La Jornada 27 de junio de 1997

ENTREGA DE 24 MIL HECTAREAS DE BOSQUES

Elena Gallegos, enviada, Santa María de Ocotán y Xoconoxtle, Durango, 26 de junio Ť En un centro ceremonial tepehuano --un lomerío en cuyas laderas se levantan casitas de madera con techos de lámina y lo que queda de una iglesia edificada en el siglo XVII--, el presidente Ernesto Zedillo entregó a los miembros de esa comunidad indígena más de 24 mil hectáreas de bosques (aunque en realidad reclamaban 89 mil) de las que los abuelos de sus abuelos habían sido despojados hace casi 300 años.

Ahí, el presidente del comisariado ejidal Santos Galindo --la comuna se siente muy orgullosa de él porque es ``estudiado''-- le dijo al primer mandatario que la posesión de la tierra ``no es suficiente''. Efectivamente --convino Zedillo--, la solución del problema de la tierra no resuelve la pobreza y ofreció que esta acción será sólo el primer paso de muchos que dará su gobierno para hacer justicia social ``a nuestros hermanos y hermanas tepehuanos'', de los cuales 13 mil se asientan aquí.

Ataviados con sus vestimentas para las grandes ocasiones --las mujeres con sus blusones brillantes y los hombres de calzones y camisolas de manta--, los tepehuanes, así como representantes de huicholes y mexicaneros, invitados especiales, esperaron a los visitantes. En cuanto Zedillo pisó su tierra, las autoridades le entregaron el bastón de mando. Por primera vez, un Presidente llegaba a Santa María.

Zedillo les ofreció llevar a cabo de inmediato un programa integral para sacar de la marginación a esta pobrísima zona que, paradójicamente, tiene una importante riqueza forestal que sirvió para que unos cuantos caciques, amafiados con madereros, se enriquecieran. Santos está tratando de acabar con eso, aseguran los lugareños.

También les habló de la nueva relación de respeto a su cultura y tradiciones, que el gobierno de la República ha entablado con las comunidades indígenas. Aunque serios --así son-- dieron muestras de agradecimiento a Zedillo. Muchas generaciones tuvieron que pasar para volver a poseer las tierras que se les confirieron en 1680. Pero los títulos virreinales que amparaban la propiedad se quemaron con el templo, por lo que en el quinto año del siglo XVIII, se les dieron otros. En total, los indígenas tenían 421 mil hectáreas.

Pero desde que les dieron la posesión comenzaron a ser despojados. Desde siempre reclamaban por eso. Poco a poco se les fueron restituyendo y sólo quedaban pendientes 89 mil 770. Hoy les entregaron 24 mil 811. ¿Y el resto? preguntaban los reporteros. A uno de ellos, el gobernador Arturo Romo --parte de lo devuelto se encuentra en Zacatecas, porque esta comunidad está en los límites con ese estado-- le contestó: ``Se perdieron en el tiempo'', mientras que a otros el titular de la Secretaría de la Reforma Agraria, Arturo Warman, les comentó que seguramente se recurrirá a un juicio voluntario con lo que quedará finiquitado este viejo, viejísimo problema.

De este sitio el Presidente se trasladó en helicóptero a Cuencamé, donde se dieron a conocer los programas carreteros para Durango y Zacatecas y se firmaron los convenios de Desarrollo Social para ambos estados. Estuvieron los titulares de la Sedeso, Carlos Rojas, y Carlos Ruiz Sacristán, de la SCT.

Finalmente, el mandatario estuvo en el kilómetro cinco de la Carretera Panamericana, donde inauguró la ampliación a cuatro carriles de esa vía. Aquí, en broma, le llaman el Camino a las Aguilas, ya que pasa muy cerca del rancho, con ese nombre, que tiene el gobernador Maximiliano Silerio Esparza, que pudo comprarse, según él mismo dijo recientemente a La Jornada, gracias a que supo jugar bien en la bolsa (de valores).

En ese lugar, las autoridades de las 32 comunidades menonitas del municipio de Nuevo Ideal, le agradecieron su rápida intervención gracias a la cual se detuvo la pretensión del alcalde Gustavo Nevares de introducir tendidos y servicio de la CFE. Les pedían 12 mil 500 pesos a cada jefe de familia por la obra. En total son 960 familias y una población de 8 mil 600 personas.

Pero si no fuera por el dinero --que les pareció excesivo-- y porque ellos ya tienen luz (la producen a través de celdas solares), el asunto no hubiera trascendido. Los menonitas, por conducto de José Bonilla, buscaron hablar con Zedillo para exponerle la situación. Los recibió el 10 de junio en Los Pinos. El asunto ya se arregló con el compromiso de respetar a esa comunidad.