La Jornada 2 de julio de 1997

La CIA ofreció 150 mil dólares en los 60 por ultimar a Fidel; la mafia quería hacerlo gratis: Ap

Ap, Ansa, Reuter y Pl, Washington, 1o. de julio Ť La Agencia Central de Inteligencia (CIA) ofreció 150 mil dólares a principios de los sesenta por el asesinato del presidente cubano Fidel Castro, pero la mafia insistió en que lo haría gratuitamente, aseguró hoy la agencia estadunidense Ap al citar documentos recientemente desclasificados.

En La Habana, el diario Granma informó que Cuba solicitó una reunión internacional, al amparo de la Convención sobre Prohibición del Desarrollo, Producción y Almacenamiento de Armas Bacteriológicas, para que analice la aparición en la isla de una plaga del insecto thrips palmi , de lo cual acusa a Estados Unidos.

Cuba denunció en mayo que una avioneta estadunidense de fumigación antinarcóticos, autorizada a sobrevolar la isla, arrojó un gas en noviembre, y un mes después apareció la plaga, que ha causado graves daños a la agricultura.

``Como prueba del renovado empeño del gobierno de (John) Kennedy en eliminar a Castro está la renovada autorización de los intentos de asesinar al líder cubano'', se señala en un resumen de un libro que en breve publicará el Departamento de Estado, basado en documentación recientemente desclasificada. Sin embargo, los primeros planes para asesinar a Castro fueron concebidos antes de que Kennedy asumiera el cargo, en enero de 1961.

``Estábamos (ideológicamente) en guerra'', dijo Robert Maheu, investigador privado de Las Vegas que, pagado por la CIA en 1960, contrató al jefe de la mafia de Chicago, Sam Giancana, para asesinar a Castro. ``¿Hubiese sido una locura haber intentado eliminar a Saddam Hussein durante la Guerra del Golfo, o a Hitler durante la Segunda Guerra Mundial?'', añadió Maheu.

El contrato de asesinato pactado con la mafia fue detallado en un sumario de informe elaborado por la CIA en mayo de 1962 y entregado al entonces secretario de Justicia, Robert Kennedy. Ya en esa fecha, la Casa Blanca había ejecutado la fracasada invasión de Bahía de Cochinos, así como varios intentos de asesinar a Castro.

El sumario figura entre 450 documentos, casi todos recién desclasificados, que serán incluidos en el libro que publicará en breve el Departamento de Estado bajo el título Cuba 1960-61. Sólo se hicieron dos copias del sumario de tres páginas entregado a Robert Kennedy, y que fueron resguardadas por la CIA.

En el sumario, el director de seguridad de la CIA, Sheffield Edwards, señaló que los mandos de la agencia aprobaron varios planes para asesinar a Castro entre agosto de 1960 y mayo de 1961. No se mencionó a la Casa Blanca, y según Edwards, ``el conocimiento de este proyecto fue limitado a un total de seis personas''.

Al menos dos intentos de asesinato fueron ejecutados con píldoras venenosas suministradas por la CIA y matones facilitados por la mafia a principios de 1961, según el informe y las audiencias legislativas realizadas en 1975. Los congresistas contabilizaron ocho intentos de la CIA para matar a Castro a principios de los sesenta, aunque Castro llegó a asegurar que en realidad fueron 24.

Según el informe, Maheu contactó a John Rosselli, un lugarteniente de Giancana, para coordinar los atentados contra Castro. ``La agencia fijó la cifra de 150 mil dólares como pago una vez concluida la operación'', se indica en el sumario. Rosselli y Giancana, añadió, ``afirmaron enfáticamente que no deseaban recibir pago alguno'', aunque la CIA abonó 11 mil dólares por concepto de gastos.

Tras la fracasada invasión de Bahía de Cochinos, en abril de 1961, el presidente John Kennedy y su hermano Robert, secretario de Justicia, aprobaron tácitamente una nueva campaña de la CIA para asesinar a Castro. ``Le dijeron a la CIA: `ha- gan lo necesario para eliminar a Castro''', señaló Peter Kornbluh, analista principal del Archivo Nacional en Washington.

Louis Smith, historiador del Departamento de Estado, declaró que los Kennedy estaban obsesionados con eliminar a Castro, y comentó que ``Robert Kennedy fustigó (al subdirector de la CIA, Richard) Bissell por no haber eliminado a Castro la primera vez, así que Bissell supuso que no estaba autorizado a seguir fraguando complots para asesinarlo''.

El funcionario de la CIA encargado del proyecto de Bahía de Cochinos, Jacob Esterline, quien ahora tiene 79 años, dijo que se sintió desalentado al enterarse de los planes para asesinar a Castro. ``Alguien pensó que eso sería un remedio básico'', explicó Esterline, quien autorizó los gastos de los atentados. Después de tantos años, esto sigue muy doloroso''.

En tanto, el Departamento de Estado anunció que la próxima ronda de conversaciones migratorias Washington-La Habana se celebrará del 16 al 17 de julio en Nueva York.