EZLN: no votarán en zonas zapatistas como protesta por la militarización
Elio Henríquez, corresponsal, San Cristóbal de las Casas, Chis., 2 de julio Ť Las comunidades zapatistas no votarán en las elecciones del 6 de julio, en protesta por la militarización y ``el ambiente de guerra civil promovido por el gobierno'', y por el incumplimiento de los acuerdos de San Andrés, afirmó el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Asimismo, como ``un llamado de atención'' a los partidos políticos que ``han ignorado'' la particular realidad política y social de los indígenas mexicanos, y que sólo se dirigen a ellos en ``coyunturas electorales o pretendiendo suplir con tratos y componendas su falta de propuestas serias y trabajo político en el seno del movimiento indígena nacional''.
En un comunicado divulgado hoy aquí, fechado el primero de julio y firmado por el subcomandante Marcos, el EZLN dice apoyar la decisión de las comunidades indígenas zapatistas de no sufragar, pero también respalda la determinación que tomen los ciudadanos que consideren que pueden ejercer con plena libertad su derecho al voto.
Insiste en que la militarización en las zonas indígenas ``hace imposible la vida normal: no se puede sembrar, caminar, reunirse, comerciar ni lavar la ropa'', y el sistema político mexicano pretende ``simular una vuelta a la normalidad en esas zonas'', pero sólo por unas horas, para que se pueda votar.
``¿Quién y cómo podría reclamarles esta decisión (de no votar) a las comunidades indígenas? ¿Con qué cara exigirles que voten si ni siquiera viven en condiciones normales? ¿Se les puede pedir que aparenten una normalidad ciudadana un día y que regresen al terror cotidiano el resto del año?'', se pregunta el EZLN.
En el documento de siete cuartillas, el EZLN indica que su posición política ``no es partidaria pero tampoco antipartido, no es electoral pero tampoco es antielectoral, sino que es contra el sistema de partido de Estado, contra el presidencialismo, por la democracia, la libertad y la justicia; es de izquierda, es incluyente, es antineoliberal''.
El grupo rebelde da una respuesta a su silencio de varios meses: ``Esta fue la hora de los partidos, su tiempo, su coyuntura, y así el atribulado y disputado centro ideológico brilló incesantemente. La hora electoral, la hora de las campañas, sirvió como termómetro de la enfermedad terminal del sistema de partido de Estado, y reveló lo profundo de su crisis al ser cuestionadas sus tradicionales alquimias electorales''.
Señala, por ejemplo, que la ``pesada carga de Carlos Salinas de Gortari se convirtió en poderosa sombra que cubrió todas las campañas priístas''.