ASTILLERO Ť Julio Hernández López

En la recta final, el Partido Revolucionario Institucional hará un esfuerzo extraordinario para cambiar las tendencias electorales vigentes mediante seis líneas centrales de trabajo: promoción del voto, acción electoral, batalla ideológica, maniobras jurídicas, manejo de medios y apoyo cibernético.

La promoción del voto tiene pleno apoyo del presidente Ernesto Zedillo, quien ha impulsado a los funcionarios en general a --sin caer en situaciones punibles-- asumir su militancia partidista y apoyar a los candidatos de su preferencia.

Los discursos zedillistas de los últimos meses, enfrentando abiertamente las tesis de los partidos opositores, especialmente las del de la Revolución Democrática, han llevado a funcionarios de alto nivel a realizar abiertos actos de proselitismo como los recientes en que subsecretarios y directores generales de secretarías de Estado salieron a la calle a repartir volantes y propaganda priísta.

Hay, sin embargo, un nivel menos elegante y permisible de la promoción del voto y es justamente a esa franja a la que se aplicarán los operadores priístas: a la coacción de la burocracia de los tres niveles (federal, estatal y municipal) y al control y la inducción del voto de la clientela electoral surgida del otorgamiento de obras, servicios, permisos y concesiones gubernamentales.

En este contexto, la promoción del voto busca asegurar mínimos de votación a favor de los candidatos priístas, y destinará recursos no contabilizables como gasolina para vehículos de traslado de votantes, partidas hormiga para que organicen desayunos el 6 de julio los presidentes y líderes priístas de sección electoral que se han comprometido a aportar cierto número de sufragios y apoyos económicos especiales para un amplísimo ejército de promotores del voto que tendrán como obligaciones, aparte de la cuota de votos, la discreción y la elusión de cualquier riesgo de sanción electoral.

La acción electoral busca el control de las casillas mediante auxiliares electorales expertos en solucionar a favor del PRI toda duda o controversia, y en la designación de funcionarios sustitutos en caso de que no se tenga cubierta la plantilla básica original.

Así, las tentaciones del fraude electoral --presentes a diversos niveles-- tendrán a su disposición una amplia base operativa en caso de que se decida intentar la adulteración de los resultados del 6 de julio desde antes de que abran las casillas o en el transcurso de la jornada electoral.

Ya expuesta en La Jornada la tesis de que bajo la fachada del ``nuevo IFE'' acecha la vieja estructura electoral, podrá tener contundente demostración en caso de que triunfen las tendencias cupulares que piensan en el nuevo fraude patriótico. Una estructura aceitada estará en espera de las instrucciones superiores.

Por su parte, la batalla ideológica ha tenido dos vertientes: la explícita de los opinadores, articulistas y columnistas a quienes se convence de diversas maneras para conseguir sus puntos de vista favorables, y la de la difamación del contrario, expresada esta fundamentalmente en volantes, carteles y videos.

La imprecisión jurídica en la que pueden moverse los ejecutores de estas acciones difamatorias, y el aire de impunidad que deviene de la inacción de las autoridades, hace esperar peores volúmenes y contenidos de esta tarea con la que algunos directivos priístas creen que se podrá cambiar una buena parte de la intención del voto, sobre todo del cardenista, en la capital del país.

Una de las líneas a las que se pondrá especial cuidado este 6 de julio será la de la atención jurídica en todos los distritos y las secciones electorales del país. Abogados a sueldo, capacitados en derecho electoral, estarán disponibles para encarar todo conflicto o imprecisión durante la jornada electoral con la consigna de documentar toda irregularidad que favorezca al PRI y de cuidar que los priístas no cometan errores demostrables jurídicamente.

El manejo de medios era una especialidad priísta que hoy enfrenta limitaciones importantes. Ya no bastan los métodos tradicionales de control de periódicos y periodistas --que han sido particularmente cuidados en campañas como la de Alfredo del Mazo--, pues la demanda social de información obliga a los medios a difundir con menos parcialidad las campañas partidistas, pero determinadas coyunturas que le han sido especialmente importantes a quienes toman las decisiones superiores han mostrado cómo todavía es posible uniformar enfoques informativos, desaparecer sesgos indeseados y subrayar aspectos específicos en favor del interés priísta.

Por último, el apoyo cibernético ha servido para decidir, conforme a estadísticas electorales y a proyecciones actualizadas, en qué distritos y secciones es conveniente imprimir más fuerza al trabajo priísta y en cuáles el trabajo es relativamente intrascendente, ya que la tendencia antipriísta es irreversible o los logros conseguibles son ínfimos.

También servirá el apoyo cibernético para procesar con rapidez los resultados electorales preliminares y acomodarlos al sentido declarativo que sea necesario darles el 6 de julio.

Impresiones y propuestas

En Baja California, el senador chiapaneco Pablo Salazar dijo tener ``la impresión, con el riesgo de equivocarme, que en el actual escenario político nacional podría no favorecernos la preferencia mayoritaria''.

Salazar asistió al informe de labores del diputado, también priísta, Jaime Martínez Veloz, y allí agregó, en el análisis de la eventual derrota de su partido: ``si ello ocurriera no va a pasar nada que nos atemorice. Ninguna tragedia vendrá. Por el contrario, estoy seguro que es así, y sólo así, como surgirá un nuevo PRI. Aprenderemos a ser un partido en competencia... abandonaremos la tradicional actitud de condenar sólo el pasado, aprenderemos a desarrollar una nueva cultura de impugnación al presente... fomentaremos una verdadera división de poderes, único antídoto para desterrar la invención que cada seis años hacemos de hombres infalibles y hermanos incómodos''.

En el mismo acto, el senador Salazar, miembro de la Cocopa, al igual que Martínez Veloz, dijo que después de las elecciones se deben reimpulsar los acuerdos de San Andrés y, para ese fin, propuso que el gobierno federal retire de la mesa su contrapropuesta de iniciativa, que se sostenga la de la Cocopa como documento único de las partes, que el EZLN exprese su voluntad de mantener el diálogo y la negociación sobre la base del documento de la Cocopa, que el Ejército reduzca su densidad en la zona de conflicto, y que se articule una mesa de coyuntura que atienda integralmente los problemas del norte del estado de Chiapas.

Astillas: James R. Fortson entrevistó largamente a Cuauhtémoc Cárdenas en un perfil humano que acaba de editar Grijalbo. En ese trabajo, Cárdenas relata que de niño le gustaba decir que de grande iba a ser torero. También señala el michoacano que hay tres personajes universales a los que mucho admira: Gandhi, Martí y Lázaro Cárdenas...