Cedió Menem; su embajador en EU, a la cartera de Justicia
Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 26 de junio Ť La anunciada renuncia del ministro argentino de Justicia, Elías Jassán, fue aceptada hoy por el presidente Carlos Menem, un día después de que la oposición solicitó un voto de censura al jefe de gabinete, Jorge Rodríguez, por haber recibido con honores al empresario telepostal Alfredo Yabrán, sospechoso en el asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas.
Menem acusó de ``golpista'' a la oposición política y criticó sus protestas pacíficas, en una actitud considerada como ``insólita'' por el ex presidente Raúl Alfonsín, de la Unión Cívica Radical (UCR).
Jassán renunció víctima de sus propias contradicciones, después de haber negado que conocía a Yabrán y comprobarse finalmente que existían fluidos contactos telefónicos con el empresario, señalado como sospechoso de instigar el asesinato de Cabezas, ocurrido hace cinco meses.
La investigación del crimen expuso un amplio círculo de corrupción, vínculos y mafias, y se teme que esto sólo sea ``la punta del iceberg''.
Jassán y el ministro del Interior, Carlos Corach, entre otros, recibían llamados de Yabrán cuando éste ya era mencionado en la investigación del crimen y de la comisión antimafia del Congreso.
La estrategia de Menem fue ``blanquear'' la situación y pasar al contraataque en una acción política considerada como ``asombrosamente dual'', ya que Jassán renunció debido a sus contactos con Yabrán, en momentos en que éste era recibido en la casa presidencial por el jefe de gabinete. Aunque Menem atacó a la oposición, es la primera vez que se ve obligado a ceder rápidamente, cuando su estrategia es conservar a sus hombres sin ``doblar la mano'' hasta cuando él lo dispone.
Analistas y opositores coinciden en que existen pocas esperanzas de cambios profundos con el nombramiento del hasta ahora embajador en Estados Unidos, el abogado ultramenemista Raúl Granillo Ocampo, en la cartera de Justicia. Daniel Guelar sera el nuevo embajador en Estados Unidos, abandonando la representación diplomática en Brasil, que será cubierta por Jorge Herrera Vega, funcionario de la cancillería.
Responden a Menem
En tanto, al responder a las acusaciones de golpismo de Menem, la oposición recordó que la UCR y el centroizquierdista Frente País Solidario (Frepaso) realizan una oposición pacífica y responsable, con protestas singulares, y sus dirigentes, si bien han sido fuertes en la crítica, siempre han recurrido al Congreso para tratar de resolver los graves problemas del país.
Alfonsín reseñó que en cada oportunidad difícil, la oposición convalidó a la democracia. Incluso fue él mismo quien mediante el llamado Pacto de Olivo, en 1993, permitió que se votara una nueva Constitución y con ello la posibilidad de la reelección de Menem.
La senadora Graciela Fernández Meijide, del Frepaso, lamentó la actitud presidencial y la atribuyó a una ``conocida estrategia de ataque'' cuando las encuestas muestran el avanzado deterioro del gobierno, mientras el diputado de esa misma fuerza Carlos Chacho Alvarez, dijo: ``hubiera sido reconfortante que Menem reconociera alguna vez que cometió un error''.
Cada paso de Menem y su entorno ahonda aún más las diferencias dentro del propio justicialismo. El analista político José María Pasquini Durán señala que para explicar las actitudes presidenciales hay que ``recurrir a la sicosociología del poder absolutista. Allí es posible encontrar los rasgos de omnipotencia y voluntarismo que niega toda realidad''.
Advierte que la situación está ``intoxicada de canibalismo político'' en la incontenible lucha interna del justicialismo, cuando los ultramenemistas parecen dispuestos a no cejar en una segunda reelección y tratan de debilitar al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, el más fuerte competidor interno, que también devuelve golpes.
En tanto, Página 12 advirtió sobre la escalada de violencia, donde se registran agresiones y amenazas a periodistas, a jóvenes integrantes de ``Hijos de desaparecidos'', a sindicalistas y dirigentes políticos, algunos de los cuales han sido atropellados por automóviles no accidentalmente. ``La escalada pasó de la amenaza telefónica a la amenaza en patotas (bandas) y con armas, e incluso a la agresión... Tiene objetivos concretos. Se llame Triple A o servicios de inteligencia, es difícil pensar en una organización así sin relación con el aparato de seguridad estatal''.
La Triple A fue la organización paramilitar que actuó --previamente a la dictadura militar-- bajo el gobierno de Isabel Martínez de Perón, dejando cientos de víctimas.