Carrillo Olea: mi denuncia no busca vulnerar la libertad de expresión
Carrillo: mi denuncia no busca vulnerar la libertad de expresión
Señora directora: Como es de su conocimiento, el respeto al derecho que asiste a los periodistas nacionales y extranjeros a ejercer su profesión ha sido una conducta invariable en mi carrera política, en total apego a la libertad de expresión y garantías de escribir y publicar escritos, contempladas en los artículos 6o. y 7o. de nuestra Constitución Política.
Mi decisión personal de presentar una denuncia contra el señor Sam Dillon, corresponsal del New York Times, de ninguna forma busca vulnerar las garantías de los periodistas o medios de comunicación nacionales y extranjeros, sino simplemente es un derecho que tenemos todos los ciudadanos mexicanos de defendernos de imputaciones falsas y calumniosas, como es el caso que nos ocupa.
Mi respeto por la profesión periodística es invariable. Tan es así que cuando el señor Sam Dillon me comunicó que escribiría un reportaje en contra de mi persona, jamás le solicité no publicar su trabajo, únicamente le afirmé que las imputaciones eran una barbaridad.
Ahora reafirmo y confirmo que lo publicado en el medio antes citado es una barbaridad y carece de veracidad. El señor Sam Dillon escribió que cuando estuve al frente del control del tráfico de drogas del país apagaba los radares para dar paso al narcotráfico, situación totalmente falsa porque sencillamente esos radares no existen, aun cuatro años después de los hechos supuestos.
La mención del señor Sam Dillon de tener como fuente un documento elaborado por una agencia extranjera dedicada a las labores de espionaje, nada indica acerca de la veracidad o credibilidad del mismo; no importa que sea el original o la copia, lo que interesa es la veracidad de los hechos.
En ningún momento se cuestiona si el reportaje fue realizado conforme a las normas del periodismo y las reglas de una buena redacción. Lo que quiero demostrar con mi denuncia es que el reportaje hace falsas y calumniosas imputaciones en contra de mi persona.
Nunca he cometido falta alguna que pudiera invocarse para difamarme o lesionar mi integridad y honorabilidad, por ello la denuncia que he presentado contra el señor Sam Dillon tiene como fin resarcir el daño que se me ha causado en mi prestigio personal y como servidor público, construido a lo largo de mi dilatada carrera al servicio del país.
Reitero una vez más mi respeto invariable a la libertad de expresión y garantías de escribir y publicar escritos de todos los periodistas mexicanos y extranjeros, porque estoy convencido de que la actividad periodística ejercida con profesionalismo es fundamental en las sociedades democráticas.
Atentamente
Jorge Carrillo Olea, gobernador del estado de Morelos.