Refrenda en Chiapas su compromiso con el diálogo y la conciliación En esa entidad, el mayor presupuesto asignado para combatir la pobreza
Elena Gallegos, enviada, Tuxtla Gutiérrez, Chis., 29 de junio Ť Buscar la estabilidad y la concordia adquiere su máximo sentido político, social y ético cuando se orienta a superar el atraso, dijo aquí el presidente Ernesto Zedillo, y refrendó que el gobierno de la República estará siempre en favor del diálogo y la conciliación porque son el mejor camino para superar las diferencias.
Los logros alcanzados --agregó-- refuerzan nuestra convicción de que la justicia social es posible cuando sabemos trabajar unidos; los chiapanecos, como todos los mexicanos, quieren vivir y trabajar en armonía, porque sólo en la paz y en la concordia podemos alcanzar la metas que a todos nos identifican.
En una gira de trabajo que inició hoy y culminará mañana en Pantelhó --en los Altos de Chiapas, una de las zonas de conflicto--, el Presidente también señaló que la pobreza y la marginación son los verdaderos enemigos de México, y que con grandes esfuerzos la economía comienza a mostrar avances que permitirán iniciar la transformación social del país y alcanzar un crecimiento sostenido con rostro humano.
Los anteriores conceptos fueron vertidos en un acto en el que se firmó el Convenio de Desarrollo Social, mediante el cual se canalizarán a esta entidad mil 180 millones de pesos para superar la pobreza. El más alto presupuesto que se haya dado, en este rubro, a entidad alguna. De hecho, destacó que lo mismo ocurre en materia educativa, de infraestructura y salud. Chiapas ejercerá este año recursos federales por 17 mil 603 millones de pesos. Zedillo detalló con largueza todas las acciones que su administración efectúa en beneficio de los chiapanecos.
El Presidente y los secretarios Carlos Rojas, Francisco Labastida, Carlos Ruiz Sacristán, Miguel Limón y Arturo Warman viajaron primero a Tapachula. En Acapetahua Zedillo se reunió con productores agrícolas, donde se habló del presupuesto que para apoyarlos canalizará la federación a través de Procampo y otros programas.
Ahí, a nombre de los cafeticultores, Diocleciano Reyna le dijo que quería hacer sentir el saber de su gente: ``No queremos ya más el retorno a la inflación, a la carestía. Que se repartan realidades y no ilusiones, que es lo que hace la inflación, y al final los pobres seguimos siendo más pobres y los ricos más ricos''.
En ese punto, el Presidente anunció la implementación de un programa para alentar el cultivo de la palma de aceite. Al mismo entrarán inversionistas encabezados por José Serrano Segovia, quienes compraron el Ferrocarril del Noreste. Estos empresarios instalarán plantas extractoras. Resulta que 90 por ciento de los productos del mercado del aceite y las grasas vegetales son importadas. Se pretende iniciar cultivos para sustituir esas compras al exterior.
De ahí, la comitiva se dirigió al ejido Los Toros, donde se inauguró el camino Joaquín M. Gutiérrez. Al mediodía volaron a Tuxtla Gutiérrez, donde se firmó el Convenio de Desarrollo Social. Por la tarde, el Presidente se reunió con artesanos en Chiapa de Corzo, donde se realizaba el cierre de campaña de los candidatos priístas.
Los artesanos, lo mismo las bordadoras que los que extraen y pulen el ámbar o le dan formas a la madera, le dijeron a Zedillo que tienen problemas para conseguir materia prima y comercializar sus productos. Lamentaron que siempre caen en manos de los ``coyotes''. Por eso plantearon centros de abasto y venta de sus productos. El Presidente señaló que se dará una respuesta integral a sus problemas y que ésta será rápida.
Ahí, Pascuala Ruiz, de San Andrés Larráinzar --el pueblo donde se escenificaron las negociaciones entre el gobierno y el EZLN--, le pidió a Zedillo que se llevara dentro de su corazón al sureste de México. Le aseguró que ellos quieren enfrentar sus problemas sin miedos y sin vergüenzas: ``Los chiapanecos estamos dispuestos a luchar, pero no a través de las armas sino de un diálogo directo para alcanzar la paz digna para todos''.