Con desnutrición, 43% de niños que viven en zonas rurales del país
Angeles Cruz Ť Uno de cada cinco niños menores de cinco años que viven en el medio rural padece desnutrición de moderada a severa. En los últimos siete años se registró un cambio en los niveles de déficit nutricional, con lo que ahora Guerrero ocupa el primer lugar, seguido de Yucatán, la Huasteca, la sierra norte de Puebla, Oaxaca (que en 1989 encabezó la lista) y Chiapas.
Los resultados de la Encuesta Nacional de Nutrición realizada por el Instituto Nacional de Nutrición (INN) de la Secretaría de Salud, señalan que a nivel nacional 43 por ciento de los menores del área rural indígena y marginada está desnutrido en algún grado. De los 800 mil niños desnutridos, 26 por ciento tiene un déficit de primer grado y 17 por ciento de moderado a severo.
Las cifras globales indican que, en general, la desnutrición en nuestro país se mantiene sin cambios, mientras que en un análisis por regiones sobresalen las diferencias de acuerdo con la situación económica y social de cada entidad.
Se aplicaron 45 mil encuestas en aproximadamente mil comunidades rurales y marginadas con una población de entre 500 y 2 mil 500 habitantes, en las cuales se calcula habitan un millón 900 mil niños menores de cinco años.
Con las preguntas, el INN buscó conocer las condiciones de vivienda, la composición familiar, la ocupación de sus integrantes, el nivel de escolaridad, así como el peso y talla de los niños y su alimentación.
Los cuestionarios también incluyeron la edad a la que los niños fueron destetados y la frecuencia en el consumo de alimentos.
En general, los resultados señalan que el nivel de desnutrición se mantiene igual que en los últimos años en las zonas indígenas, las de marginación extrema en el país, y en las cuales habitan 4 millones de niños menores de cinco años; es decir, incluyendo las comunidades de menos de 500 personas. En todo el país hay aproximadamente 11 millones de niños del mismo rango de edad.
Cambios en Chiapas y Oaxaca
Al comparar los resultados de la encuesta aplicada en 1989, se detecta que hay un avance en el estado de Chiapas, debido en parte a los programas de asistencia social que se han llevado a esa entidad a partir de 1994 y a los apoyos de organismos no gubernamentales y agencias internacionales. En 1989, Chiapas registró 33 por ciento de desnutrición moderada a severa y en el último estudio este porcentaje se ubica en 20 por ciento.
Destaca que Oaxaca dejó de tener los peores niveles de desnutrición en la República, situación que se atribuye en parte a las aportaciones económicas de los jornaleros que emigran principalmente a Estados Unidos. Se han creado redes de apoyo social que han permitido la mejoría, y de casi 40 por ciento de desnutrición moderada a severa que había en 1989, en la misma encuesta esta cifra se ubica en 26 por ciento. Es decir, hace siete años uno de cada tres menores tenía deficiencias nutricionales, y en 1997 la proporción es uno de cada cuatro.
Sin embargo, no ocurre lo mismo en zonas como la Mixteca, donde algunas comunidades son ``pueblos fantasma'', principalmente por el deterioro ecológico y el grado de erosión y desertificación de los suelos, que impiden la producción agropecuaria.
Por el contrario, en Guerrero, donde sí hay posibilidades de trabajo agrícola, las comunidades indígenas no han podido conservar su organización comunitaria y trabajo solidario. La migración en esta entidad es ``de fuga'' y los que se van ya no regresan. Esta situación ha llevado a que, según la reciente encuesta, uno de cada tres niños padezca un déficit severo en su constitución nutricional. La desnutrición global en Guerrero rebasa el 60 por ciento de los menores.
Los resultados definitivos de la citada encuesta serán dados a conocer a mediados de julio, después de las elecciones, luego de que se suspendió el acto, ya programado para el miércoles pasado.
Otras cifras
Algunos especialistas han señalado que la desnutrición afecta las zonas indígenas desde hace 500 años sin que a la fecha se haya aplicado un programa efectivo para abatirla, a pesar de que, según estimaciones del Banco Mundial y la Organización de Naciones Unidas, con 700 millones de dólares invertidos eficientemente en acciones de atención hacia los niños se acabaría con ese problema en México.
Si se tomaran decisiones de este tipo, se abatirían las 25 mil muertes evitables que cada año se registran por enfermedades. Los especialistas también reconocen que el número de muertes prevenibles ha disminuido, pues mientras en 1990 morían 50 mil niños, actualmente esta cifra se ubica en 25 mil.
La Encuesta Nacional de Nutrición 1997 indica también que en Yucatán hay 28 por ciento de desnutrición moderada a severa; en la Huasteca y sierra norte de Puebla, 23 por ciento; en el sur de Veracruz, 17; en San Luis Potosí y la zona seca de Coahuila, 11; en Sonora y Sinaloa, 6; y en Tampico y norte de Veracruz, 7 por ciento.
Reacomodan a Adolfo Chávez en una menor jerarquía
En otro orden, se supo que el investigador Adolfo Chávez, quien durante 40 años se desempeñó como subdirector de Nutrición de la Comunidad en el Instituto Nacional de Nutrición (INN) de la Secretaría de Salud (Ssa), fue ``reasignado'' en la jefatura de departamento de Nutrición Educacional.
El director del INN, Donato Alarcón Segovia, informó que se fusionaron dos subdirecciones y reconoció en el doctor Chávez a ``uno de los pilares de la institución''; sin embargo, en los hechos, con el cambio el investigador tiene menor jerarquía.
Estos cambios se dieron a conocer internamente durante esta semana cuando aún el área que dirigía Adolfo Chávez trabaja en el procesamiento final de los resultados de la Encuesta Nacional de Nutrición que se realizó durante el último año.
Trascendió que a partir de la fusión de las áreas de Nutrición de la Comunidad, Nutrición Clínica, y probablemente algunos laboratorios, se creará la Dirección General de Nutrición, de la que aún no se designa al titular.
Para Luz Lozoya, integrante del consejo coordinador del Frente por el Derecho a la Alimentación, la reubicación de Adolfo Chávez ``es grave'' porque él no escondía la información. La Subdirección de Nutrición de la Comunidad ``era la única instancia gubernamental con la que se podía trabajar para los seguimientos del nivel nutricional de la población, en particular de los niños''.
Destacó la posibilidad de que ahora el INN se convierta, ``igual que el INEGI, en un parapeto del gobierno federal, que sirva para manejar las cifras sin dar información verídica''.
Adolfo Chávez encabezó diversos proyectos, entre ellos uno que se refiere a enriquecer nutricionalmente a la tortilla y otro que logró en dos años elevar el nivel de nutrición de niños en comunidades rurales del estado de Morelos. Trabajos similares se llevan a cabo en Guerrero y Oaxaca.