Terminó el estado de ``excepción'': Barnés
José Gil Olmos Ť La aprobación de las nuevas reglas de permanencia e ingreso en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) -con las que se modifica el pase automático y se restringe el tiempo para la culminación de estudios- implica, según el rector Francisco Barnés de Castro, el fin de la situación de ``excepción'' que afectaba la equidad entre los estudiantes.
Con estas nuevas normas a la legislación universitaria, que incluyen el regreso a la forma numérica de calificación, la administración de Barnés logró cambios que tres rectores no habían conseguido en las últimas dos décadas.
En la sesión del Consejo Universitario que duró casi ocho horas, efectuada en un entorno de sobrevigilancia y a la cual se llevó en principio a trabajadores para llenar el auditorio, sólo un grupo reducido de consejeros académicos y estudiantes rechazó las medidas al calificarlas de ``antipedagógicas'' y ``autoritarias''.
La profesora consejera María Esther Navarro explicó que las normas son ``antiopedagógicas'' porque no se puede concentrar la responsabilidad en los estudiantes, a quienes además se les castiga. Asimismo, propuso sin éxito que se aplazaran los cambios al reglamento de ingreso hasta que se tenga un estudio socioeconómico de los estudiantes de bachillerato y licenciatura.
Más de 20 consejeros participaron en la discusión de las nuevas reglas que sustentan el pase automático para los egresados del bachillerato de la Universidad Nacional Autónoma de México. Encabezadas por los directores de las facultades de Ingeniería, José Manuel Covarrubias, y de Ciencias, Rafael Pérez Pascual, las autoridades universitarias integrantes del consejo apoyaron con 95 votos a favor por cinco en contra -tres estudiantes y dos profesores- los cambios al reglamento de inscripciones de la máxima casa de estudios.
Por los estudiantes, Francisco Cruz Retama, consejero de la Facultad de Economía, rechazó la consulta que se hizo dos semanas antes de las vacaciones entre las autoridades que forman los colegios técnicos y académicos; además, anunció movilizaciones estudiantiles, pese a las sanciones que se han impuesto a tres de los participantes de las protestas contra las reformas al pase automático o reglamentado y que afectarán a los egresados del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) y de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) a partir del próximo año.
Al reglamento general de inscripciones se le adicionaron ocho artículos, se derogó uno y de modificaron diez. De esta manera, se estipula que sólo los estudiantes que terminen el bachillerato en un máximo de cuatro años y con un promedio mínimo de siete podrán ingresar a licenciatura sin participar en el concurso de selección, y únicamente a los que concluyan en tres años y con promedio mínimo de nueve se les respetarán la carrera y plantel seleccionados.
El plazo máximo para terminar los estudios de licenciatura será de 50 por ciento adicional a la duración de la carrera; en el caso de las carreras cortas, las materias pendientes deberán cursarse en un plazo que no exceda 50 por ciento de la duración estipulada.
Asimismo, causarán baja quienes excedan el doble del tiempo estipulado en el plan de estudios correspondiente. En el caso de las licenciaturas no se considerará dentro de este límite la presentación del examen profesional; sólo se permitirá interrupción de estudios hasta por un año lectivo, previa autorización del Consejo Técnico respectivo.
Se aprobó que estas medidas no sean retroactivas; es decir, sólo se aplicarán a los alumnos que ingresen a la UNAM a partir del próximo ciclo.
Debaten sanciones a estudiantes
Durante la sesión también se discutió la política de sanciones a estudiantes. En sólo seis meses de administración Barnés ha sancionado a 90 jóvenes, a 47 de los cuales se les expulsó definitivamente por diversas razones.
Algunos de los afectados y las autoridades discutieron los castigos. Los funcionarios apoyaron al rector, en tanto que estudiantes y profesores calificaron las sanciones de ``exceso de autoridad'', por lo que pidieron abrir a la comunidad universitaria la discusión sobre este tipo de medidas y no limitarla a las autoridades que integran los órganos colegiados.
Barnés escuchó a los estudiantes Inti Muñoz --suspendido seis meses por haber organizado un concierto de rock en beneficio de las comunidades indígenas de Chiapas sin autorización de la dirección del CCH Azcapotzalco-- y a Carlos León, suspendido un año junto con Roberto Masse e Higinio Muñoz por participar en una manifestación de protesta en la sesión del Consejo Universitario del 9 de junio.
Sin ser consejeros, ambos estudiantes participaron en la sesión y exhortaron a Barnés a la tolerancia e incluso Inti Muñoz acusó al director del plantel, Andrés Fernández, y al coordinador del CCH, Jorge Teyssier, de caer en falsas acusaciones. El primero aseguró que tenía un video en el que supuestamente se observa a Inti Muñoz en el concierto efectuado el 10 de junio.
El estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas anunció que interpondrá una querella contra Barnés ante la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) por falsas acusaciones, principalmente por involucrarlo en la toma del plantel un día antes y de haber causado daños a la escuela.
En respuesta, el rector insistió en que mantendrá las sanciones porque se violentó la legislación universitaria. Afirmó que su decisión se basa en pruebas documentales: fotografías y videos en los que supuestamente se observa a Muñoz en el concierto durante el cual se causaron daños a las instalaciones, y de los otros tres estudiantes que se manifiestan ``violentamente'' en la sesión del Consejo Universitario.
Tras reiterar que se respetará el derecho de expresión en la UNAM, Barnés ofreció retirar las sanciones a los cuatro estudiantes si éstos se comprometían a acatar la legislación universitaria al realizar actos de protesta.
En entrevistas por separado, Carlos León e Inti Muñoz rechazaron la propuesta de Barnés e insistieron en que no habían violentado las leyes universitarias. Roberto Masse dijo que analizaría la propuesta con Higinio Muñoz (ambos son miembros del Comité Estudiantil Metropolitano), pero también previó un rechazo.