La Jornada viernes 27 de junio de 1997

ASTILLERO Ť Julio Hernández López

El delegado del Seguro Social en la zona de Orizaba, Eduardo Luque Altamirano, entregó a esta columna una relación de ``imprecisiones'' que a su juicio provienen de que el autor de Astillero, ``al igual que los médicos que laboran en el hospital regional'' de aquella ciudad sureña de Veracruz, fueron ``sorprendidos con documentos que carecen por completo de sustento real y legal''.

A continuación se reproduce, con la máxima literalidad que permite la redacción de origen, la versión oficial de lo que pasa en el citado hospital. Se han resaltado a criterio del columnista ciertas palabras que pudieran ayudar a entender el tono y el criterio con el que se está abordando desde el ámbito oficial el caso difundido aquí.

--A la fecha no se ha recibido denuncia alguna de médicos, sino un documento de 22 hojas elaborado a título personal por el doctor Joaquín Hernández González, que atribuyo a las irregularidades derivadas del incumplimiento a sus obligaciones contractuales... y quien sin ética ni profesionalismo realiza su diagnóstico e involucra a los médicos del hospital.

--Sólo se tiene conocimiento de una averiguación previa por presunto homicidio imprudencial de derechohabientes, relacionada con el hermano del abogado Javier Salgado Castillo y serán las autori- dades competentes quienes resuelvan conforme a derecho proceda, toda vez que habiéndose practicado internamente la investigación laboral respectiva, se concluyó que no existe responsabilidad atribuible al personal médico o paramédico.

--Desde hace diez años no se ha evidenciado contaminación en quirófanos, ya que se practican 940 cirugías mensualmente, las cuales se realizan sin diferimiento.

--El servicio de urgencias cuenta con los recursos físicos, materiales y humanos suficientes, que permiten atender eficientemente a nuestros usuarios, contando con una respuesta oportuna de los servicios de laboratorio y radiodiagnóstico.

--No existen tiempos establecidos para la consulta externa de especialidad, ya que debe brindarse acorde al padecimiento del paciente y la organización del médico, por lo que no hay sobrecarga de trabajo. Nuestros registros reportan un promedio de atención de 2.3 pacientes por hora-médico.

--Aun con la certeza de que el denominado comité de derechohabientes fue formado por el doctor Hernández González para fines personales, hubo comunicación médico-paciente sobre la evolución y tratamiento de cada integrante de ese comité, sin que haya un solo caso pendiente de atención.

--No hay falta de medicamento, ya que en un día normal de actividades se surten totalmente 450 recetas.

--La atención integral a los pacientes se lleva a cabo en forma oportuna y adecuada, como lo demuestra el que de mil 100 egresos hospitalarios mensuales sólo se tienen 3.5 muertes, principalmente por padecimientos terminales o irreversibles.

--No hay diferimiento de consulta externa, pues el ausentismo programado se cubre al 100 por ciento. La delegación tiene a nivel nacional el segundo lugar en el abatimiento del ausentismo no programado.

--Los estudios de resonancia magnética, a pesar de tener mínima demanda como apoyo diagnóstico, no tardan más de tres días de espera en que se realicen en los centros médicos adecuados.

--En urgencias, el paciente se remite el mismo día al centro médico adecuado, y en cirugías programadas el lapso no pasa de siete días.

PRECISION A IMPRECISIONES

En esta columna se han presentado con la mayor amplitud posible los hechos relacionados con el hospital de Orizaba, dándole un peso sustancial a lo que está comprobado mediante documentos y luego verificado por la vía telefónica.

El delegado Luque se equivoca tajantemente al suponer que este columnista fue ``sorprendido'' con documentos ``que carecen por completo de sustento real y legal''. Se tienen constancias de las gestiones diversas realizadas por los dere- chohabientes, de la denuncia original de los médicos y de las averiguaciones previas instauradas.

Los tres expedientes obligan a las autoridades correspondientes a actuar, ya sea la dirección nacional del IMSS, la Comisión Nacional de Arbitraje Médico o la agencia del Ministerio Público. Que una denuncia sea cierta o falsa corresponde decirlo al órgano institucional facultado para escuchar tales quejas y para emitir una resolución conforme al derecho vigente, no a este columnista ni mucho menos a un delegado regional que pretende convertirse en juez y parte.

OTROS CASOS

El doctor Alejandro F. Luque Coqui es un cardiólogo que trabajó en el Centro Médico Nacional hasta el terremoto de 1985, cuando emigró a Celaya, donde trabajó hasta 1990 en que dejó el Instituto Mexicano del Seguro Social por problemas con un directivo.

``Todo lo que dice el doctor Hernández González, pareciera que está describiendo al Hospital General de Zona 4 del IMSS aquí en Celaya'', dice el doctor Luque. ``Siempre que un médico o grupo de trabajadores del Seguro Social trata de quejarse de las graves deficiencias que hay, inmediatamente es denostado, criticado, insultado por las autoridades tipo este señor delegado Luque (espero no sea mi pariente, me daría vergüenza)''.

El médico Luque Coqui también dice que los servicios gubernamentales de salud son una ``gran mentira'' y narra que los médicos a veces manchan su prestigio realizando cirugías sin el equipo adecuado, presionados por directivos que les dicen ``tú opera y ya después vemos'', o en casos como los de los químicos bacteriólogos a quienes se les ordena cuando no tienen elementos para hacer un cultivo: ``pon que no se desarrollaron gérmenes''.

Otro médico, Juan Gallardo, quien trabaja en el Hospital de Nuestra Señora de la Salud en San Luis Potosí, pero escribe desde Rochester, Minnesota, donde se entrena en anestesia y terapia intensiva de transplante hepático en la Clínica Mayo, dice:

``No tengo la menor duda de que el Instituto Mexicano del Seguro Social en provincia trabaja bajo una situación de escasez continua de material y de estímulo para sus trabajadores, lo que lleva a violaciones de la ética con frecuencia tanto intencional como circunstancial''.

Respecto a las denuncias del médico de Orizaba, considera que ``si fuera un mentiroso y un corrupto, como lo quieren ahora mostrar, y su actitud de denuncia responde a un sentimiento de revancha o venganza contra la institución por alguna razón oscura, está utilizando un método incuestionable, que es la denuncia de la verdad. El IMSS ha sido el arca de muchos políticos corruptos y creo que sigue siéndolo''.

Otro concurrente al análisis del tema es el doctor Eloy Ovando Sanders, presidente del Socorro Médico Latinoamericano y fundador de la Asociación de Víctimas de Negligencia Médica y Cirugías Innecesarias, quien desde la ciudad de Tijuana ha denunciado la corrupción médica sobre todo referente a la práctica de operaciones de columna vertebral, corazón y cesáreas. La extensa información que aporta el doctor Ovando Sanders requiere su tratamiento en posterior ocasión.

Astillas: Ernesto Luque Feregrino, ex senador y actual presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Querétaro --tío del delegado del IMSS en Orizaba--, está casado con Angelina Gamboa Patrón... No se rescindirá el contrato de trabajo del médico Hernández González, simplemente será dado de baja de la bolsa de trabajo del Instituto Mexicano del Seguro Social, pues a dicha bolsa habría recurrido el doctor para ingresar al hospital de Orizaba como sustituto. La acusación por haber pedido dinero para realizar una operación ya se había presentado verbalmente una semana atrás, según las autoridades del instituto, pero se ``documentó'' hasta el miércoles 25, un día después de que en Astillero se difundió el caso de Orizaba...

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