Reunión Zedillo-Cárdenas.
Apenas pasadas las elecciones de 1994, las de la votación histórica para un partido al que cada tres años se le augura su fin, el entonces candidato presidencial triunfante convocó a su contrincante perredista.
Hubo arreglo. Las gestiones provinieron del gobierno de la ciudad de México, encabezado aquel año por Manuel Aguilera Gómez, y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano concurrió a cambio del compromiso de guardar el secreto.
El encuentro fue entre un Ernesto Zedillo Ponce de León que no se mostró triunfalista y sí dispuesto al diálogo y a favor de la reforma electoral, y un Cárdenas receloso por la historia de persecuciones durante el salinismo.
Zedillo prometió respeto y terminar con agresiones
Versiones recopiladas en ambos lados recuerdan garantías zedillistas de dejar esa historia de agresiones. Si en el pasado el gobierno saliente encubrió o hasta propició crímenes, el suyo se distinguiría por la concordia.
A ese encuentro siguieron otros entre priístas y perredistas. Por los primeros, Esteban Moctezuma Barragán, de cuyo despacho no salía el panista Fernando Gómez Mont, fue el representante y gestor de diversos diálogos.
Fue por su conducto que se generó, también, aquel diálogo con un grupo de distinguidos militantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el edificio de Cuicuilco, en noviembre de 1994. Dolores Padierna llevó la batuta de los visitantes.
No están confirmados nuevos diálogos entre Zedillo y Cárdenas. La única vez que se encontraron en público, en el funeral de Heberto Castillo, fue un saludo cordial y sin penetrar en el ambiente político y electoral.
En fechas recientes ha habido pláticas informales entre gente de Zedillo y la cúpula perredista, a través de las cuales la gente del gobierno ha trasmitido el propósito de mantener una relación de altura.
Ese compromiso zedillista está ante la oportunidad de extenderse en hechos más allá de diputaciones y alcaldías que, aunque triunfos importantes, no tienen la trascendencia de un estado y menos el simbolismo de la sede de los poderes.
Si eso se concretara hoy, puede adelantarse que el gobierno federal, y en especial el Presidente de la República, han ofrecido un trato de respeto y entendimiento comparable con el que se da a los cuatro gobiernos panistas.
No hay muchos temores porque, opinión coincidente con Cárdenas, las leyes son muy específicas y cada autoridad deberá atender exclusivamente sus competencias sin incurrir en duplicidades o en enfrentamientos.
El análisis puede ir a lo específico. Por ejemplo, no se temen influencias negativas del gobierno defeño en política monetaria, porque es atribución exclusiva del banco central, el de México.
Unico temor, que Cárdenas revierta privatizaciones
La política fiscal, por su parte, es manejada por dos poderes, el Ejecutivo y el Legislativo, y dependerá primero de los resultados de hoy para conformar la nueva Cámara de Diputados, y después de las negociaciones entre bancadas.
Desde el poder se considera que tampoco afectaría que Cárdenas cumpliera su promesa de ajustar cobros de impuestos, tarifas y servicios, en aras de disminuir las cargas de la población capitalina.
Ese sería un problema suyo: si baja ingresos y aumenta los gastos, él sabrá cómo compensar. Si lo hiciera por la vía de los bonos, el mercado tendría la respuesta; si buscara créditos, los bancos sabrían con qué garantías.
El gobierno federal no estaría dispuesto, inclusive, a ir al rescate de las grandes obras -drenaje profundo, ampliación del Metro, mejoramiento del transporte, mayor agua al Distrito Federal- si Cárdenas reorientara el gasto.
Los primeros problemas podrían darse si, reducidas las tasas impositivas y los cobros por servicios, las obras continúan y el primer gobierno democrático de la capital va a captar mercados para financiar esos proyectos.
El asunto de mayor preocupación, empero, es la promesa de revertir algunas privatizaciones urbanas. ¿Qué pasaría, por ejemplo, si la ciudad vuelve a crear empresas de autobuses urbanos como la desaparecida Ruta 100?
Los temores del gobierno central se refieren al impacto de esas medidas contrarias a la política que impulsa la administración de Ernesto Zedillo, y que son secuencia de las decisiones tomadas en los 80 por Miguel de la Madrid Hurtado y Carlos Salinas de Gortari.
Una fuente consultada no titubeó con la respuesta: ``Sería una mala señal, y eso sí podría generar algún conflicto. Aunque hay mecanismos para especificar que eso lo haría un gobernante local, de signo diferente al nacional''.
Aun con esa circunstancia, y bajo el supuesto que hoy gane, desde el poder hay el propósito de llevar una relación civilizada con Cárdenas y evitar conflictos. Como se ha hecho con los panistas y cuya mejor expresión es Vicente Fox: Zedillo lo respeta, aunque ese respeto no sea recíproco.
Corrupción en bancos por lo de las Afore
La guerra de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore) por atraer trabajadores ha generado esquemas de corrupción que lleva a las puertas de los líderes sindicales y de algunos patrones.
En esa campaña no hay excepciones y podría calificarse al esquema de simple y práctico: los bancos que manejan esas Afore acuden a los gremios o a las empresas y ofrecen alguna ganancia por cada afiliado.
El premio más primitivo detectado es el pago en efectivo. He aquí la oferta de dos instituciones bancarias, por si a alguien le interesa convertirse en agente: Banorte paga 30 dólares por cada obrero y Serfin 20.
No es, por supuesto, la única forma de verse estimulado por llevarle uno o varios clientes a determinada administradora. Como en casi todas las negociaciones mexicanas, hay manera de proponer y llegar a otros acuerdos.
Eso lo decide cada interesado: créditos blandos, descuentos en tasas de interés, pago de altas tasas para depósitos de empresas y sindicatos, financiamiento para proyectos individuales o gremiales...
Eso puede explicar las razones por las que las 17 Afore cobrarán comisiones que muchos especialistas, no nada más Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano o Ricardo García Sainz, consideran muy elevadas y gravosas para el trabajador.
Esa idea de ahorro para el retiro tuvo como ejemplo el modelo chileno. Allá se prohibieron algunas formas de corruptelas, pero de todas maneras se ofrecían regalos para atraer mayor clientela. En eso también copiaron los mexicanos.
Rodríguez Alcaine llevó electricistas a Banorte
Banorte puede presumir que más de la mitad de los integrantes del Sindicato Unico de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM) se inscribió en esa institución y que eso le representa un gran negocio. Es, por adición, el banco más sano.
Tal vez haya sido esa salud la que facilitó las afiliaciones, porque nadie creería que Leonardo Rodríguez Alcaine, flamante secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), comprometa su imagen y el prestigio heredado de don Fidel Velázquez.
Otras instituciones bancarias idearon mecanismos para atraer trabajadores sin llegar a vergonzosos esquemas de corrupción. Un ejemplo conocido por el reportero es Inbursa, cuya administradora promete no cobrar comisión si no hay utilidad.
En principio sonaba interesante la propuesta. La mira estaba puesta de manera directa en el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana (STRM), pero el líder Francisco Hernández Juárez no lo consideró así.
Antagónico a Fidel Velázquez y su CTM, Hernández Juárez dio la sorpresa con una jugada maestra: recomendó a sus agremiados que no se afiliaran a ninguna Afore y que depositaran, en espera de conocer el comportamiento del mercado, en la cuenta del Banco de México.
Esa competencia, y acaso la poca información que se ha dado a los trabajadores, hizo fracasar muchos proyectos y con ello comenzaron los despidos: ya fueron cesados los responsables de las Afore de Banco Santander, Manuel Reynau; Serfin-Citibank, Juan Fernández, y el de Capitaliza. Hay más, pero esos tres fueron corroborados por el reportero.
Frente a ese panorama, ¿por qué se desencadenó tanta furia contra Cuauhtémoc Cárdenas cuando pidió esperar y depositar mientras tanto en la cuenta del Banco de México? Todo el sistema se le vino encima y, si las encuestas para el poder son ciertas, lograron quitarle siete puntos en la intención del voto: cinco fueron a Alfredo del Mazo y dos al Partido Verde Ecologista de México (PVEM).
Esos elementos adquieren validez con la entrada en vigor de la nueva Ley del Seguro Social y para incorporarse al debate de un asunto que interesa a todos: a los trabajadores, porque es su capital para el retiro; al gobierno, porque es un asunto de seguridad social, y a la iniciativa privada, porque de ahí provendrá el financiamiento del desarrollo futuro.
Tema libre
Uno de los grandes ganadores de la campaña que hoy calificará el electorado, más porque nadie le puso atención que por aciertos u oferta programática, es el Partido Verde Ecologista de México y su candidato a jefe de gobierno del Distrito Federal, Jorge González Torres. Este yerno de Emilio Martínez Manautou penetró mucho en la capital a partir de la reconstrucción que siguió a los sismos del 19 y 20 de septiembre de 1985. Su empresa, la Constructora Huasteca de México, tuvo grandes contratos en la segunda mitad del sexenio de Miguel de la Madrid y durante la regencia de Manuel Camacho Solís. Algún día se sabrán detalles de ese gran negocio... Los legisladores priístas integrantes de la Comisión Permanente están citados para mañana por la tarde en las oficinas de su dirigente Humberto Roque Villanueva. Van, júrelo usted, a preparar la estrategia para defender los triunfos donde los hayan tenido en la elección de hoy y a tratar de ganar el debate para darse por vencedores de la contienda... Además de candidatos, hoy debieran quedar derrotados los encuestadores que ofrecían resultados por encargos. He aquí un caso: a partir de sus resultados de octubre de 1996, acudió ante el senador Fernando Ortiz Arana para decirle que era el único priísta con posibilidades de ganar el Distrito Federal para el partido del gobierno. Se puso a sus órdenes e intentó cobrar ese trabajo y asegurar sondeos futuros. No hubo negociación. Meses después, en junio, fue a Querétaro y dio por derrotado a Ortiz Arana frente al Partido Acción Nacional (PAN). La información se difundió en medios nacionales y, a decir de otros encuestadores más serios -CEO, Harris-, aquellas cifras estaban inducidas. Hoy se sabrá quién tiene la razón