La Jornada 3 de julio de 1997

La UNAM debe renovar modelos educativos y planes de estudio: Barnés

Roberto Garduño E. Ť La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), está comprometida a transformarse a sí misma porque en el país existen instituciones ``que apenas trasmiten, con grandes deficiencias, saberes ya rebasados por los avances del conocimiento'', señaló el rector de la máxima casa de estudios, Francisco Barnés de Castro.

Al participar en la presentación del Programa Educación: Perspectivas para el Año 2000, un Rumbo Definido, el funcionario universitario admitió que la UNAM afronta serios retos.

Barnés adujo que la Universidad tiene que cambiarse a sí misma, fortaleciendo su academia, replanteando modelos educativos y renovando sus planes y programas de estudio.

Insistió en que esa transformación es urgente porque presiona y empobrece las visiones disciplinarias que pudieran entretejer una compleja red de interpretación.

El presidente Ernesto Zedillo, los secretarios de Educación Pública, Desarrollo Social y Salud, escucharon la alocución del rector Barnés, quien emitió su visión sobre lo que deberá ser la UNAM.

``La máxima casa de estudios debe renovar su carácter nacional, ya no sustentado en ser la única o la que más estudiantes atiende, sino por la forma en que se integra y fortalece el tejido de las instituciones de educación superior, abriendo con gusto sus programas de posgrado para apoyar la formación de los académicos que el país requiere'', puntualizó.

Entre esos propósitos, figuró el de la descentralización de las actividades de investigación y estudios superiores, lo mismo que pefeccionar los planes y programas para que pasen a ser un modelo a seguir por el resto del sitema educativo nacional.

En cuanto a la matrícula universitaria, el rector externó su la creencia en que la UNAM debe mantener abiertas sus puertas a todos los estudiantes del país, pero insistió en que tendrán que erradicarse la impunidad y la intolerancia:

``Venga de donde viniere, impunidad e intolerancia que lastiman a la comunidad y alimentan la impotencia; impunidad e intolerancia que respresentan la antítesis del espíritu y de la cultura universitaria; impunidad e intolerancia con que actúan unos cuantos que tratan de imponer, por la fuerza, y la violencia si es necesario, sus puntos de vista al resto de la comunidad''.