Elena Poniatowska
Mujeres mágicas

En los años veinte hubo en México varias mujeres mágicas por su talento y su belleza: Tina Modotti, Lupe Marín, Frida Kahlo, María Asúnsolo, su prima Lolita Asúnsolo (Dolores del Río), Nahui Olín. Hoy en México, si me dieran a escoger, diría que las mujeres-sortilegio son Leonora Carrington, Jesusa Rodríguez y Ramona porque existe o casi no existe, es intangible. Ramona tiene el encanto de su falta de rostro y de su estatura de zacatito tierno, de musgo al pie del árbol, de niño de la calle.

¿Por qué son mágicas esas mujeres? La magia es la capacidad de crear realidades y de hacerte ver lo que no hay. Y sin embargo existe puesto que tú lo ves y lo conviertes en cierto y de pronto se vuelve profundo, necesario. ¿Por qué son mágicas esas mujeres? Porque son perdurables y porque su encanto es más poderoso que el de las sirenas que hicieron que Ulises se amarrara al mástil, porque su radio de acción va mucho más allá del encantamiento que ejercen, porque día a día queremos saber más de ellas, porque sugieren, porque despiertan, porque su presencia cambia nuestro mundo interior, porque nos dan otras posibilidades de comunicación y por lo tanto de sabiduría.

Al romper barreras, Tina Modotti nos abrió un espacio que aún no terminamos de explorar. Tina Modotti cuyo rostro parece decir: ``Nunca he sido lo suficientemente importante para que me odien'' suscita a los 55 años de su muerte más interés que el que provocó durante su breve vida: 1896-1942 o sea 46 años. Si la vida de Tina fue muy corta, más escueta aún fue su producción fotográfica de 1923 a 1930 y sus fotografías no llegan a 250. La mayoría las tomó en nuestro país: México, y por eso Lola y Manuel Alvarez Bravo la consideran la primera fotógrafa mexicana.

Modotti, una mujer talismán

Mildred Constantine nos presenta, gracias al Fondo de Cultura Económica, la vida de una mujer talismán: Tina Modotti, una vida frágil en una nueva edición aumentada, producto de una investigación amorosa y exhaustiva. La primera edición, en 1979, fue la que desató en nuestro país el caudaloso río de películas, congresos, interpretaciones y pesquisas que han caído en chubasco sobre nuestras cabezas. La pionera es indudablemente Mildred Constantine, aunque el homenaje inicial fue de Vittorio Vidali con su Tina Modotti garibaldina e artista publicado en Udine, Italia por el Circulo Culturale Eio Mauro, en 1973.

Esta nueva edición del Fondo de Cultura Económica, repleta de fotografías descubiertas en los últimos años y de información inédita es un deleite no sólo para los amantes de la fotógrafa que desató tantas polémicas y México consideró una enemiga política, sino para cualquier lector. Nos cuenta la vida apasionada y apasionante de una mujer que nació hermosa, como lo dijo uno de sus enamorados, Pablo O'Higgins.

``... me impresionó inmediatamente como una mujer hermosa. Quiero decir hermosa, no que trata de ser hermosa, sino que nació hermosa.''

Mildred Constantine es una mujer alta y también guapa cuya presencia impone. Una señora, como dirían quienes la ven por primera vez, una señora seguramente hecha al hambre y al sufrimiento. Recuerdo haberla visto en una comida acercarse al platón para servirse más. Ya no quedaba un grano de arroz. Todos nos aguantamos el hambre, pero ella más porque desde un principio casi no se había servido pensando en que no alcanzaría para todos. Hoy por hoy tiene más de 80 años y el pelo blanco. La vi por primera vez en Berlín oriental en un coloquio organizado por otra estudiosa de Tina, Christiane Barckhausen, en Monbijou Platz no. 4 en 1992. Mujer de izquierda era natural que se inclinara por otra mujer de izquierda: Tina Modotti. Escuchaba a todos sin parpadear y sus comentarios siempre fueron agudos. De todos, era la única que había conocido a Tina Modotti en persona en México y la que señaló a quienes sería bueno entrevistar. De Tina, la atrajo su silencio y su mirada profunda; una mujer pequeñita, callada, canosa, prematuramente envejecida, de ojos desencantados. Lo que más le llamó la atención fue que Tina casi no hablara. Quizá por lo que no decía de sí misma, Mildred Constantine decidió escribir sobre esa figura que parecía querer desaparecer en el sofá en el que se había sentado.

El 6 de noviembre de 1996 nos reunimos en la Galería de Arte de la Universidad de California, en San Diego, para ver 78 nuevas fotografías de Tina guardadas en un baúl en Oregon. Enviadas por Tina a su suegra, Rose Richey, la madre del difunto Robo, estas imágenes fueron encontradas por Patricia Albers, una mujer tranquila que habla en voz baja, quien rastreó cual Sherlock Holmes la enigmática y larga figura del primer marido de Tina, Robo y al igual que en las historias de misterio llamó por teléfono a todos los Richey que habían viajado de Quebec a Oregon. De pista en pista, localizó a dos viejitos y en el granero de su casa, un baúl --ahora sí que el del tesoro-- lleno de cartas de Tina, retratos e instantáneas enviadas desde México por la mismita Tina Modotti quien quería mucho a su suegra: Rose Richey. Por eso, si ya han salido más de diez libros y catálogos acerca de Tina Modotti, tendremos que leer el más completo de todos en 1998.

La que abrió e indicó el camino al tesoro es indudablemente Mildred Constantine. Desde entonces se acumulan exposiciones y congresos (Udine y Pordenone) artículos críticos, diatribas, proyectos de filmación y guiones de cine. Entre los cortometrajes, destaca el de Alejandra Islas por su poesía y su veracidad.

Voluntad de acción

Tina Modotti, una vida frágil seguirá siendo piedra de toque de la vida y la obra de Tina porque se trata de un seguimiento entrañable y completo de la trayectoria de una mujer que supo entregarse a una causa, abanderarse en su propia libertad, posar para obras de arte como los murales de Diego Rivera en la Secretaría de Educación Pública y en la capilla de Chapingo. El propio Edward Weston llamó soberbias las fotos que tomó de ella desnuda en la azotea y éstas son parte de su legado Weston-Modotti a México ya que Vittorio Vidali donó (a través de su hijo, Carlos Vidali Carbajal) todos sus negativos al Archivo Casasola de Pachuca.

La vida amorosa de Tina Modotti incluye a cinco hombres: Robo, Edward Weston, el pintor y grabador mexicano Xavier Guerrero, Julio Antonio Mella, asesinado cuando iba de su brazo, y Vittorio Vidali que en la Guerra Civil de España habría de convertirse en el comandante Carlos. Claro que estos hombres influyeron en su vida y la marcaron, pero Tina siempre conservó algo muy suyo y valioso: su voluntad de acción que la hizo participar en las instancias más notables de su época: los inicios de Hollywood, el renacimiento mexicano, la campañas de alfabetización de José Vasconcelos, el muralismo, las misiones culturales y las escuelas de arte al aire libre de Ramos Martínez; el espanto y las tribulaciones de la Rusia de Stalin, la Guerra Civil de España. Si sus circunstancias fueron sobresalientes, no menos destacada fue la forma en que ella las vivió. Por ello, le agradecemos a Mildred Constantine hacernosla presente una vez más en un libro que a todos nos complace por sus fotografías y su texto bien estructurado y mejor informado.