
Investigar se convierte para algunos de nosotros en una pasión, sin embargo al final de una vida, uno se encuentra con mucho menos de lo que ha tratado de descubrir, y si bien hay que asumirlo, es imposible conformarse. Siempre se quiere seguir un poco más y, como un jugador sin futuro, se está seguro, que en la próxima apuesta se ganará.
A este respecto, para terminar, quisiera relatar una anécdota sobre una plática que sostuvieron Paul Valerie el autor de El Cementerio Marino y Einstein. El primero le comentó al segundo, que apuntaba sus ideas en una pequeña libreta que llevaba siempre consigo, a continuación le preguntó a Einstein si el apuntaba sus ideas; éste le contestó que no, ``usted sabe'', dijo, ``a lo largo de la vida, uno sólo tiene una o dos buenas ideas, y esas, no se olvidan''.