Porfirio Muñoz Ledo (PRD)
Lo primero es la paz de los consensos, no las alianzas


Rosa Icela Rodríguez Ť Establecer un dique a la corrupción en México, replantear la política económica y social, reformar las instituciones para que sean democráticas y garantizar la paz en Chiapas, son los principales objetivos que busca el Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la próxima LVII Legislatura del Congreso de la Unión.

Porfirio Muñoz Ledo, virtual coordinador de la bancada perredista en la Cámara de Diputados, tiene claro que ``a lo que más miedo le tiene el PRI es al combate a la corrupción'', porque se pondría en vigencia el juicio político a todos aquellos funcionarios que lo ameriten. Lo más importante en la integración de la próxima Legislatura es ``el fin del absolutismo presidencial, donde México entrará de lleno al ejercicio de la democracia representativa''.

El PRD elaboró una agenda legislativa completa, con la totalidad de los temas sujetos a debate, en un desarrollo por temas y subtemas, que son las ofertas que los candidatos establecen con los electores: 1) la transición pacífica a la democracia; 2) el ejercicio honesto del poder público; 3) desarrollo económico con equidad; 4) nuevo pacto social, y 5) la defensa de la soberanía e integridad nacional.

``Se creó una comisión de candidatos a diputados y senadores para revisar la agenda legislativa, en la que participan Enrique González Pedrero, Carlos Payán, Rosalbina Garavito, Amalia García, Jorge Calderón, Bertha Luján, Carlos Heredia, Ricardo García Sáinz, Demetrio Sodi, Miguel Alonso Raya, Alejandro Ordorica y Violeta Vázquez, entre otros.

``Esta comisión acordó seleccionar los proyectos que se tratarían en los cien primeros días de la siguiente Legislatura. Lo primero es la exigencia de la paz en Chiapas. Si no se ha aprobado para entonces el proyecto de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), reconstruir esa comisión y exigir al gobierno que firme los acuerdos de Larráinzar. Proponer que la misma comisión analice el problema de la desmilitarización del país y de la apertura del diálogo con todos los sectores en conflicto, incluyendo al EPR. Lo primero es la paz.

``Luego replantear el compromiso sobre la agenda de la reforma del Estado, que fue firmada por los partidos, y calendarizarla en los periodos de sesiones. Agotar los temas del federalismo, del municipio, referéndum, plebiscito e iniciativa popular, la ley de Comunicación Social, las leyes reglamentarias del derecho de asociación y derecho de petición para descorporativizar el sistema y la reforma a fondo del sistema de justicia.

``También plantear un nuevo estatuto del gobierno del Distrito Federal, la redefinición constitucional de las competencias y la nueva ley orgánica del Congreso, así como replantear el funcionamiento de las comisiones sobre investigación de corrupción y crímenes políticos (casos Posadas, Colosio y Ruiz Massieu).

Al tratar de entrada la cuestión económica y social, vamos a convocar a un debate nacional desde la cámara sobre el rumbo económico del país. Vamos a presentar un proyecto de modificaciones al presupuesto, orientado hacia el crecimiento del empleo, del mercado interno, de los salarios yde la planta productiva.

--En la práctica ¿cómo se llevarían a cabo estos proyectos con los demás partidos?

--No con una política de alianzas, sino con una política de consensos. Yo no excluyo que el PAN y el PRI quieran volver a las andadas y establecer una alianza estratégica como en el gobierno de Carlos Salinas. Pero no creo que el PAN se arriesgue a formar un bloque de gobierno con el PRI, porque el costo para ellos sería impagable. Lo más probable es que nos vayamos con el método del consenso, es como hicimos la reforma electoral en Barcelona. Sin que sea cupular, con discusión de los sectores sociales económicos y la parte gubernamental.

Para el virtual líder de los diputados perredistas, las relaciones del Congreso con el Poder Legislativo tendrían que ser ahora respetuosas, pero de absoluta independencia, rumbo a una transición cabal, y con el tiempo a la revisión del sistema presidencial del año 2000. Hay que aumentar la competencia del Congreso en designaciones de funcionarios públicos y en exigir responsabilidad, que es lo que nos va a llevar a un sistema semipresidencial.

--¿Qué se pone por delante en una negociación donde cada partido quiere sacar provecho?

--La razón. La definición de consenso no significa veto, se trata de un proceso de entendimiento fundado en la razón, que tiende a sostener un objetivo con acuerdo de las partes. Con ello la Presidencia deja de ser el único legislador para siempre en México.