La Jornada 1 de julio de 1997

Disminuyó la actividad a las 18:30; la situación, bajo control: SG

Antonio Vázquez S. Ť La situación en el volcán Popocatépetl está ``bajo control'', aunque se mantendrá una ``alerta preventiva mayor'' para actuar con prontitud en caso de cualquier eventualidad, aseguraron el secretario de Gobernación, Emilio Chuayffet, y el subsecretario de Protección Civil y de Prevención y Readaptación Social, Ricardo García Villalobos. Las cenizas arrojadas la tarde de ayer, que llegaron a Puebla, Morelos y el Distrito Federal, ``no son dañinas al organismo'', sostuvieron ambos funcionarios.

Frente a los hechos, el Presidente de la República, Ernesto Zedillo, giró instrucciones a todas las autoridades federales encargadas de la seguridad y la salud de la población y al jefe de gobierno del Distrito Federal, a fin de tomar todas las medidas necesarias para que ``frente al mínimo peligro'' las personas que habitan en las zonas aledañas al volcán sean evacuadas.

La disminución en la actividad del volcán registrada a partir de las 18:30 horas y que, según el secretario de Gobernación, pudo evaluarse ``en un 75 por ciento'', provocó que las autoridades informaran a la población que ``podrían estar en calma''.

En conferencia de prensa, Roberto Meli, director general del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), señaló que la actividad volcánica de la tarde de ayer ``fue la más importante desde 1925'' y, por ello, la autoridad determinó de manera conjunta con el Comité Científico decretar un estado de ``preevacuación''.

La actividad se inició a las 17:55 horas de manera intensa, al registrarse en el interior del Popocatépetl fuertes vibraciones que fueron acompañadas por exhalaciones de humo y ceniza que se prolongaron durante 35 minutos.

Según explicación del director del Cenapred y del Comité Científico, el hongo de ceniza arrojado por el volcán alcanzó un diámetro de 50 kilómetros y una altura de 10 kilómetros desde la fumarola del Popo.

Las 30 comunidades que conforman la Zona I -la más cercana al volcán- y en la que se calcula habitan 100 mil personas, de inmediato fueron notificadas de la actividad volcánica, y se les pidió que estuvieran ``en constante comunicación'', con las autoridades correspondientes.

Las 13 estaciones de monitoreo que realizan frecuentes muestras y el Cenapred informaron que la actividad alcanzada la tarde de ayer por el volcán ``fue poco usual''. Revelaron que durante 1996 se detectaron 240 sismos por día en el interior del Popo.

La alarma roja fue notificada al Presidente de la República, al secretario de Gobernación y a los gobernadores de Puebla, Veracruz y estado de México, luego de que los sismógrafos registraron siete pequeños sismos en un lapso menor a 7 minutos.

Posteriormente, se detectaron vibraciones al interior del Popocatépetl, situación por la que se determinó el anuncio de la alerta roja.

La ceniza que arrojó el volcán cubrió gran parte de Puebla, Morelos y la ciudad de México.

Incluso, habitantes de poblados cercanos al volcán reportaron haber visto el escurrimiento de lava por uno de los costados del mismo, situación que fue confirmada por Carlos Valdez, investigador del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, quién aclaró que ``no es esta la primer ocasión en que esto ocurre. Gracias a la emisión de vapores, ceniza y lava, el volcán ha logrado desconcentrar parte de su energía acumulada''.

Agustín Gasca, integrante del Comité Científico y del Cenapred, informó que ante la ``gravedad'' de los acontecimientos, las autoridades determinaron poner en marcha un programa de cuatro puntos:

1. Establecer contacto con el subsecretario de Gobernación para darle a conocer la puesta en marcha de un plan operativo determinado por el Comité Científico y el Cenapred.

2. Intensificar la coordinación entre los gobiernos de Puebla, Morelos y estado de México, para que estuvieran atentos a la actividad registrada en el volcán.

3. Implantar de inmediato monitoreo de la zona, tras el cual se detectó la caída de ceniza, arena y roca fundida en la cercanía del volcán, y de ceniza en los lugares más apartados al mismo, y establecer medidas de alerta a nivel federal y local para estar atentos a cualquier eventualidad.

Los funcionarios encargados de vigilar la actividad de Don Gregorio -nombre con el que identifica la población lugareña al volcán- iniciaron una constante comunicación con las autoridades de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) para que éstas reportaran la situación a las aeronaves que llegaban a la ciudad de México.

Al filo de la medianoche, el Cenapred informó que en Puebla y Morelos se reportó intensa nubosidad, lluvia y caída de ceniza; en el poblado de Amecameca se presentó caída de ceniza y arena, y en Atlautla (Popopark), Tlalmanalco y Santo Tomás, cenizas y alarma entre la población.