La Jornada martes 1 de julio de 1997

Fernando Benítez
¿La democracia?

En varios artículos hice la defensa de Cuauhtémoc Cárdenas como candidato a gobernador del DF y me opuse a la candidatura del priísta Alfredo del Mazo, por representar esta última la permanencia de casi setenta años de una institución política opuesta a la democracia.

En realidad nunca hemos vivido en México una auténtica democracia. Esperemos a conocer cuál será el camino de la nación el próximo 6 de julio, cuando los capitalinos elijamos por primera vez a nuestros gobernantes. El ganador gobernará por un periodo de tres años y en ese lapso tan corto no le será posible solucionar los graves problemas que se acumulan en la ciudad más grande del mundo.

Otro objetivo de enorme importancia en las próximas elecciones es la Cámara de Diputados, el brazo derecho del omnipotente presidente en turno. El mismo presidente ha dicho que sin una mayoría priísta en el Congreso le sería muy difícil gobernar. Carlos Ramírez, el gran analista de El Universal, ha escrito: ``Como está funcionando actualmente la Cámara de Diputados, el PRI requiere la mayoría absoluta para su gobernabilidad absolutista (...) Si la oposición gana la mayoría absoluta o la primera minoría en las próximas elecciones de diputados federales, el país entraría rápidamente en uno de los espacios de la democracia: un régimen parlamentario. Es decir, finalmente el presidencialismo monárquico sería sometido a controles sociales muy estrictos. Pero el gobierno no quiere ni democracia ni contrapesos''. No tengo nada qué añadir. Lo que está en juego después de tantos siglos es si México será por fin un país democrático.