La Jornada 24 de junio de 1997

Zedillo: se demuestra que es posible avanzar a la par en las reformas política y económica

Elena Gallegos, enviada, y David Carrizales, corresponsal, Monterrey, NL, 23 de junio Ť México demuestra que sí es posible avanzar al mismo tiempo en la transformación de la economía y de la política, dijo el presidente Ernesto Zedillo, quien ofreció seguir trabajando por la vigencia del Estado de derecho, la prevalencia de la economía de mercado, la responsabilidad fiscal y monetaria, y el fortalecimiento de la democracia, para renovar la confianza ciudadana y alentar el realismo de las promesas de quienes contienden por el poder.

Enseguida reiteró que los mexicanos desean una plena normalidad democrática con una nueva ética de responsabilidad política que revitalice, precisamente, las virtudes de la política, e insistió en que crecimiento económico y democracia, unidos, ``serán la mejor garantía para lograr lo que más nos importa, que es combatir la pobreza y vivir en un país justo''.

Zedillo habló en uno de los patios de maniobras de los Ferrocarriles del Noreste, donde hizo entrega formal de esta línea a la empresa Transportación Ferroviaria Mexicana, en lo que se consideró uno de los pasos decisivos en el proceso de privatización de Ferronales. Sin embargo, su mensaje central -difundido a todo el estado en cadena radiofónica- estuvo muy lejos de constreñirse a este suceso.

El Presidente quiso dirigirse a los neoleoneses para ratificar el ``especial compromiso'' que tiene con esta entidad. Ofreció ``honrar'' ese compromiso. Recordó que entre 1995 y 97 el gobierno federal otorgó a la entidad apoyos adicionales por 2 mil 558 millones de pesos para rehabilitar las finanzas estatales, compensar el gasto educativo y reanudar la obra pública.

Incluso, anunció que se darán más recursos para respaldar programas sociales de gran urgencia. La nueva partida especial será del orden de 60 millones de pesos.

Como preámbulo a su llegada a esta ciudad, dirigentes del PAN señalaron recio y quedo: ``Viene a darle un empujoncito a Nati'' (González Parás, candidato del PRI a la gubernatura). Según los últimos sondeos -en los que los contendientes de PRI y PAN aparecen empatados-, ``la moneda aún está en el aire'', aunque los panistas aseguran que ganarán ya que después de Sócrates Rizzo ``los neoleoneses están escamados''.

De hecho, en lo que constituyó su cuarta gira de trabajo en el año a esta entidad -una de las que más ha visitado en los últimos meses-, Zedillo fue recibido con agrias críticas del panismo desplegadas en casi todos los diarios locales.

Tanto el dirigente estatal, José Luis Coindreau, como el líder de la fracción panista en San Lázaro, Ricardo García, afirmaron que la presencia del Presidente no obedece sino al temor de que su partido pierda la gubernatura frente a Fernando Canales Clariond quien, según las encuestas, ha recuperado puntos. ``El miedo no anda en burro, sino en avión presidencial'', dijeron.

En su mensaje de hoy, Zedillo repitió que su gobierno ha querido corresponder al enorme esfuerzo que han hecho, aplicando políticas económicas responsables y realistas que propicien la recuperación y, a la vez, dando los apoyos especiales que requiere la entidad. ``De este modo, en ningún momento, ni siquiera en las circunstancias económicas más adversas, el gobierno ha faltado a su compromiso de apoyar a Nuevo León''.

También dijo que es alentador que aquí, como en todo México, la recuperación esté dando pie a un nuevo crecimiento; ``hoy, en los mercados financieros prevalece la estabilidad, al tiempo que la inflación muestra una tendencia claramente decreciente''.

Volvió a señalar que ``vamos por el camino correcto'', y agregó que se seguirán impulsando las políticas que fortalezcan los verdaderos fundamentos del desarrollo, fomentando el ahorro interno, impulsando la educación y capacitación de los recursos humanos, multiplicando las oportunidades para todos, en todas las regiones y comunidades.

``Es el compromiso social y el rostro humano que queremos para la economía mexicana. De igual modo seguiremos impulsando la democracia, con una nueva ética de responsabilidad política'', dijo para agregar que así se construye una nueva política y una nación de leyes y justicia, con pluralismo, responsabilidad, civilidad, crecimiento, bienestar y equidad.

Discurso del presidente Ernesto Zedillo

Muy apreciado señor gobernador de Nuevo León, Benjamín Clariond Reyes Retana;

Compañero Víctor Flores, secretario general del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana;

Señor José Serrano Segovia, presidente de Transportación Ferroviaria Mexicana;

Señoras y señores:

Me da mucho gusto que esta reunión se celebre aquí, en la pujante ciudad de Monterrey, histórico centro ferroviario de México.

Hace poco más de dos años, justo cuando el país empezaba a enfrentar la emergencia económica, los mexicanos decidimos que como parte de nuestra estrategia y de nuestro esfuerzo para salir adelante, manten-

dríamos el impulso a las transformaciones con que estamos afianzando una genuina economía de mercado con vocación social, una economía de mercado con rostro y con corazón humano. En esos días sostuve que las dificultades ponían de relieve el imperativo de que lejos de dar marcha atrás o retrasar el cambio estructural, debíamos reafirmarlo y profundizarlo.

Con esa convicción, en febrero de 1995 sometí a consideración del honorable Congreso de la Unión, y éste aprobó con toda responsabilidad, una iniciativa de reforma constitucional para permitir la participación de los particulares en los ferrocarriles del país y estimular su modernización. Dicha reforma fue complementada con la elaboración de una nueva Ley Reglamentaria del Sistema Ferroviario. Dentro de este nuevo marco jurídico emprendimos la restructuración de Ferrocarriles Nacionales de México, restructuración que incluyó la segmentación regional del sistema, la renovación de la infraestructura, nuevas estrategias de comercialización, un uso más intensivo del equipo rodante, así como la coordinación con operadores de ferrocarriles, transportadores y puertos de Estados Unidos y Canadá. En todo momento la restructuración estuvo guiada por el principio inquebrantable de respetar enteramente los derechos de los trabajadores.

Con estas bases, en agosto de 1996 se llevo a cabo la licitación del Ferrocarril del Noreste, que hoy culmina con la transferencia de su administración a la empresa Transportación Ferroviaria Mexicana. Para todos los mexicanos -y estoy seguro de que en especial para nuestros amigos de Nuevo León- es muy satisfactorio que los inversionistas del Ferrocarril del Noreste hayan decidido que Monterrey sea el centro operativo de la nueva empresa. Ello corresponde con la tradición ferroviaria del norte del país y con la extraordinaria importancia económica de esta gran ciudad.

Quiero aprovechar esta oportunidad para hacer un sincero reconocimiento a los inversionistas y representantes de Transportación Ferroviaria Mexicana por la confianza que han mostrado en el presente y en el futuro de México.

En particular, don José Serrano merece una mención especial, pues su visión y liderazgo empresarial habrán de hacer del Ferrocarril del Noreste un puntal de la infraestructura moderna, segura y eficiente, que requiere el desarrollo de México en el siglo XXI.

De igual modo, hago un reconocimiento muy señalado al patriotismo con que los trabajadores ferrocarrileros han asumido su responsabilidad en el fortalecimiento y la expansión de su fuente de trabajo. Reconozco el compromiso con el desarrollo nacional y el afán de superación del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana y de su dirigente, nuestro amigo Víctor Flores.

A los compañeros ferrocarrileros quiero reiterarles que parte de los recursos provenientes de estas licitaciones se destinará a la formación de un fondo de retiro que garantice el pago de las pensiones a que tienen derecho.

El paso que damos hoy es una prueba más de que los mexicanos sabemos enfrentar con unidad y esfuerzo cada reto, y que sabemos transformar nuestros grandes desa-fíos en grandes oportunidades.

El gobierno de la República refrenda hoy su compromiso de seguir avanzando con visión, responsabilidad y transparencia en la restructuración del sistema ferroviario, a fin de que sea un apoyo eficaz para la capacidad productiva y el esfuerzo de los mexicanos.

Gracias al talento, la capacidad productiva y el esfuerzo de su gente, Nuevo León es un estado que sigue a la vanguardia en la recuperación y el crecimiento de nuestra economía. El vigor de su ejemplo tiene eco en todo el país.

Es sumamente alentador que aquí, como en todo México, la recuperación esté dando pie a un nuevo crecimiento económico. Hoy, en los mercados financieros prevalece la estabilidad, al tiempo que la inflación muestra una tendencia claramente descendente.

Hoy también, el crecimiento dinámico de la producción ha comenzado a extenderse a todos los sectores de la economía. Lo más importante es que ese nuevo dinamismo ya está traduciéndose en más empleos para más mexicanos.

Sabemos que es mucho lo que falta por hacer, pero cada día los hechos y los avances logrados con el esfuerzo de todos los mexicanos demuestran que vamos por el camino correcto.

Por eso, es que tenemos la convicción y la decisión, tenemos la confianza y el aliento para perseverar. Sé bien que para perseverar en nuestro rumbo y en nuestro ahínco México cuenta con Nuevo León, que siempre se ha distinguido por su participación en el esfuerzo y en el desarrollo nacional.

Por eso es que mi gobierno tiene un compromiso muy especial con Nuevo León, para mí, en lo personal, es muy satisfactorio que el gobierno de la República esté haciendo su parte en la recuperación económica y en el renovado ánimo social que ya se viven en Nuevo León.

Al enorme esfuerzo de todos ustedes, mi gobierno ha querido corresponder aplicando políticas económicas responsables y

realistas, que propicien la recuperación y, a la vez, dando los apoyos especiales que requiere Nuevo León. De este modo, en ningún momento, ni siquiera en las circunstancias económicas más adversas, el gobierno de la República ha faltado al compromiso de respaldar a Nuevo León.

El compromiso de mi gobierno con este querido estado es sólido y permanente, así lo prueba el hecho de que entre 1995 y 1997 el gobierno federal ha otorgado a Nuevo León apoyos especiales por 2 mil 558 millones de pesos para rehabilitar las finanzas estatales, compensar el considerable gasto educativo del estado y propiciar la reanudación de la obra pública.

De hecho, hace unos días el señor gobernador y yo acordamos un apoyo adicional de 60 millones de pesos para respaldar obras y programas sociales de gran urgencia, que habrán de beneficiar a quienes más lo necesitan en las colonias populares y en las comunidades rurales del estado.

Hoy, aquí en Monterrey, quiero reiterar que tengo como Presidente de la República un compromiso muy especial con Nuevo León, es un compromiso fundado en lo mucho que ustedes trabajan por su estado y por nuestro país.

Es un compromiso sustentado en el enorme potencial de esta ciudad y de este gran estado.

Es un compromiso con Nuevo León que siempre sabré honrar.

Señoras y señores:

México está creciendo en lo económico y México está creciendo en lo político.

Con nuestro esfuerzo los mexicanos estamos probando que sí es posible avanzar al mismo tiempo en la transformación de la economía y en la transformación de la política.

Por eso seguiremos impulsando las políticas que fortalecen los verdaderos fundamentos del desarrollo.

Seguiremos trabajando unidos por la plena vigencia del estado de derecho, la prevalencia de la economía de mercado, la responsabilidad fiscal y monetaria, el fomento del ahorro interno y el impulso a la educación y capacitación de los recursos humanos.

Seguiremos aplicando las políticas que consoliden una economía con un crecimiento dinámico que se extienda por todo el país, que multiplique las buenas oportunidades para todos, en todas las regiones; que sustente el progreso de las personas y las familias en todas las comunidades.

Ese es el compromiso social y el rostro humano que queremos para la economía mexicana. De igual modo seguiremos fortaleciendo la democracia en México.

Los mexicanos queremos una plena normalidad democrática, con una nueva ética de responsabilidad política.

Una ética que revitalice las virtudes de la política, que renueve la confianza ciudadana y que aliente la seriedad de las propuestas y el realismo de las promesas de quienes contienden por la representación y el poder público.

La unión del crecimiento económico y la democracia será la mejor garantía para lograr lo que más nos importa, que es combatir la pobreza y vivir en un país justo.

Este es el camino de nuestra política, es el camino para construir una nación de leyes y de justicia, una nación con pluralismo, responsabilidad y civilidad, una nación con crecimiento, bienestar y equidad.

No bajaremos los brazos hasta construir una gran nación de la que todos los mexicanos, sin excepción, nos sintamos orgullosos, y por la que se respete a todos los mexicanos.

Hoy, aquí, comprobamos que en la edificación de esa gran nación, Monterrey y Nuevo León seguirán siendo pilares fundamentales.

Por eso los invito a que sigamos trabajando unidos por Monterrey, por Nuevo León y por la grandeza de México.