HOMENAJE
Renato Ravelo, enviado, Veracruz, Ver., 13 de junio Ť La parte de México que más me gusta es Veracruz, dijo José Emilio Pacheco en alusión a las palabras de Ignacio Ramírez, porque ``por aquí se entra: se entra al pasado que está presente siempre, a la historia que no termina nunca y ahora, en ocasión de este festival, diremos también que se entra ya al siglo XXI, que será el siglo de la diversidad, de la convivencia y los intercambios o si no, será la prolongación del XX, el nuevo siglo de la violencia y la intolerancia''.
En su discurso al recibir con Fernando Benítez la medalla Gonzalo Aguirre Beltrán, Pacheco recordó que El Nigromante habría dicho, en el siglo XIX, que le gustaba Veracruz porque ``por aquí se sale''. El autor de El principio del placer inauguró, con una reflexión sobre Benítez y sus estudios sobre los indígenas, sobre Gonzalo Aguirre Beltrán y su promoción del estudio de la negritud, las jornadas de pensamiento y celebración artística del IV Festival Internacional Afrocaribeño.
En el acto inaugural estuvo presente el gobernador, Patricio Chirinos; el director del Instituto Veracruzano de Cultura, Rafael Arias Hernández, y el artista panameño Osvaldo Ayala, entre funcionarios e invitados del festival, que en esta ocasión se efectuará en tres foros: el artístico, el académico y el cultural, con la participación de delegaciones de 17 países.
La cortesía, alma de Alfonso Reyes
Este festival, dijo Chirinos, ``entre muchas otras riquezas, rescata en especial nuestra admiración y orgullo afrocaribeño por la negritud, por la tercera raíz fundamental en nuestra cultura, y por eso la presea que hoy entregamos lleva el nombre del maestro Gonzalo Aguirre Beltrán''.
A su vez, Arias Hernández agradeció a Benítez y a Pacheco por haber cedido ``generosamente, los derechos de autor de su libro Crónica del Puerto de Veracruz, que el Ivec tiene programado reditar proximamente''.
El escritor Carlos Fuentes, representado por su hermana Bertha, hizo llegar sus palabras con motivo del reconocimiento que los organizadores del festival hicieron a Benítez y Pacheco, que se reproducen en el texto que acompaña esta nota, y que en su parte medular apunta:
``Obedezco al impulso de situar este homenaje bajo el recuerdo de Alfonso Reyes, el mejor escritor y el mayor humanista de nuestro siglo mexicano (...) La cortesía era el alma y hábito de Reyes, pero nosotros, que se la dábamos como algo natural a nuestro mayor, la transformábamos en amistad''.
Fernando, José Emilio y yo, sostuvo el escritor, somos ``viejos amigos sin dejar de ser, como ayer, los tres jóvenes escritores, unidos por esa juventud eterna que es la creación literaria devota, entusiasta e interminable''. Fuentes recordó que los tres tienen raíz veracruzana: Benítez como bisnieto del gobernador Manuel Gutiérrez Zamora (que diera asilo a Benito Juárez), Pacheco por su apellido Berny y Fuentes por sus apellidos Vélez Boettiger.
El festival, que inaugura el próximo lunes el Segundo Congreso Internacional de Filosofía y Cultura del Caribe, rendirá un homenaje a Leopoldo Zea en su 85 aniversario. En el evento académico se tienen registrados 80 ponentes, quienes abordarán, en ocho mesas de trabajo, lo mismo la situación del Caribe frente al siglo XXI, que la ecología, la literatura, las migraciones y los estudios de género en la región.
Están programadas, asimismo, actividades con grupos artísticos provenientes de Belice, Colombia, Cuba, Estados Unidos, Francia, Guatemala, Honduras, Haití, Panamá, Puerto Rico, República Dominicana, Trinidad y Tobago y Venezuela.
La segunda y la tercera raíz
Con el libro pionero La población negra de México, de 1946, Gonzalo Aguirre Beltrán, recordó José Emilio Pacheco, ``inició el reconocimiento de nuestra pluralidad étnica y de lo que todos coincidimos en llamar ahora nuestra tercera raíz: la afroamericana. Aguirre Beltrán fue rector entre 1956 y 1963 de la Universidad Veracruzana. Como tal propició la labor editorial de Sergio Galindo''.
Sin la labor del escritor veracruzano, recordó Pacheco, ``sin duda sería muy distinta la literatura de nuestro país. Sólo quiero recordar que hace 35 años Sergio Galindo publicó también en Jalapa, en la serie ficción de la Universidad Veracruzana, dos libros de dos jóvenes entonces desconocidos escritores colombianos en México: Gabriel García Márquez y Alvaro Mutis''.
El país de Aguirre Beltrán y Sergio Galindo, continuó Pacheco, ``fue también el de los grandes suplementos culturales que dirigió Fernando Benítez, el más grande difusor cultural mexicano del siglo XX (...) Al mismo tiempo que Benítez hacía Los indios de México, Aguirre Beltrán publicaba El proceso de aculturación en la estructura colonial y tantos otros libros que permanecen''.
Sólo espero, concluyó Pacheco, ``tener aún el tiempo de hacerme digno'' de la medalla Aguirre Beltrán.