NERVIOSISMO Y PROTESTAS EN TORNO AL EXAMEN UNICO
Claudia Herrera Beltrán y Alma E. Muñoz Ť Este año el nerviosismo de padres de familia y aspirantes a estudiar el bachillerato no fue motivado del todo por la aplicación del examen único. El partido de futbol México-Ecuador acaparó ayer la atención de miles de personas que se encontraban en espera de que se desarrollara el concurso.
Mientras las autoridades calificaron la jornada del examen de admisión para la educación media superior de ``ordenada y tranquila'', los estudiantes y maestros inconformes con esta segunda edición del concurso se quejaron de que se trataba de una práctica antidemocrática y acudieron a decenas de escuelas a llamar a los padres de familia a protestar contra el examen.
Fila para presentar el examen único en la ESIME.
Foto: Raúl Ortega
Desde las 6 de la mañana, miles de jóvenes se presentaron en las 172 sedes de atención. No obstante, a última hora, en la Universidad Pedagógica Nacional (en Ajusco) se suspendió la aplicación de la prueba a causa de un paro magisterial y unos 5 mil estudiantes (repartidos en los turnos matutino y vespertino) tuvieron que ser trasladados al plantel Sur del Colegio de Ciencias y Humanidades. En ese lugar, el proceso se retrasó más de 40 minutos porque los aspirantes y sus acompañantes debieron ser transportados en 25 autobuses.
Como sucedió en la primera edición del examen único, las preparatorias particulares aprovecharon la presencia masiva de los jóvenes y de sus familiares para repartir vistosos volantes, invitándolos a sumarse a las filas de su estudiantado. Esta vez, promotores de la Preparatoria Popular Mártires de Tlatelolco --que en abril pasado dejó de tener lugares en la UNAM a través del pase automático-- se unió a la campaña publicitaria que por lo menos una decena de escuelas privadas realizó en las inmediaciones de los centros de aplicación del examen.
Protesta anunciada
Grupos contrarios al proceso de selección repitieron sus acciones del año pasado y realizaron recorridos para informar a los aspirantes lo que en su opinión era irregular en el concurso. A través de volantes, hicieron un llamado a los padres de familia y a los jóvenes a que se reunieran el próximo 10 de agosto (dos días después de que se publiquen los resultados) con el fin de analizar la segunda versión del examen único.
Los opositores se organizaron en brigadas que visitaron 20 centros de aplicación del examen. Según Higinio Muñoz y Francisco Retama, en Zacatenco dos miembros del Comité Estudiantil Metropolitano (CEM), Christian Sánchez e Irán Lagos, fueron golpeados por elementos de vigilancia y de la Federación de Estudiantes Politécnicos cuando repartían los volantes.
En la propaganda, el CEM consideró que el proceso de selección no ayuda a los estudiantes ni al sistema educativo: ``Favorece al sistema de capacitación terminal y por supuesto a las empresas e industrias que requieren de la incorporación de jóvenes de 18 años de edad como mano de obra muy especializada, medianamente capacitada y extremadamente barata''.
De acuerdo con los inconformes, hay un descontento porque a la hora de llenar los formatos a los estudiantes les cambiaron la lista de opciones y les ofrecieron los centros con la demanda más baja (Conalep y Cetys). Además, indicaron que algunos padres quieren el rembolso del dinero que pagaron por el derecho a examen si a sus hijos no se les ubica en las opciones de su preferencia.
El profesor de la UAM Hugo Aboites señaló que el CEM y maestros en contra del llamado examen único se proponen concientizar a los estudiantes para que exijan su derecho a recibir una enseñanza gratuita y pública y, de esta manera, incidan en las políticas educativas que aplica el gobierno mexicano.
Jornada incierta para los familiares
La Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (Comipems) --organizadores del concurso-- informó que la aplicación se realizó de manera tranquila y ordenada y recordó que se registraron alrededor de 237 mil aspirantes, aunque indicó que el número de estudiantes que fue examinado se dará a conocer en los próximos días.
En algunos lugares como el Colegio Madrid, el CCH Sur, el Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos número 12 y la Escuela Secundaria número 38 hubo personal que se encargó de leer los exámenes a cada uno de los nueve invidentes que en esta ocasión se presentaron al concurso.
La Comipems insistió en que todos los aspirantes que cumplieron con los requisitos tendrán garantizado un lugar para cursar su bachillerato en alguna de las nueve instituciones que integran la comisión.
La novedad de esta segunda edición del examen (el primero fue el 23 de junio en 1996) precisamente fue que los aspirantes que respondieron sus guías un día antes o definitivamente se olvidaron de ellas llegaron al concurso ya no con el deseo de quedar en los centros educativos preferidos por la mayoría (las preparatorias, CCH y vocacionales), sino por obtener los 31 aciertos mínimos aceptados. ``Me conformó con eso, ya no me importa dónde me quede'', exclamó Alejandra Rosales, de 15 años, que por segunda vez se apuntó en el concurso.
Desde las 14 horas, algunos familiares de los jóvenes instalaron afuera de las sedes del concurso aparatos de televisión y radio para conocer el desarrollo del partido de futbol México-Ecuador. Por momentos parecieron olvidar que los estudiantes presentaban un examen para continuar sus estudios.
Muchos padres dejaron de mirar las puertas por donde saldrían los estudiantes que presentaron el examen. A las 16:30 horas se definía el futuro de la selección mexicana en penalties y poco importó que sus hijos termina ran la prueba antes de las tres horas reglamentarias.