--¿Con qué partidos?

--Con el que sea. En algunos casos seguramente vamos a coincidir con el PRD. Por ejemplo, en el tema del federalismo y el fortalecimiento municipal. Pero en otros será probable el acuerdo con el PRI.

Aclara que los acuerdos no equivalen a una alianza si se entiende ésta como un conjunto de convenios más o menos verificables en un tiempo duradero, pero en cambio acuerdos (vigentes en un lapso breve) no sólo serán convenientes, sino necesarios: Para nosotros será el método natural a privilegiar, con el que aspiramos a dar gobernabilidad democrática a la Cámara de Diputados.

El ex diputado federal considera que los grupos parlamentarios tienen el reto de ser muy serios en el conocimiento de los problemas, ser capaces de buscar en equipo y colegiadamente las soluciones y separar los temas que exigen la participación del Ejecutivo y los que son responsabilidad del Legislativo para no romper los equilibrios.

Participante en la elaboración del primer Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, el candidato panista a diputado plurinominal por la primera circunscripción señala que el presidente de la República no debe temer a la ingobernabilidad. A lo que sí debe temer es a enloquecer en el poder, como les ha sucedido a sus predecesores. Subraya que el Poder Legislativo puede evitar que el mandatario pierda la cordura.

Al preguntarle cómo deben ser las relaciones de la Cámara de Diputados con el Ejecutivo en caso de que la oposición gane la mayoría, considera que deben ser transparentes, muy dialogales, buscando compartir diagnósticos de los problemas nacionales, para que a partir de ello ``podamos ser capaces de atinar en soluciones y prioridades que luego se tienen que reflejar en el presupuesto de egresos''. Todo ello buscando el mayor consenso posible, a pesar de las diferencias ideológicas naturales.

Hombre serio, pero amable, considera que no hay que hacer mayor cambio constitucional para combatir la corrupción, pues la Cámara de Diputados cuenta con tres funciones que le permiten atacar ese fenómeno: la aprobación o reprobación del presupuesto y la cuenta pública, y la aplicación del juicio político. Agrega que ya existen los elementos para atacar la corrupción, lo que hace falta es tener voluntad política para aplicarlos. Eso, claro, exige ciencia, pericia, prudencia y apego a la Constitución.

Afirma que como no ha funcionado la Contaduría Mayor de Hacienda, se ha planteado la formación de un órgano autónomo fiscalizador que también le revise las cuentas a los diputados y a los senadores, porque hasta ahora no hay quien los fiscalice.

Señala que uno de los principales puntos de la agenda legislativa panista tiene que ver con el federalismo fiscal y el fortalecimiento municipal.

En la actualidad, de cada peso que se recauda en el país, 80 centavos se quedan para la federación, 16 para los estados y 4 para los municipios. Nuestra propuesta es que sea 50, 25, 25; aunque hay otro planteamiento para que sea de 60, 20, 20. La transferencia de recursos a los municipios sería gradual y paulatina, para que no se saturen si no tienen las condiciones organizacionales o de conducción adecuada para administrar este dinero y brindar los servicios.