Del PRI, Maricruz Montelongo va por el 33 del DF

Jesusa Cervantes Ť En Iztapalapa cada tercer o cuarto mes del año Jesucristo recorre sus calles. Ahora lo hacen los candidatos de los partidos cada día.

El casi millón de votantes que tenía la delegación en un solo distrito electoral de la ciudad de México hoy ha sido dividido en siete; entre ellos el 33, con 145 mil empadronados. Y para ganar el voto de estos ciudadanos, la candidata del PRI Maricruz Montelongo Gordillo recorre calles y toca puertas para evitar que el PRD los conquiste y gane la curul del Congreso local.

Pero sus propias encuestas señalan que ``esta organización política (el PRI) no posee cualidades'', sus integrantes son corruptos y todo en el interior está mal.

Al respecto, Maricruz dice que ``hay una irritación de la ciudadanía hacia los partidos políticos'', y que el análisis realizado en abril por la empresa Comunicación Prospectiva, Delfos en el distrito 33 para conocer las preferencias electorales, arrojó datos contra todos los partidos, no sólo contra el PRI.

El mismo estudio establece que 37 por ciento señala que el PRD no ``trae nada bueno'', 7 considera revoltosos a los panistas y 27 por ciento ignora quiénes son.

La candidata priísta acepta que la presencia del perredismo es real, y recuerda que de los cinco consejeros ciudadanos del distrito, tres son del PRD y dos del PRI. Uno de ellos, Miguel Angel Peláez, es su ``real'' contrincante.

Cambio de color

Zona tradicionalmente priísta donde nunca ha ganado la oposición, Iztapalapa presenta ahora un panorama distinto. La redistritación mantuvo en la zona a una gran población que participa en organizaciones sociales identificadas con el PRD, lo que hace considerar a este partido que el distrito 33 es seguro para él.

Estas son la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata, el Frente Popular Francisco Villa y la Asamblea de Barrios, que trabajan en siete colonias: Unidad Carmen Serdán, Unidad Plenitud, Cananea, José López Portillo, pueblo de San Lorenzo Tezonco, San Lorenzo Tezonco y El Molino, que representan de 50 a 60 por ciento de los votantes.

De hecho, explicó el equipo de campaña de la candidata priísta, no hemos podido entrar directamente en ellas, ``pero como parte de nuestra estrategia realizamos reuniones fuera de las zonas habitacionales con gente encargada de convencer a los demás inquilinos''.

El distrito tiene 62 colonias, de las cuales, eliminando las siete ``perredistas'', todas son priístas, dicen integrantes del equipo de campaña.

``La personalidad de mi madre es muy fuerte. Tengo trabajo propio, pero será muy difícil quitarse esa sombra'', acepta Maricruz, quien

señala que su mundo siempre ha girado en torno de la política y en gran medida eso se debe a la actividad de Elba Esther Gordillo, ex líder nacional de maestros, ex dirigente de la CONP y actual candidata al Senado de la República.

Habla de su trayectoria: en 1985 se inició en la política a nivel vecinal, fue coordinadora voluntaria de la delegación Gustavo A. Madero de 1988 a 1989; de 1991 a 1993 coordinó los programas de estancias infantiles y de apoyo a la niñez, y fungió como subdelegada regional en las zonas de Cabeza de Juárez y Aculco, de Iztapalapa.

Está convencida de que se requiere el contacto directo con la gente para borrar ``la mala fama'' de su partido, y su trabajo está orientado en ese sentido. El PRI le entregó 504 mil pesos para su campaña.

Desde las 6 de la mañana

La candidata, quien no reside en Iztapalapa pero su esposo forma parte de las ``familias tradicionales'' de la delegación, dice que será difícil ganar en el distrito debido a la fuerte presencia del PRD, pero está ``convencida'' de que lo logrará.

Un miércoles, enfundada en cómodos pantalones, Montelongo Gordillo expuso en un noticiario de la XEQ que una de las principales iniciativas que promoverá en la Cámara local será el mantenimiento correcto de los servicios públicos, señaló que era necesario mayor presupuesto para la delegación y, sobre todo, crear fuentes de empleo para las personas mayores de edad.

Explicó que no es una priísta improvisada: milita en su partido desde 1981; participó en la campaña presidencial de 1988 en Chihuahua, donde realizó funciones de analista de propaganda política y coordinadora en los trabajos de Mujeres en Acción por México, organización que preside desde 1990, durante la campaña de Ernesto Zedillo.

Concluida la entrevista radiofónica, la candidata visitó un tianguis en la colonia Agrarista Mexicano. Ahí entregó a cada locatario un mandil o una bolsa para mandado, además de trípticos con su imagen en la portada. Pero habló poco de sus propuestas y al parecer no era necesario ya que el tianguis es ``totalmente priísta'', comentaron algunos comerciantes.

A continuación comenzaron las visitas domiciliarias, tocando puerta por puerta . Escuchó demandas, tomó datos y aseguró que, ``efectivamente, la calidad del agua es mala, y tendrán que hacer mucho para cambiar las cosas''. Solicitó a cada persona que la recibía que le tuviera ``confianza'', conociera sus propuestas y le diera ``su voto''.

Más tarde, sin dar muestras de cansancio, Maricruz acudió a la colonia Puente Blanco para reunirse con dirigentes de mercados y líderes de asociaciones, donde le plantearon demandas similares.

Conoce a la perfección las carencias y en cada reunión plantea posibles soluciones. Su meta es lograr la diputación de una zona en donde no reside pero la gente la aprecia.