La Jornada 21 de junio de 1997

10 mil soldados de EU podrán vigilar la frontera

Jim Cason y David Brooks, corresponsales, Washington, 20 de junio Ť La Cámara de Representantes aprobó hoy una medida que autorizaría al Pentágono a enviar hasta 10 mil soldados a la la frontera estadunidense con México para detener el flujo de narcotraficantes e inmigrantes indocumentados.

El secretario de Defensa ``podrá asignar hasta 10 mil miembros del personal del Departamento de Defensa, en cualquier momento dado, para asistir al Servicio de Inmigración y Naturalización en prevenir el ingreso de terroristas, narcotraficantes y extranjeros ilegales a Estados Unidos'', establece la enmienda legislativa aprobada este viernes por el pleno de la Cámara baja.

Después de un breve debate ante el pleno, la enmienda fue aprobada por 269 votos contra 119. ``Si el Pentágono puede enviar cientos de miles de soldados estadunidenses para proteger a nuestros aliados, debería ser capaz de apostar 10 mil efectivos militares para proteger a Estados Unidos'', afirmó el representante James Traficant, el principal autor de la medida.

``Estoy hablando de detener a narcoterroristas.... Se habla de una guerra contra la droga.... ¿Cuándo vamos a luchar? Basta ya'', afirmó Traficant en su discurso ante el pleno. Poco después de aprobarse la enmienda, un vocero del Servicio de Inmigración y Naturalización comentó a La Jornada que su agencia no apoya esta legislación, y dijo que dudaba que se solicite en algún momento la presencia de las tropas.

Pero la militarización de la frontera estadunidense ha sido tema de creciente preocupación por parte de grupos de derechos humanos en este país, y hoy el Comité de Servicio de los Amigos (AFSC, por las siglas en inglés), organización social cuakera, desplegó vigilias en siete ciudades para protestar por el creciente uso de tropas para patrullar la frontera con México.

Actualmente existen unos 5 mil agentes de la Patrulla Fronteriza asignados a la frontera sur, y el vocero del SIN, Brian Jordan, informó hoy que en un momento determinado hay unos 2 mil en funciones. ``El SIN está confiado en su capacidad de patrullar y administrar la frontera'', dijo Jordan a este diario. ``Aceptaremos la asistencia de los militares sólo en circunstancias excepcionales''. Según Maurine Bossch, vocera sobre las operaciones militares en la frontera, el Pentágono sólo otorga apoyo logístico y de inteligencia a la Patrulla Fronteriza, a través de la Fuerza de Tarea Conjunta 6 con sede en El Paso, Texas.

Bossch informó a La Jornada que el número de tropas asignadas a estas tareas se ha mantenido relativamente constante en los últimos dos años, entre 100 y 125. ``Bajo el marco establecido, el alcance de lo que los militares pueden hacer es muy limitado'', dijo Bossch. ``No pueden salir y llevar a cabo operativos''. También varios cientos de miembros de batallones de la Guardia Nacional estarían desplegados en la frontera en cualquier momento dado.

El representante Traficant aseguró este viernes que, bajo las leyes estadunidenses, los militares asignados a la frontera no pueden realizar actividades de seguridad pública, como arrestos, sino que están limitados a apoyar los esfuerzos de las autoridades civiles. La enmienda aprobada hoy mantiene estas limitaciones, expresó.

``El presidente dijo que necesitamos a 25 mil agentes de la Patrulla Fronteriza para asegurar nuestra frontera'', declaró Traficant. ``Esta opción militar es la mejor forma a corto plazo para abordar esta falta de personal de la Patrulla Fronteriza''.

El representante también aseguró que la medida autoriza el despliegue de tropas, pero no requiere que se realice. ``El traslado de tropas sólo podría llevarse a cabo si la procuradora general o el secretario del Tesoro solicitan tal asistencia'', explicó Traficant. El representante por Texas, Silvestre Reyes, quien fuera agente de la Patrulla Fronteriza durante 26 años antes de ser electo para el Congreso, fue uno de los pocos legisladores que se pronunció públicamente en contra de la medida durante el debate. ``Esta es una muy, muy mala idea'', afirmó, y agregó que sólo en el mes pasado un joven de 18 años no armado, Ezequiel Hernández, fue accidentalmente muerto a tiros en Texas por oficiales militares asignados a patrullar la frontera estadunidense .

El Comité de Amigos organizó hoy un Día nacional de reflexión para conmemorar la muerte de Hernández, a 30 días de los hechos, y para llamar la atención sobre el creciente peligro de una frontera militarizada.

Manifestantes se congregaron frente a las oficinas del SIN en esta capital y en otras oficinas de la agencia en El Paso, San Antonio, Houston, Tucson, San Diego y Filadelfia, según una de las organizadoras, María Jiménez, quien comentó a La Jornada que ``queremos considerar la muerte de Ezequiel en el contexto de una creciente presencia de los militares en la seguridad pública, particularmente a lo largo de la frontera''. El AFSC también presentó hoy un informe preliminar que documenta unos 209 casos de abusos de derechos humanos, cometidos en la frontera por agentes del SIN, la Patrulla Fronteriza, Aduanas y otras agencias de seguridad pública en los primeros tres meses del año en curso.

Otros expertos pronostican que habrá un incremento de este tipo de abusos, como resultado de una ampliación del papel de los militares en esta zona. ``Vamos a ver más tiroteos con los soldados que son enviados a la frontera con una actitud de `nosotros contra ellos' hacia los que cruzan'', explicó José Palafox, investigador que ha estudiado el involucramiento de las fuerzas armadas en la frontera y que trabaja para la Red Nacional de Derechos de los Inmigrantes y Refugiados. ``Estos militares no están diferenciando entre inmigrantes indocumentados no armados y los hermanos Arellano Félix'', aseguró.